¡°Los de fuera¡± invaden la Cerdanya
Las contradicciones de la pandemia provocaron que los ceretanos que suplicaron el cierre de la comarca acabaran reclamando la vuelta de los ¡®segundos residentes¡¯
¡°Debemos tomar medidas antes de que sea tarde. Hay que construir una iniciativa enfocada al comercio y el turismo. Hay que recordar a la gente que tenga civismo. Que suban a la Cerdanya me parece bien. Tienen todo el derecho a venir de vacaciones como han hecho otros a?os, pero que vayan por dentro del Carrefour como si fuese Port Aventura con la pareja, cuatro ni?os, la abuela, el cu?ado y la suegra me parece fatal¡±. As¨ª denunciaba uno de los vecinos de la Cerdanya, en la cuenta de Facebook del alcalde de Puigcerd¨¤, Albert Pi?...
¡°Debemos tomar medidas antes de que sea tarde. Hay que construir una iniciativa enfocada al comercio y el turismo. Hay que recordar a la gente que tenga civismo. Que suban a la Cerdanya me parece bien. Tienen todo el derecho a venir de vacaciones como han hecho otros a?os, pero que vayan por dentro del Carrefour como si fuese Port Aventura con la pareja, cuatro ni?os, la abuela, el cu?ado y la suegra me parece fatal¡±. As¨ª denunciaba uno de los vecinos de la Cerdanya, en la cuenta de Facebook del alcalde de Puigcerd¨¤, Albert Pi?eira, la relajaci¨®n en las medidas de distanciamiento social.
El primer edil publica peri¨®dicamente en su cuenta el parte que proporciona el Hospital de la Cerdanya sobre los enfermos de covid. Esa publicaci¨®n siempre da lugar a comentarios que basculan en tres sentidos. Por un lado, los que acusan a ¡°los de fuera¡± de haber llevado la infecci¨®n a la comarca. En Puigcerd¨¤, la expresi¨®n ¡°los de fuera¡± va dirigida a las hordas de barceloneses procedentes de barrios pudientes ¡ªy otros no tanto¡ª, algunos de ellos ataviados con polo, su¨¦ter anudado al cuello, n¨¢uticos y peinado a raya. Ellos son ¡°los de fuera¡± que invaden ¡ªfines de semana, vacaciones y confinamientos obligados¡ª una comarca con un hospital con dificultades para asumir una poblaci¨®n que se multiplic¨® durante la pandemia.
El segundo tipo de comentarios entra dentro de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Siempre hay un vecino que ha hecho cuentas y denuncia que hay muchos m¨¢s contagiados de los que resalta el parte m¨¦dico. Los conoce con nombres y apellidos y, a su juicio, el hospital est¨¢ ocultando informaci¨®n. Por ¨²ltimo, est¨¢ quien intenta identificar a alguno de los infectados por el coronavirus. Da pistas sobre la profesi¨®n, nacionalidad¡
El ¨²ltimo parte del Hospital de la Cerdanya es de ayer. Pi?eira destaca: ¡°No hay ning¨²n paciente ingresado con covid-19 ni ning¨²n ingresado pendiente de diagn¨®stico¡±. Desde el inicio de la pandemia el hospital detect¨® 57 positivos de los que 39 estuvieron ingresados en Puigcerd¨¤, 5 fueron trasladados a otros centros de Catalu?a, 1 a un hospital franc¨¦s y 34 en sus domicilios. Una persona falleci¨® como consecuencia del virus. Si a los datos del Hospital de la Cerdanya se le a?aden los del resto de los centros de salud de la comarca suman 80 contagiados, lo que supone que por cada 10.000 habitantes hay casi 44 casos.
Cuando se decret¨® el estado de alarma ¡ªy entonces el marcador de contagiados en la comarca estaba a cero¡ª, fueron muchos los que pusieron rumbo a la Cerdanya donde el confinamiento se antojaba m¨¢s llevadero en casas a cuatro vientos, terrenos ventilados, vistas a las monta?as y calefacci¨®n de gasoil. Los ceretanos pusieron el grito en el cielo: ¡°Est¨¢n trayendo el virus¡±. Fue tal la psicosis que ayuntamientos como el de Puigcerd¨¤ o el de Ll¨ªvia cerraron con bloques de hormig¨®n carreteras secundarias. Hab¨ªa que poner freno a ¡°los de fuera¡± que, algunos salt¨¢ndose la legalidad, pod¨ªan llevar la enfermedad al Pirineo. Algunos vecinos llegaron a pedir que se cerrara el T¨²nel del Cad¨ª, pero la principal v¨ªa de enlace con Barcelona siempre estuvo abierta.
Pasado el miedo y rechazo inicial, en cuanto comenzaron a pasarse las fases del confinamiento, el mensaje cambi¨®. Los que no quer¨ªan ni ver a los de Barcelona reclamaron la vuelta de los mismos lo antes posible.
Barcelona est¨¢ hoy pagando el error de basar su econom¨ªa en el turismo. En la Cerdanya llevan d¨¦cadas viviendo de las segundas residencias de los habitantes de la capital catalana. Y lo cierto es que con las fronteras a medio cerrar, la comarca pirenaica ¡ªa diferencia de la capital catalana¡ª ha recuperado r¨¢pido la presencia de visitantes. Se han normalizado los paseos con polos, su¨¦teres colgados al cuello, n¨¢uticos y peinado a raya complementados con mascarillas m¨¢s o menos fashion.
El Ayuntamiento de Puigcerd¨¤ y otras entidades han surtido del gel hidroalcoh¨®lico m¨¢s pringoso a los comercios de la zona. Las fiestas se han suspendido este verano. Los campos de h¨ªpica y golf siguen abiertos, a diferencia del tren, que no funcionar¨¢ por reparaci¨®n hasta, como m¨ªnimo, febrero. La poblaci¨®n de la Cerdanya aumenta d¨ªa a d¨ªa este verano. El hospital mantiene una capacidad insuficiente para los de aqu¨ª y ¡°los de fuera¡±.