El calvario de pedir las ayudas de la dana: solo cuatro familias han recibido la indemnizaci¨®n por sus muertos
De las algo m¨¢s de 28.000 solicitudes estatales por los da?os en las viviendas, solo 815 han recibido un anticipo
Ana Sal tiene 38 a?os, tres hijas peque?as y pruebas fehacientes de que el d¨ªa tiene m¨¢s de 24 horas. Trabaja en la oficina de recursos humanos de una empresa valenciana, Jeanolog¨ªa, encargada de vender m¨¢quinas para desgastar vaqueros, pero una vez a la semana acude con su port¨¢til y una impresora al primer piso de la parroquia San Ram¨®n en Paiporta para hacer otro tipo de labor. A partir de las diez de la noche, despu¨¦s de las duchas, las cenas y los cuentos, saca su ordenador y se pone a estudiar: c¨®mo dar de baja un veh¨ªculo, conseguir un acta notarial, una referencia catastral, c¨®mo const...
Ana Sal tiene 38 a?os, tres hijas peque?as y pruebas fehacientes de que el d¨ªa tiene m¨¢s de 24 horas. Trabaja en la oficina de recursos humanos de una empresa valenciana, Jeanolog¨ªa, encargada de vender m¨¢quinas para desgastar vaqueros, pero una vez a la semana acude con su port¨¢til y una impresora al primer piso de la parroquia San Ram¨®n en Paiporta para hacer otro tipo de labor. A partir de las diez de la noche, despu¨¦s de las duchas, las cenas y los cuentos, saca su ordenador y se pone a estudiar: c¨®mo dar de baja un veh¨ªculo, conseguir un acta notarial, una referencia catastral, c¨®mo constituir una comunidad de vecinos. A 47 d¨ªas de la tragedia, todav¨ªa miles de familias no han recibido la m¨ªnima ayuda p¨²blica que les corresponde. El trabajo invisible de gente como Ana retrata las grietas de un sistema colapsado.
Cuando hab¨ªan pasado m¨¢s de dos semanas de la dana que sacudi¨® todo por debajo de dos metros de altura en 75 municipios de la Comunidad Valenciana y todav¨ªa los vecinos arrastraban el fango por sus calles, un grupo de mujeres trabajadoras de la misma empresa decidi¨® que eran mucho m¨¢s valiosas con el teclado que con una escoba. ¡°Todo empez¨® porque una compa?era de mi marido no se ve¨ªa capaz de pedir las ayudas. Y las primeras eran hasta agotar presupuesto y estaba bloqueada. Le dije que le iba a ayudar. Pero pens¨¦: ¡°Si esto le est¨¢ pasando a una chica de 30 a?os espabilada, ?qu¨¦ no le estar¨¢ pasando a un se?or de 70?¡±. Y ah¨ª dije: ¡°Puf, hay mucho trabajo aqu¨ª¡±. Quiz¨¢ no soy experta, pero al menos tengo la mente fr¨ªa¡±.
Su empresa les permite un d¨ªa a la semana de voluntariado y ya ten¨ªan relaci¨®n con la parroquia de Paiporta, ubicada en el centro del municipio, una de las zonas m¨¢s devastadas del n¨²cleo urbano m¨¢s destrozado de los que atraviesa el barranco del Poyo. En dos semanas han atendido a 60 personas. Lo que no significa que hayan tramitado ese mismo n¨²mero de solicitudes. ¡°Con cada persona que llega estamos como m¨ªnimo una hora, muchos se rompen ah¨ª. Primero tenemos que ver qu¨¦ necesitan, muchas veces ni siquiera lo saben, y siempre hay que hacer varios tr¨¢mites. La p¨¢gina del Gobierno se cuelga, es imposible hacer una ¨²nica solicitud por persona, y hay que volver a empezar. Es un infierno¡±, relata Ana de Miguel, que trabaja como asistente del CEO de Jeanolog¨ªa.
Ninguna hab¨ªa hecho esto antes. Y no son las ¨²nicas. Fuentes municipales de los ayuntamientos de las zonas afectadas aseguran que sus empleados est¨¢n dedicados desde hace m¨¢s de un mes casi en exclusiva a atender las solicitudes de cientos de vecinos que cada d¨ªa acuden a sus oficinas como en una peregrinaci¨®n. Despu¨¦s de pelearse con alguna autoridad para que consigan vaciar su garaje, todav¨ªa con lodo; de arreglarse con alg¨²n vecino que ha conseguido un coche para ir a hacer la compra ¡ªhasta hace una semana no hab¨ªa supermercado en algunos municipios como Paiporta o en otros quedaba muy lejos y no tienen veh¨ªculo¡ª; de buscar en los centros de recogida las cosas que les faltan; de insistirle al seguro para que venga un perito de una vez a revisar los da?os en su casa; de llevar m¨¢s de un mes sin poder comer algo caliente que no sea de una ONG. Cuando queda algo de tiempo, y eso que los plazos de las ayudas est¨¢n cercanos a agotarse (vencen la mayor¨ªa la primera semana de enero), juntan los papeles que han sobrevivido y otros nuevos que han conseguido para que al menos les den unos 6.000 euros por toda una vida.
