Sant Jordi entra en cuarentena y apunta a julio

El sector del libro en Catalu?a, como gato panza arriba, se resiste a lo que parecer¨ªa una evidencia: la suspensi¨®n de la diada de Sant Jordi por los efectos de las medidas contra el coronavirus. Una prueba de ello la acaba de dar la Cambra del Llibre de Catalunya que anoche acord¨®, de momento, poner la festividad s¨®lo en cuarentena, como avanz¨® este diario, y casi parti¨¦ndola en dos: por un lado, todo el ritual callejero de firmas de libros y de tenderetes...

El sector del libro en Catalu?a, como gato panza arriba, se resiste a lo que parecer¨ªa una evidencia: la suspensi¨®n de la diada de Sant Jordi por los efectos de las medidas contra el coronavirus. Una prueba de ello la acaba de dar la Cambra del Llibre de Catalunya que anoche acord¨®, de momento, poner la festividad s¨®lo en cuarentena, como avanz¨® este diario, y casi parti¨¦ndola en dos: por un lado, todo el ritual callejero de firmas de libros y de tenderetes se aplaza y se traslada a una jornada ¡°antes de las vacaciones de verano¡±, mientras que deja entreabierta una remota posibilidad de que el mismo 23 de abril se realice ¡°redimensionada¡±, siempre sin esas firmas y la dimensi¨®n callejera y limitado s¨®lo al interior de las librer¨ªas ¡°si las autoridades sanitarias hubiesen levantado la prohibici¨®n del cierre¡± de esas tiendas, en el marco de una apertura paulatina de comercios. Oficiosamente, sin embargo, esa opci¨®n se da por pr¨¢cticamente imposible cuando faltan cinco semanas para el 23 de abril, por lo que la diada quedar¨ªa limitada a esa ¨²nica jornada veraniega del libro, probablemente en julio.

La gran virtud del d¨ªa de libro y de la rosa, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, est¨¢ siendo, parad¨®jicamente, su tal¨®n de Aquiles: los cerca de entre 1,2 y 1,5 millones de personas que colapsan literalmente el centro de la ciudad a la caza de la flor y del libro firmado por su autor hace inviable su convocatoria por razones sanitarias en plenas ¨®rdenes gubernamentales de confinaci¨®n.

Consciente de la magia y de lo irrepetible de la jornada, pero por ello tambi¨¦n de lo delicado que resulta su traslado en el calendario cuando alguna festividad le ha obligado ello, el sector se obstina en no descartar oficialmente la opci¨®n de un Sant Jordi light, a realizar sin las tradicionales paradas en las calles ni la presencia de los escritores firmando ejemplares en ellas. Esa jornada por determinar ser¨ªa ¡°antes de las vacaciones de verano¡±, seg¨²n la nota.

La discusi¨®n ahora estar¨ªa en la idoneidad de aprovechar o no los d¨ªas pr¨®ximos a la verbena de Sant Joan para esa jornada, si bien hay dos obst¨¢culos para ello: por un lado, la idiosincrasia de una fiesta, la de la entrada del verano, que comporta una liturgia propia y una tradici¨®n de desplazamiento notable; por otro, el temor a que sea a¨²n una fecha demasiado pr¨®xima a una hipot¨¦tica suspensi¨®n de la cuarentena masiva. Para evitar una eventualidad as¨ª, la Feria del Libro de Madrid, que deb¨ªa celebrarse en mayo, salt¨® directamente a octubre.

Fuentes de la Cambra del Llibre manifestaron ayer a este diario que la cita en junio ¡°es muy justa¡± y se inclinan a optar por un d¨ªa de julio. ¡°En cualquier caso, no hay prisa: veremos c¨®mo evolucionan los acontecimientos y decidiremos: con s¨®lo un mes podemos organizar un d¨ªa del libro¡±.

Para el resto de la hipot¨¦tica diada el mismo 23 de abril, se conf¨ªa en que las autoridades permitan que las librer¨ªas estuvieran abiertas, si bien con medidas higi¨¦nicas y controles de acceso que redujeran las aglomeraciones. Esa opci¨®n se ampara parcialmente en la petici¨®n que la Federaci¨®n de C¨¢maras del Libro (FEDECALI) hizo llegar el pasado lunes al Ministerio de Cultura su petici¨®n de medidas excepcionales para el sector, entre ellas que se mantenga y se permita ¡°la apertura de las librer¨ªas".

Editores y distribuidores defend¨ªan esa posibilidad de aperturas de librer¨ªas el 23 de abril, pero especialmente con m¨¢s fuerza los libreros, quiz¨¢ los m¨¢s afectados de toda la cadena del libro, si cabe, porque su trascendencia econ¨®mica les es vital: en unas 14 horas se venden 1,64 millones de libros, con un valor de 22,16 millones de euros. Unas cifras que, seg¨²n la ubicaci¨®n y la tipolog¨ªa de la tienda, pueden llegar a suponer del 7% al 30% de la facturaci¨®n anual de una librer¨ªa... en un solo d¨ªa.

13 millones de urgencia

Asistentes a la reuni¨®n manifestaron el clima de ¡°unidad absoluta, como hac¨ªa a?os que no se ve¨ªa¡± que rein¨® ayer entre los distintos sectores de la Cambra del Llibre, compuesta por representantes del Gremio de Editores de Catalu?a, la Associaci¨® d¡¯Editors en Llengua Catalana, el Gremio de Distribuidores de Publicaciones y el Gremio de la Industria y la Comunicaci¨®n Gr¨¢fica, que mantuvieron su encuentro de forma telem¨¢tica.

En el comunicado se hace hincapi¨¦ en el delicado momento por el que atraviesa el sector en Catalu?a por la crisis del coronavirus, por lo que han propuesto a la Generalitat que los 13 millones de euros con que la instituci¨®n tiene previsto incrementar la partida de Cultura en los pr¨®ximos presupuestos vayan destinados directamente a mitigar el impacto del Covid-19 en el sector cultural.