La falta de un nuevo reglamento tras anularse el del PP deja a la carrera diplom¨¢tica en el limbo legal
El embajador espa?ol en B¨¦lgica se queja a Albares de su ¡°cese inesperado¡± con una ¡°maniobra rid¨ªcula y mezquina¡±
El relevo de tres embajadores espa?oles ¡ªlos de Croacia, Corea del Sur y B¨¦lgica¡ª antes de que hayan cumplido el tiempo habitual en el puesto, que suele ser de entre tres y cuatro a?os, ha provocado una gruesa marejada en la carrera diplom¨¢tica. Su ¨²ltima expresi¨®n ha sido la carta p¨²blica que el todav¨ªa embajador en B¨¦lgica, Alberto Ant¨®n, ha dirigido al ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, en la que, adem¨¢s de...
El relevo de tres embajadores espa?oles ¡ªlos de Croacia, Corea del Sur y B¨¦lgica¡ª antes de que hayan cumplido el tiempo habitual en el puesto, que suele ser de entre tres y cuatro a?os, ha provocado una gruesa marejada en la carrera diplom¨¢tica. Su ¨²ltima expresi¨®n ha sido la carta p¨²blica que el todav¨ªa embajador en B¨¦lgica, Alberto Ant¨®n, ha dirigido al ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, en la que, adem¨¢s de lamentar su ¡°cese inesperado¡±, denuncia haber sido v¨ªctima de una ¡°maniobra, aparte de torpe, rid¨ªcula y mezquina, [¡] un intento de ensuciar y poner en entredicho¡± su reputaci¨®n profesional.
En su misiva, ins¨®lita para un embajador en ejercicio, Ant¨®n alude al hecho de que se atribuyera su cese al v¨ªdeo en el que se lo ve¨ªa dormido mientras el ministro pronunciaba su discurso en la conferencia de embajadores celebrada en Madrid el pasado 13 de enero. Tras precisar que ese d¨ªa se encontraba ¡°enfermo con gripe y bajo los efectos de antihistam¨ªnicos¡±, asegura que hizo el esfuerzo de acudir a la cita para encontrarse con sus compa?eros, ya que el encuentro re¨²ne a los 130 embajadores espa?oles en todo el mundo.
Aunque en un primer momento consider¨® lo sucedido una mera an¨¦cdota, pasto de comentarios ¡°en clave de humor¡±, le preocup¨®, a?ade la carta, que, ¡°en el contexto actual del ministerio, si se quer¨ªa, se pod¨ªa encontrar en el v¨ªdeo munici¨®n para tratar de descalificar, amedrentar y eventualmente destituir a alguien llegado el momento oportuno¡±.
Ant¨®n sugiere que el verdadero motivo de su relevo fue facilitar una carambola a tres bandas en la que el actual embajador en Luxemburgo, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Coso, lo sustituir¨¢ a ¨¦l; y este ser¨¢ a su vez sustituido por la embajadora en Lituania, Nieves Blanco, esposa del representante permanente de Espa?a ante la UE, Marcos Alonso, con sede en Bruselas; ¡°siendo yo [¡] el ¨²nico que salgo perjudicado por los calculados ajustes¡± del ministro, agrega. Cuando el subsecretario, Xavier Mart¨ª, lo llam¨® el 29 de enero para comunicarle su relevo, no le explic¨® los motivos del mismo, seg¨²n Ant¨®n. ¡°Me aclar¨® que mi cese no se deb¨ªa a mi desempe?o profesional¡±, precisa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha querido comentar la carta del diplom¨¢tico, pero ha subrayado que la cobertura de puestos en el exterior se realiza ¡°con los procedimientos habituales¡±. En los ¨²ltimos d¨ªas, Albares ha subrayado que el nombramiento de embajadores es una potestad exclusiva del Consejo de Ministros y que los relevos al frente de las misiones diplom¨¢ticas se est¨¢n produciendo ¡°con total normalidad¡±.
¡°Cuando se nombra a un embajador, se le nombra en un contexto determinado, para un pa¨ªs determinado, con una misi¨®n determinada. Cuando el contexto cambia o la misi¨®n cambia, se produce ese relevo¡±, alega. ¡°No hay un tiempo de estancia en un puesto, ni m¨¢ximo ni m¨ªnimo¡±, remata.
Los tres embajadores relevados llevan, respectivamente, dos a?os y 10 meses (Juan Gonz¨¢lez-Barba en Croacia), dos a?os y medio (Guillermo Kirkpatrick en Corea del Sur) y dos a?os y cuatro meses (Alberto Ant¨®n en B¨¦lgica), aunque desde Exteriores se alega que el proceso se prolonga varios meses desde que se pide el pl¨¢cet al pa¨ªs anfitri¨®n, lo que se ha hecho ya en los tres casos, hasta que se materializa. Sin embargo, estas embajadas no figuraban en el listado de las que quedar¨ªan vacantes en 2025, que se conoci¨® en oto?o pasado, por lo que sus titulares contaban con seguir al frente de las mismas un a?o m¨¢s.
