Operaci¨®n Persa: diez a?os de chantaje de B¨¢rbara Rey al Estado
Los audios grabados hace tres d¨¦cadas por la ¡®vedette¡¯ a Juan Carlos I alimentan las dudas sobre qu¨¦ sab¨ªa el entonces monarca del golpe del 23-F
Se llam¨® Operaci¨®n Persa. Nadie recuerda el motivo, pero es probable que el nombre se le pusiera por la afici¨®n de la vedette por los gatos o por el mercadeo en el que se convirti¨® un chantaje que dur¨® diez a?os (de 1994 a 2004) y cost¨® millones de euros, seg¨²n han confirmado a EL PA?S personas que tuvieron conocimiento directo del mismo. Su objetivo fue evitar que la filtraci¨®n de las fotos, v¨ªdeos y audios que evidenciaban la infidelidad de Juan Carlos I con B¨¢rbara Rey pusiera en jaque la estabilidad de la Monarqu¨ªa y, con ella, todo el sistema pol¨ªtico edificado desde la Transici¨®n. La difusi¨®n de dichos documentos tres d¨¦cadas despu¨¦s evidencia el fracaso de aquella operaci¨®n o tal vez no, razonan las mismas fuentes, porque lo que entonces se ve¨ªa como una revelaci¨®n explosiva de efectos devastadores hoy, tras el rosario de esc¨¢ndalos que desencadenaron la abdicaci¨®n y el exilio voluntario del rey em¨¦rito, se ha convertido en p¨®lvora mojada, pasto de tertulias y prensa del coraz¨®n. Salvo en dos puntos: por qu¨¦ se usaron fondos p¨²blicos para tapar pecados de alcoba como si fueran secretos de Estado y qu¨¦ sab¨ªa el Rey del intento de golpe de Estado del 23-F antes de que se ejecutara.
Las dudas sobre este ¨²ltimo extremo las ha alimentado la publicaci¨®n de una conversaci¨®n mantenida por Juan Carlos I con B¨¢rbara Rey a principios de los a?os noventa. ¡°Palabra de honor, me r¨ªo, cari?o, de Alfonso Armada. Ese ha pasado siete a?os en la c¨¢rcel, se ha ido a su pazo de Galicia y el t¨ªo jam¨¢s ha dicho una palabra. ?Jam¨¢s! En cambio, este otro est¨¢ largando¡¡±, se escucha decir al Rey en una grabaci¨®n difundida por OkDiario. El primero era el general de divisi¨®n Alfonso Armada, condenado a 30 a?os de c¨¢rcel por un delito de rebeli¨®n por su papel en el 23-F de 1981; y ¡°el otro¡±, Sabino Fern¨¢ndez Campo, jefe de la Casa del Rey hasta que este prescindi¨® de sus servicios en 1993.
La existencia de este audio fue conocida hace 30 a?os por el Gobierno de la ¨¦poca. ¡°B¨¢rbara Rey tiene una conversaci¨®n telef¨®nica grabada con el Rey en la que este habla de Sabino¡±, escribe en uno de sus cuadernos el entonces director del servicio secreto, el teniente general Emilio Alonso Manglano, seg¨²n recogen los periodistas Juan Fern¨¢ndez-Miranda y Javier Chicote en su libro El jefe de los esp¨ªas. El chantaje se inicia en julio de 1994, cuando B¨¢rbara Rey, que mantuvo una relaci¨®n sentimental intermitente con el jefe del Estado durante m¨¢s de 15 a?os, exige una fuerte suma de dinero para no hacer p¨²blico el escabroso material que atesora. Recibe 25 millones de pesetas (150.000 euros) del administrador de la fortuna del Monarca, Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, recoge el citado libro y corroboran otras fuentes.
Solo un a?o despu¨¦s de la entrega, se reinicia el chantaje. B¨¢rbara Rey ¡ªa quien Juan Carlos I se refiere como La Parienta, por su apellido¡ª alega que est¨¢ pasando apuros econ¨®micos. Y Mario Conde, que tambi¨¦n ha intentado extorsionar al Gobierno con los papeles sobre la guerra sucia que se llev¨® el exesp¨ªa Juan Alberto Perote, se interesa por hacerse con el material en poder de la examante del Monarca. En esa ¨¦poca, las principales instituciones del Estado, desde el Banco de Espa?a a la Guardia Civil, est¨¢n en la picota. Solo la Monarqu¨ªa mantiene su imagen intacta. Tras una ardua negociaci¨®n, se llega a un acuerdo que parece definitivo: 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros), divididos en un primer pago de 100 y 500 a plazos, a raz¨®n de 50 anuales. Se trata de garantizar su silencio por 10 a?os.
