El Gobierno cambia la ley para que los ¡°usuarios relevantes¡± de redes sociales deban rectificar noticias falsas
Las cuentas con m¨¢s de 100.000 seguidores estar¨¢n obligadas a publicar desmentidos o recoger la versi¨®n de los afectados por las informaciones
El Gobierno sigue desarrollando el plan de regeneraci¨®n democr¨¢tica. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la modificaci¨®n de la ley del derecho de rectificaci¨®n, de modo que obligue no s¨®lo a los medios de comunicaci¨®n sino tambi¨¦n a usuarios ¡°de especial relevancia¡± en redes sociales, es decir, los que tengan m¨¢s de 100.000 seguidores en una plataforma o m¨¢s de 200.000 en el conjunto de toda...
El Gobierno sigue desarrollando el plan de regeneraci¨®n democr¨¢tica. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la modificaci¨®n de la ley del derecho de rectificaci¨®n, de modo que obligue no s¨®lo a los medios de comunicaci¨®n sino tambi¨¦n a usuarios ¡°de especial relevancia¡± en redes sociales, es decir, los que tengan m¨¢s de 100.000 seguidores en una plataforma o m¨¢s de 200.000 en el conjunto de todas ellas. Los titulares de esas cuentas de Twitter, Facebook, Instagram, Telegram u otras deber¨¢n, por tanto, respetar el derecho a rectificaci¨®n de quien resulte directamente afectado por la publicaci¨®n en redes de noticias falsas, seg¨²n el proyecto al que ha tenido acceso EL PA?S.
La modificaci¨®n de esta ley era una de las promesas incluidas en el plan de regeneraci¨®n democr¨¢tica que el Gobierno anunci¨® despu¨¦s de que el presidente, Pedro S¨¢nchez, amagara con su dimisi¨®n a finales del pasado abril alegando una supuesta estrategia de ¡°acoso y derribo¡± lanzada contra ¨¦l por distintos medios. En aquel momento, un juez acababa de abrir diligencias de investigaci¨®n sobre la esposa de S¨¢nchez, Bego?a G¨®mez, por presuntos delitos de corrupci¨®n en los negocios y tr¨¢fico de influencias, tras recibir una querella de la organizaci¨®n ultra Manos Limpias apoyada en publicaciones de prensa. ¡°Con esta ley haremos m¨¢s dif¨ªcil la vida a los que se dedican a mentir y expandir bulos. Nuestra democracia tendr¨¢ mayor calidad. Hay usuarios que se dedican a mentir todos los d¨ªas. Los ciudadanos tenemos derechos a defendernos de los buleros¡±, se?al¨® en su presentaci¨®n F¨¦lix Bola?os, ministro de Justicia, que insisti¨® en que la principal novedad es con estos ¡°usuarios de especial relevancia¡±, porque la regulaci¨®n sobre los medios de comunicaci¨®n no cambia radicalmente aunque s¨ª se actualizan algunas cuestiones para facilitar este derecho con los medios digitales.
Algunos de estos usuarios ¡°de especial relevancia¡±, tal como los define la ley, tienen una clara influencia pol¨ªtica y en algunos casos, como el de Alvise P¨¦rez, han decidido dar el salto y presentarse a las elecciones. P¨¦rez logr¨® 800.000 votos en las elecciones europeas gracias entre otras cosas a la difusi¨®n de sus mensajes en un canal de Telegram. El debate sobre la difusi¨®n de bulos o informaciones t¨®xicas en las redes y plataformas est¨¢ presente en toda Europa. El Tribunal Constitucional de Rumania ha anulado recientemente la primera vuelta de las presidenciales tras revelarse una campa?a de ¡°ataques h¨ªbridos rusos¡±. Esa primera vuelta la gan¨® el ultranacionalista prorruso Calin Georgescu.
La ley del derecho de rectificaci¨®n data de 1984 y hasta ahora s¨®lo deb¨ªan someterse a ella los medios de comunicaci¨®n. El Gobierno argumenta que ha quedado obsoleta y por eso la actualiza: argumenta que desde 1984 la realidad ha cambiado mucho y la informaci¨®n se distribuye sobre todo en soporte digital, de forma que el debate p¨²blico se produce en buena parte ah¨ª. Por eso, seg¨²n la exposici¨®n de motivos de la nueva norma, el derecho a la rectificaci¨®n se ampl¨ªa ahora a los ¡°usuarios de especial relevancia¡± de plataformas y redes sociales.
¡°A los efectos de la presente ley org¨¢nica, se considerar¨¢ usuario de especial relevancia al usuario de una plataforma o servicio equivalente que alcance, en alg¨²n momento del a?o natural anterior, un n¨²mero de seguidores igual o superior a 100.000 en una ¨²nica plataforma; o un n¨²mero de seguidores igual o superior a 200.000, de forma agregada, considerando todas las plataformas en las que el usuario desarrolle su actividad¡±, recoge el proyecto de ley aprobado hoy y que ha presentado en rueda de prensa el ministro de Presidencia, F¨¦lix Bola?os. ¡°Se trata de aquellos usuarios que difunden informaciones y otros contenidos a trav¨¦s de estas plataformas y que, por raz¨®n del n¨²mero de seguidores con los que cuentan, gozan de un alcance y repercusi¨®n equiparables al de los medios de comunicaci¨®n tradicionales, configur¨¢ndose como aut¨¦nticos conformadores de la comunicaci¨®n y de la opini¨®n p¨²blica; y que, por ello, deben estar sometidos a la posibilidad de que sus contenidos sean rectificados¡±, se?ala la exposici¨®n de motivos.
Las plataformas de internet deber¨¢n contar ¡°con un mecanismo f¨¢cilmente visible y accesible, que permita al solicitante, sea o no usuario de la plataforma en cuesti¨®n, contar con una herramienta que le asegure la remisi¨®n directa e inmediata de la rectificaci¨®n, as¨ª como la constancia de la recepci¨®n y el seguimiento del proceso¡±. Esta obligaci¨®n se establece, asimismo, para los medios digitales. La idea es que la rectificaci¨®n se pueda solicitar de manera muy sencilla. En lo que se refiere a medios de comunicaci¨®n, ya no ser¨¢ obligatorio dirigirse al director, porque en los nuevos no siempre es f¨¢cil identificarlo, explica la exposici¨®n de motivos. ¡°Hay pseudomedios en los que es muy dif¨ªcil idenficar al director, por eso lo hacemos. Queremos defender a los ciudadanos ante una informaci¨®n falsa, ante un bulo. Por eso agilizamos todos los procedimientos¡±, explic¨® Bola?os.
Adem¨¢s, la nueva norma se modifica el propio derecho de rectificaci¨®n, que hasta ahora solo inclu¨ªa que se pudieran detallar los hechos, para extender la posibilidad de expresar opiniones en casos espec¨ªficos. El nuevo art¨ªculo 3 se?ala: ¡°La rectificaci¨®n deber¨¢ limitarse a los hechos de la informaci¨®n que se desea rectificar, sin incorporar opiniones o valoraciones del aludido, salvo que resulten imprescindibles para entender el contexto y no se puedan escindir de los hechos. Su extensi¨®n no exceder¨¢ sustancialmente de la de la informaci¨®n a rectificar, salvo que sea absolutamente necesario¡±. En el resto de cuestiones, se trata m¨¢s de una actualizaci¨®n, pero la gran novedad es esa inclusi¨®n de ¡°usuarios de especial relevancia¡± que a partir de ahora tendr¨¢n obligaciones de rectificaci¨®n similares a los medios de comunicaci¨®n.