El a?o que los Reyes bajaron al barro
Felipe VI y Letizia buscaron la cercan¨ªa con las v¨ªctimas de la dana, con el riesgo de que su papel no se vea como complementario sino contrapuesto al de las Administraciones
Los reyes no se presentan a las elecciones. La excepci¨®n es Simeon II, quien fue zar de Bulgaria cuando era ni?o y, tras un largo exilio en la Espa?a de Franco, regres¨® al poder en 2001 como primer ministro, despu¨¦s de ganar las elecciones legislativas. Cuatro a?os despu¨¦s perdi¨® la popularidad y el poder, sin que en ning¨²n momento se planteara la restauraci¨®n de la Monarqu¨ªa en su pa¨ªs.
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Los reyes no se presentan a las elecciones. La excepci¨®n es Simeon II, quien fue zar de Bulgaria cuando era ni?o y, tras un largo exilio en la Espa?a de Franco, regres¨® al poder en 2001 como primer ministro, despu¨¦s de ganar las elecciones legislativas. Cuatro a?os despu¨¦s perdi¨® la popularidad y el poder, sin que en ning¨²n momento se planteara la restauraci¨®n de la Monarqu¨ªa en su pa¨ªs.
Felipe VI ha cumplido en 2024 diez a?os en el trono, un periodo que se hace largo para quien ostenta el poder y se desgasta con su ejercicio, pero corto (poco m¨¢s de una cuarta parte del reinado de su padre, Juan Carlos I) para un jefe de Estado sin poderes ejecutivos ni la responsabilidad de resolver los problemas que angustian a los ciudadanos.
La imagen que quedar¨¢ de este a?o, quiz¨¢ la m¨¢s ic¨®nica de su reinado, es la de los Reyes intentando apaciguar los ¨¢nimos de los vecinos de Paiporta, bajo una lluvia de lodo, objetos e improperios, cinco d¨ªas despu¨¦s de la cat¨¢strofe que dej¨® m¨¢s de 220 muertos y devast¨® buena parte de la provincia de Valencia. Mientras el presidente Pedro S¨¢nchez abandonaba la zona aconsejado por sus servicios de seguridad, ante el riesgo de agresi¨®n f¨ªsica, y el presidente valenciano, Carlos Maz¨®n, se refugiaba bajo el paraguas de la Casa Real, Felipe VI y Letizia aguantaban la indignaci¨®n de las v¨ªctimas de la riada, atizada por conocidos activistas de ultraderecha.
Fue la primera, pero no la ¨²ltima visita del jefe del Estado a las zonas arrasadas por la riada. Felipe VI visit¨® el 12 de noviembre el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y las Fuerzas Armadas en Valencia; el 19 volvieron los Reyes a Chiva ¨Dcuya visita hab¨ªa sido suspendida por los incidentes de Paiporta¨D, Utiel y Letur (Albacete); el 9 de diciembre asistieron al funeral en la Catedral de Valencia; y el pasado domingo, por sorpresa y acompa?ados de sus hijas, las infantas Leonor y Sof¨ªa, acudieron en viaje privado a Catarroja y L¡¯Albufera.
En un clima de fuerte polarizaci¨®n pol¨ªtica y cuestionamiento de la eficacia del Estado para hacer frente a la cat¨¢strofe, los Reyes han querido personificar la cercan¨ªa de las instituciones y la empat¨ªa con las v¨ªctimas frente a la frialdad de la maquinaria burocr¨¢tica. El riesgo, advierten algunos expertos, estriba en que el papel del Monarca no aparezca como complementario sino contrapuesto al de los gobiernos que, a distintos niveles de la Administraci¨®n y regidos por los dos grandes partidos, PP y PSOE, se han convertido en objetivo de la indignaci¨®n de muchos ciudadanos, abriendo un peligroso espacio para las fuerzas antidemocr¨¢ticas. Aunque el Rey presidiera una reuni¨®n del Cecopi (Centro de Coordinaci¨®n Operativa Integrado), el ¨®rgano encargado de hacer frente a la emergencia, se trat¨® de un gesto simb¨®lico; ni el m¨¦rito por los aciertos ni la responsabilidad por los errores le corresponden.