Cuando se entera del chantaje, el nuevo presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, monta en c¨®lera y ese ser¨¢ uno de los motivos de su mala relaci¨®n con el Rey. Pero el calendario de pagos se cumple: al menos hasta el a?o 2000, el dinero sale de los fondos reservados del Ministerio de Defensa o del propio CNI; luego se recolecta entre empresas, la mayor¨ªa de ellas p¨²blicas, aunque el servicio secreto se sigue encargando de facilitar la entrega. En torno al verano de 2004, pasada la boda de los Pr¨ªncipes de Asturias, un momento especialmente cr¨ªtico para la Casa Real, y tras surgir sospechas de que el intermediario puede estarse quedando con parte de lo recaudado, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero cierra el grifo. En La Zarzuela contienen la respiraci¨®n esperando la reacci¨®n de B¨¢rbara Rey. Pero no se produce ninguna filtraci¨®n. Hasta el mes pasado.
Adem¨¢s de cobrar en efectivo, la vedette recibe pagos en especie: entre 1994 y 1996 presenta un programa de variedades en TVE; y de 2000 a 2005 protagoniza otro de cocina en la televisi¨®n p¨²blica valenciana Canal 9 por el que recibe 1,5 millones de euros, a pesar de que ni hablaba valenciano ni cocinaba.
Pese al pacto econ¨®mico, el CNI no se f¨ªa. En 1997, un equipo operativo entra en un chal¨¦ de Boadilla del Monte (Madrid). Barbara Rey denuncia en comisar¨ªa que han sustra¨ªdo de su casa ¡°material sensible para una alta personalidad del Estado¡±. En el informe de la Operaci¨®n Persa se hace constar que la casa est¨¢ ¡°limpia¡±, pero nadie duda de que tiene copias del material sensible a buen recaudo. Agentes secretos la siguen en un viaje al extranjero ante la sospecha de que las guarda en la caja de seguridad de un banco.
Despu¨¦s de 30 a?os bajo llave, a finales del pasado mes de septiembre se publican en la revista neerlandesa Priv¨¦ unas fotos de Juan Carlos I y B¨¢rbara Rey en actitud amorosa tomadas en junio de 1994, cuatro a?os despu¨¦s de haber reanudado una relaci¨®n interrumpida por su boda con el domador ?ngel Cristo. Las im¨¢genes las ha vendido el hijo de la vedette, quien asegura ser su autor. Es solo el pistoletazo de salida. Una semana despu¨¦s, OkDiario empieza a difundir los audios que su amante grab¨® al entonces jefe del Estado y han circulado en los ¨²ltimos a?os en busca del mejor postor.
Lo que no se ha difundido todav¨ªa son los tres v¨ªdeos que tambi¨¦n se grabaron en la casa de Barbara Rey (uno en el comedor y dos en el dormitorio, estos ¨²ltimos supuestamente filmados por su hijo, escondido en un armario). El CNI se hizo con las cintas pero nadie est¨¢ seguro de que no haya copias, como las hay de las fotos y los audios.
Las pel¨ªculas podr¨ªan a?adir morbo a la historia, pero dif¨ªcilmente aclarar¨¢n la duda principal: ?qu¨¦ es lo que se call¨® Armada? El general, preceptor militar de Juan Carlos de Borb¨®n y secretario de su casa durante 12 a?os, mantuvo una reuni¨®n con el Rey en la estaci¨®n de esqu¨ª de Baqueira Beret, en el valle de Ar¨¢n, el 6 de febrero de 1981; y le recibi¨® de nuevo en una larga audiencia a solas, en el Palacio de La Zarzuela, el d¨ªa 13, solo diez d¨ªas antes del asalto de Tejero al Congreso.
En su libro de memorias Se levanta la sesi¨®n, el expresidente del Congreso Jos¨¦ Bono transcribe la confidencia que el locuaz Sabino le hizo en marzo de 2009: ¡°El rey llor¨® el 23-F cuando escuch¨® tiros en el Congreso y me dijo que no esperaba tiros. No esperaba disparos pero ?esperaba algo? Yo creo que esperaba algo acorde con la ley, porque Alfonso Armada le hab¨ªa llevado un escrito de un famoso catedr¨¢tico de Derecho Constitucional que propon¨ªa que el Rey se presentara personalmente en el Congreso de los Diputados y, despu¨¦s de un discurso en el que destacara la mala situaci¨®n de Espa?a, propusiera un Gobierno presidido por un independiente, previsiblemente Armada. Al Rey no le gustaba ser ¨¦l quien se presentara ante el Congreso. Le advert¨ª que se trataba de una proposici¨®n contraria a la Constituci¨®n. ?Menos mal que estaba yo all¨ª!¡±. Palabra de Sabino, seg¨²n Bono.
De los principales protagonistas del 23-F, el rey em¨¦rito, entonces jefe del Estado, es el ¨²nico que todav¨ªa no ha dado su versi¨®n. Se espera que la ofrezca en las memorias que le est¨¢ escribiendo la escritora franco-venezolana Laurence Debray. Ya tienen t¨ªtulo, Reconciliaci¨®n, pero a¨²n no hay fecha de publicaci¨®n. Su lanzamiento, anunciado para principios de 2025, se ha aplazado indefinidamente.
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