Albares tiene raz¨®n en que no hay un tiempo m¨ªnimo de permanencia de un embajador en un destino, pero en el pasado s¨ª lo hab¨ªa. Hasta hace pocos a?os. El art¨ªculo 44 del Reglamento de la Carrera Diplom¨¢tica de 2014, aprobado por el ministro del PP Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, establec¨ªa que los embajadores ¡°cesar¨¢n en el mes anterior a aquel en que cumplan cuatro a?os desde su toma de posesi¨®n en las misiones diplom¨¢ticas¡± ordinarias; y a los tres a?os en las consideradas peligrosas o penosas, sin perjuicio de la potestad del Gobierno para cesarlos en cualquier momento.
Pero el Tribunal Supremo anul¨® en 2017 ese reglamento, con un argumento formal: no fue objeto de consulta con las organizaciones sindicales, como dispone el Estatuto del Empleado P¨²blico. Eso hizo que volviera a estar vigente el reglamento de 1993, que no fijaba plazo m¨ªnimo de permanencia al frente de una misi¨®n diplom¨¢tica ni muchos otros aspectos de la carrera.
El Ministerio de Asuntos Exteriores elabor¨® un nuevo reglamento que estaba ya listo con todos los informes preceptivos, incluido el del Consejo de Estado, en enero del a?o pasado, seg¨²n Alberto Virella, presidente de la Asociaci¨®n de Diplom¨¢ticos de Espa?a (ADE). El borrador inicial recuperaba los tiempos m¨ªnimos de permanencia al frente de las embajadas, pero Virella no sabe si se mantienen en el texto definitivo, pues Exteriores no ha informado de las modificaciones introducidas tras cerrarse el periodo de consultas.
En el ¨²ltimo a?o no se ha vuelto a tener noticia de ese nuevo reglamento y Albares ni siquiera lo cit¨® en el pormenorizado listado de proyectos de su departamento que desgran¨® en la conferencia de embajadores. Seg¨²n la ADE, el ministerio alega que est¨¢ a la espera de que se apruebe el proyecto de ley de la Funci¨®n P¨²blica de la Administraci¨®n del Estado, actualmente en tramitaci¨®n parlamentaria, para adaptarlo al mismo. Sin embargo, desde septiembre pasado la Mesa del Congreso ha ampliado 15 veces el plazo de presentaci¨®n de enmiendas al texto, por lo que Virella teme que se siga prorrogando indefinidamente, ante la dificultad de aprobar un proyecto de este calado con la actual polarizaci¨®n y fragmentaci¨®n pol¨ªtica, y que Exteriores aproveche esta coyuntura para seguir teniendo manos libres.
La ADE remiti¨® el pasado d¨ªa 30 al ministro una carta al ministro en la que reclamaba ¡°que se apruebe el reglamento de la carrera sin mayores dilaciones {¡] conforme con el marco normativo vigente¡±; es decir, sin necesidad de esperar a la nueva ley. Adem¨¢s del tiempo de permanencia en las embajadas, el reglamento deber¨ªa establecer normas precisas sobre la clasificaci¨®n de las legaciones diplom¨¢ticas, los m¨¦ritos para acceder a cada una de ellas o el proceso de selecci¨®n de candidatos, entre otros aspectos en los que ahora hay un vac¨ªo legal, seg¨²n la ADE. Se tratar¨ªa de homologar a Espa?a con otros pa¨ªses europeos en los que los cambios de embajadores se conocen con muchos meses de antelaci¨®n y no est¨¢n sujetos a vaivenes pol¨ªticos.
La carta de la asociaci¨®n de diplom¨¢ticos a Albares no ven¨ªa motivada por los tres relevos que se han conocido en los ¨²ltimos d¨ªas, sino por un asunto previo: el hecho de que una decena de cargos intermedios de Exteriores mucho peor remunerados que los embajadores, especialmente subdirectores generales sobre los que recae el peso de la gesti¨®n diaria, se hubieran quedado sin embajada en el concurso de este a?o, pese a considerarse con m¨¦ritos sobrados. Aunque evitan en todo momento cuestionar la val¨ªa profesional de los elegidos, los agraviados acusan al ministro de confundir ¡°discrecionalidad con arbitrariedad¡±. El hecho de que Exteriores no explique la raz¨®n de los relevos ha facilitado, seg¨²n denuncia el a¨²n embajador en B¨¦lgica, que hasta en alg¨²n tabloide brit¨¢nico se haya difundido la versi¨®n de que su cese ha sido un castigo por su inoportuna somnolencia.