Las ayudas directas para los afectados que puso en marcha la Generalitat, que fueron las primeras, requer¨ªan cualquier documento que acreditara que esa persona viv¨ªa ah¨ª, adem¨¢s de una identificaci¨®n. Un tr¨¢mite que parec¨ªa sencillo, pero que despu¨¦s de la devastaci¨®n no lo era tanto: la batalla estuvo entonces por recuperar el certificado digital del DNI, por conseguir a alguien con internet u ordenador capaz de solicitarlo en su nombre (las ayudas estatales no permiten el tr¨¢mite a terceros), adem¨¢s de miles de personas de m¨¢s de 70 a?os que no dispon¨ªan de unas nociones m¨ªnimas de digitalizaci¨®n. Con todo, la ayuda de los 6.000 euros la han pedido m¨¢s de 30.000 personas, aunque solo se ha otorgado a unas 12,000. El plazo venc¨ªa este 16 de diciembre, aunque lo han ampliado al 2 de enero.
La consejer¨ªa de Vivienda puso en marcha a mediados de noviembre un paquete de ayudas al alquiler, de 800 euros al mes, para quienes se hubieran quedado sin casa o fuera inhabitable. Pero de las 728 ayudas solicitadas, solo han recibido los pagos 177, seg¨²n la informaci¨®n que detall¨® el presidente Carlos Maz¨®n este domingo. Estas ayudas son por un plazo de 12 meses, a partir de ah¨ª, ¡°cada caso se revisar¨¢¡±, cuentan desde la consejer¨ªa.
Las ayudas estatales por da?os personales, materiales o en las viviendas se han convertido tambi¨¦n en un embudo. De las 28.077 registradas (seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles de este s¨¢bado), solo 815 familias han cobrado un anticipo de la mitad del importe (la cantidad total var¨ªa dependiendo del tipo de ayuda, que va desde los 10.300 euros a los 72.000). Y solo cuatro familias han cobrado la indemnizaci¨®n por sus muertos (de 218 cad¨¢veres entregados). En cuanto a las empresas, hay un n¨²mero similar de solicitudes, 26.567, pero no hay una cifra de beneficiados, cuentan con una orden de pago 20.204.
Desde las administraciones de fincas alertan: ¡°No est¨¢ nada claro que las ayudas a las comunidades de vecinos vayan a ser recibidas por los edificios que no ten¨ªan seguro¡±, cuenta la coordinadora de administradores de Paiporta, Asunci¨®n Rausell. Estas ayudas a las comunidades de vecinos por los da?os en espacios comunes ascienden hasta 36.896 euros. Estos d¨ªas ella y sus compa?eros se encuentran tramitando a contrarreloj las solicitudes sin ninguna fe en que las vayan a recibir, el plazo termina el 6 de enero. ¡°Estamos haciendo tr¨¢mites hasta las 12 de la noche y sabemos que va a faltar documentaci¨®n, piden cosas il¨®gicas como copias compulsadas del CIF, del seguro... Estamos presentando mal porque hay muchas cosas que no est¨¢n claras, pero ya subsanaremos¡±, cuenta Rausell. La preocupaci¨®n se extiende a las fincas m¨¢s vulnerables que han sido devastadas. Muchas no cuentan con administrador, ni seguro, o solo con el de responsabilidad civil o algunas que no ten¨ªan un certificado digital de la comunidad, seg¨²n los administradores: ¡°A menos que el decreto se modifique y se incluya a estos propietarios, se quedar¨¢n fuera¡±, advierte la administradora.
Desde la oficina improvisada en la parroquia de Paiporta, hay un caso que no se le va de la cabeza estos d¨ªas a Ana de Miguel. Junto al barranco del Poyo hay un se?or que tiene que pedir todas las ayudas por una casa que no existe. Desde lo que era una entrada se observa la rambla que daba a la parte trasera, ahora destrozada. Y en medio, donde estaba su vivienda, solo quedan en pie los pilares. ¡°Que este hombre tenga que preocuparse por pedir una ayuda me parece un agravio¡±, cuenta indignada, pues esta escena se repite en cientos de hogares. ¡°Me parece lamentable que la gente de esas poblaciones con los bajos arrasados, de los que el ayuntamiento tiene constancia porque les cobra el IBI cada a?o [este a?o estar¨¢ exento], les exija que sean ellos los que vayan a pedir algo, cuando deber¨ªa ser la administraci¨®n quien les facilitara un apoyo sin obligarlos a pedirlo¡±.
Si uno hace las cuentas de lo que una persona en esa situaci¨®n obtendr¨ªa del Estado y la Generalitat, y siendo optimista con los tr¨¢mites, ese se?or obtendr¨ªa unos 60.480 euros por destrucci¨®n total de la vivienda (de ayuda estatal), m¨¢s 10.320 por p¨¦rdida de enseres, m¨¢s los 6.000 euros de ayuda directa de la Generalitat: en total, unos 76.800 euros de la administraci¨®n p¨²blica por un inmueble en ruinas. ¡°Con eso ni siquiera reconstruyes esa casa¡±, remata De Miguel. Quienes estos d¨ªas pelean por tramitar los apoyos p¨²blicos advierten: las ayudas no solo son lentas y tortuosas, tambi¨¦n ser¨¢n insuficientes.