Los ¨²ltimos vestigios del Riviera
Las excavadoras trabajan para acabar de demoler el que fuera el mayor prost¨ªbulo de Espa?a reducido ahora a monta?as de escombros
Cuando las gigantescas excavadoras eliminen los ¨²ltimos cimientos, ya no quedar¨¢ nada del Hotel Riviera que durante casi 15 a?os tuvo el dudoso honor de ser el mayor prost¨ªbulo de Espa?a. A¨²n no se sabe que se construir¨¢ en la gran explanada que estos d¨ªas se ha convertido en la meta del peregrinaje de los vecinos y en el decorado para innumerables selfies. Los trabajadores dicen que la propiedad ya tiene el permiso para construir un hotel, pero dada la situaci¨®n generada por la pandemia, es posible...
Cuando las gigantescas excavadoras eliminen los ¨²ltimos cimientos, ya no quedar¨¢ nada del Hotel Riviera que durante casi 15 a?os tuvo el dudoso honor de ser el mayor prost¨ªbulo de Espa?a. A¨²n no se sabe que se construir¨¢ en la gran explanada que estos d¨ªas se ha convertido en la meta del peregrinaje de los vecinos y en el decorado para innumerables selfies. Los trabajadores dicen que la propiedad ya tiene el permiso para construir un hotel, pero dada la situaci¨®n generada por la pandemia, es posible que modifique el proyecto apostando por un edificio de viviend
as o un supermercado. Aun derribado, el Riviera contin¨²a envuelto en el misterio.
Situado en la C-31, la autov¨ªa de Castelldefels, a unos 500 metros del Canal Ol¨ªmpico, el Riviera funcion¨® como hotel hasta mediados de los 90 cuando fue vendido para convertirse en club con habitaciones. En su ¨¦poca dorada, cuando incluso recib¨ªa autobuses de turistas, el c¨¦lebre burdel lleg¨® a acoger m¨¢s de 150 trabajadoras y se dec¨ªa que su facturaci¨®n superaba los 16 millones al a?o. Su presencia en Castelldefels motiv¨® la aparici¨®n de nuevos negocios, el incremento de la flota de taxi y la multiplicaci¨®n de peluquer¨ªas y esteticistas, pero tambi¨¦n protestas vecinales y graves episodios de corrupci¨®n que salpicaron a la polic¨ªa y al Ayuntamiento y finalmente motivaron su cierre en 2009, junto con el hotel Saratoga, otro prost¨ªbulo cercano.
Los propietarios fueron condenados a penas de casi 10 a?os por la Audiencia de Barcelona. El Supremo despu¨¦s redujo esa condena a dos a?os y rebaj¨® notablemente las de los polic¨ªas implicados en la red que proteg¨ªa a los prost¨ªbulos a cambio de regalos.15 acusados fueron absueltos. El Ayuntamiento le retir¨® la licencia por su proximidad a centros escolares al mismo tiempo que la Audiencia Nacional vet¨® su venta al investigar el patrimonio de sus due?os en otra causa posterior.
Debido a esta prohibici¨®n y a la crisis que afect¨® al sector de la construcci¨®n, el Riviera permaneci¨® m¨¢s de 10 a?os en el abandono. Primero fue saqueado a conciencia y seg¨²n los vecinos este fue el periodo m¨¢s peligroso, ya que durante su etapa como burdel, un ej¨¦rcito de vigilantes se encargaba de que todo pasase en silencio y de puertas para dentro. Durante a?os, los vecinos vieron como sus instalaciones, desde los sanitarios hasta elementos de hierro pasando por cables el¨¦ctricos, eran desmanteladas durante la noche. Todo lo aprovechable fue robado, mientras la basura se acumulaba y colonias de gatos y ratones se adue?aban del lugar.
Los grafiteros empezaron a usarlo como terreno de aprendizaje y los exploradores de lugares abandonados que encierran historias truculentas y misteriosas lo convirtieron en un lugar de referencia. En YouTube hay decenas de v¨ªdeos que recogen sus recorridos diurnos y sobre todo nocturnos con incidentes y sustos incluidos en tiempo real, cuando los exploradores se topaban con alg¨²n que otro hu¨¦sped imprevisto.
Todo esto pas¨® hasta que a finales de febrero empez¨® la demolici¨®n, que se interrumpi¨® abruptamente el 13 de marzo cuando la pandemia detuvo nuestras vidas. El Riviera transcurri¨® sus ¨²ltimos meses en ruinas y con las tripas abiertas hasta hace dos semanas cuando los trabajos fueron reanudados y r¨¢pidamente lo convirtieron en una monta?a de escombros. Una vez m¨¢s se habla del Riviera en el barrio y en la prensa, pero esta vez es para especular sobre el futuro del solar. Hay incluso quien conf¨ªa en un proyecto que prev¨¦ abrir comercios y pacificar la C-31, para hacerla de un solo carril de modo que se pueda cruzar como anta?o. De todos modos har¨¢n falta muchos a?os m¨¢s para que se pierda del todo el recuerdo del prost¨ªbulo que fue.