El a?o 2023 se cerr¨® con las manifestaciones frente a la sede federal del PSOE en la calle Ferraz, donde agitadores de extrema derecha enarbolaban banderas de Espa?a con el escudo constitucional amputado y exig¨ªan al Rey que se negase a firmar la ley que amnistiaba a los l¨ªderes del proc¨¦s. La norma legal se public¨® el 10 de junio de 2024 en el BOE, con la r¨²brica de ¡°Felipe R.¡±, y solo nueve d¨ªas despu¨¦s, en el acto en el Palacio Real en el que conmemor¨® sus diez a?os de reinado, proclamaba: ¡°A la Constituci¨®n y a sus valores me he ce?ido, y me ce?ir¨¦ siempre, en el cumplimiento de mis responsabilidades¡±.
Nuevo jefe de la Casa del Rey
Entre las escasas facultades que la Constituci¨®n atribuye al jefe del Estado figura la elecci¨®n del personal de La Zarzuela y Felipe VI hizo uso de la misma el 19 de enero, cuando relev¨® como jefe de la Casa del Rey, con rango de ministro, a Jaime Alfons¨ªn, quien hab¨ªa sido su m¨¢s directo colaborador durante casi tres d¨¦cadas, primero como Pr¨ªncipe de Asturias y luego como Monarca. Eligi¨® como sustituto al diplom¨¢tico Camilo Villarino, jefe de Gabinete del entonces Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, el espa?ol Josep Borrell. Villarino ten¨ªa un perfil bipartidista, ya que hab¨ªa trabajado para ministros de Exteriores del PSOE y el PP, pero tuvo una mala entrada con el actual jefe de la diplomacia espa?ola, Jos¨¦ Manuel Albares, quien retir¨® su candidatura como embajador de Espa?a en Rusia cuando lleg¨® al Ministerio. La falta de comunicaci¨®n entre ambos deriv¨® en disfunciones tan sonadas como el hecho de que ning¨²n ministro acompa?ase a Felipe VI en su gira por los pa¨ªses b¨¢lticos o que Espa?a estuviera ausente en la ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre Dame de Par¨ªs.
Sin embargo, en ning¨²n aspecto como la pol¨ªtica exterior es tan patente la necesidad de que Gobierno y Jefatura del Estado vayan de la mano: como no pod¨ªa ser menos, Pedro S¨¢nchez rehus¨® la invitaci¨®n de asistir a la toma de posesi¨®n de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, despu¨¦s de que esta vetara la asistencia de Felipe VI. Las autoridades mexicanas le reprochaban no haber contestado a la misiva en la que el anterior presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, le reclamaba que pidiera disculpas por las tropel¨ªas cometidas cinco siglos atr¨¢s por los conquistadores espa?oles. Un paso que, en todo caso, no correspond¨ªa dar al Rey en solitario.
La renovaci¨®n del equipo de La Zarzuela, donde tradicionalmente hab¨ªan predominado los militares, se ampli¨® en noviembre con el nombramiento por vez primera de una mujer, la letrada de las Cortes Mercedes Ara¨²jo D¨ªaz de Ter¨¢n, como secretaria general y n¨²mero dos de la Casa del Rey.
Regreso del ¡®president¡¯
El mayor ¨¦xito para el sistema constitucional es la normalidad y esta se evidenci¨® cuando, el 12 de octubre, el nuevo presidente de la Generalitat catalana, el socialista Salvador Illa, asisti¨® en el Palacio Real a la recepci¨®n del 12 de octubre, D¨ªa de la Fiesta Nacional, tras 14 a?os de ausencia de sus antecesores. Tambi¨¦n dejaron de ser noticia las cada vez m¨¢s frecuentes visitas del rey em¨¦rito a las regatas del Club N¨¢utico de Sanxenxo (Pontevedra); aunque, pese al archivo de las causas que ten¨ªa en la Fiscal¨ªa, Juan Carlos I mantuviera su residencia, y su domicilio fiscal, en el emirato de Abu Dabi.
Aunque diez a?os no sea mucho tiempo para un reinado, Felipe VI no ha dejado de preparar el posfelipismo: la Princesa de Asturias realiz¨® en julio su primera visita oficial en solitario a Portugal y en enero se embarcar¨¢ durante cuatro meses en el buque escuela Juan Sebasti¨¢n Elcano como parte de su formaci¨®n militar. Ese ser¨¢ uno de los hitos del a?o 11 del reinado de Felipe VI que, desde junio pasado, se escribe tambi¨¦n en Instagram, donde la cuenta oficial de La Zarzuela tiene ya casi 800.000 seguidores.