Mireia C. Saladrigues propone otras formas de ver exposiciones
La artista plasma en una serie de obras su investigaci¨®n sobre las potencialidades de las visitas virtuales
¡°Una exposici¨®n ya no es solo algo f¨ªsico, sus prolongaciones e iniciativas digitales la diseminan y hacen visitable casi en cualquier momento y lugar. Esto se viene investigando desde hace una d¨¦cada, pero con el impacto de la pandemia se ha intensificado y convertido en algo imprescindible¡±. Lo afirma Mireia C. Saladrigues, que estudia desde hace a?os los l¨ªmites del formato expositivo tradicional y los comportamientos no convencionales en espacios art¨ªsticos, experimentando con tecnolog¨ªa digital...
¡°Una exposici¨®n ya no es solo algo f¨ªsico, sus prolongaciones e iniciativas digitales la diseminan y hacen visitable casi en cualquier momento y lugar. Esto se viene investigando desde hace una d¨¦cada, pero con el impacto de la pandemia se ha intensificado y convertido en algo imprescindible¡±. Lo afirma Mireia C. Saladrigues, que estudia desde hace a?os los l¨ªmites del formato expositivo tradicional y los comportamientos no convencionales en espacios art¨ªsticos, experimentando con tecnolog¨ªa digital, rob¨®tica e inteligencia artificial.
Sin embargo lo que hasta hace poco pertenec¨ªa al ¨¢mbito de la especulaci¨®n art¨ªstica e intelectual, con el coronavirus se ha convertido en una problem¨¢tica acuciante. En las Nits de CaixaForum, Saladrigues estren¨® Gestos Prot¨¦ticos, una obra que propone una nueva forma de moverse en una exposici¨®n a trav¨¦s de la performance de tres bailarines armados de c¨¢maras que ofrecen vistas inesperadas de la muestra D¨®nde estamos. D¨®nde podr¨ªamos estar, que en principio se puede visitar hasta el 1 de noviembre en CaixaForum. Que nadie espere una visita did¨¢ctica al uso, Gestos prot¨¦ticos es una obra aut¨®noma que interact¨²a con la exposici¨®n comisariada por Diana Guijarro.
La g¨¦nesis de la pieza, disponible en el Agora Virtual de CaixaForum, es extra?a como todo lo que est¨¢ pasando desde marzo, pero resulta muy representativa de la importancia cada vez mayor que va cobrando la virtualidad, para el disfrute del arte y la cultura. ¡°Ten¨ªa que ser una actividad presencial, en el marco del programa paralelo Esto no es una visita, dise?ado por Mar¨ªa Canuda, pero la pandemia oblig¨® a cancelarlo. As¨ª con Canuda decidimos dar la vuelta a mi proyecto Una representaci¨®n inespec¨ªfica, que consiste en una performance basada en la recuperaci¨®n de la memoria de los movimientos de los visitantes en un museo¡±, explica Saladrigues, que plasm¨® la nueva propuesta contrarreloj.
¡°Ya vivimos una vida prot¨¦tica, visitamos exposiciones, las documentamos con nuestros m¨®viles y las compartimos a trav¨¦s de las redes sociales, todo en tiempo real. En este caso los bailarines Olga ?lvarez, Pere Faura y Clara Tena, se mueven con unas c¨¢maras pegadas a sus cuerpos, de modo que sus grabaciones son una prolongaci¨®n de sus movimientos y permiten ver nuevos e inesperados detalles de las obras¡±, contin¨²a la artista, que lleva ya tres a?os participando en una exposici¨®n de realidad virtual, la de este a?o es Invisible forces, en el futuro edificio de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Helsinki, donde est¨¢ haciendo el doctorado.
Fue con esta universidad que en 2017, en el Research Pavillon de la Bienal de Venecia present¨® Virtual Tour, una visita virtual realizada a trav¨¦s de la mirada del robot que utiliza Google para poner online museos y muestras de arte, replicado por la artista. El robot, que se encuentra en Barcelona listo para nuevas visitas, invita a la reflexi¨®n sobre el sentido de reproducir en el espacio virtual no s¨®lo las obras, sino tambi¨¦n las convenciones y reglas t¨¢citas del mundo f¨ªsico, como la distancia. La obra explora una muestra a trav¨¦s de diversas estrategias: una descripci¨®n textual, una visita virtual tradicional a 360? y una versi¨®n ¡°gamificada¡±, seg¨²n el t¨¦rmino acu?ado por Saladrigues, que ha transformado la muestra en un videojuego donde adem¨¢s de visitar la exposici¨®n, es posible cambiar el color de las paredes, romper a martillazos las piezas que no gustan, ojear un libro o incluso robarlo. ¡°En 2017 era un tema totalmente experimental que lindaba con el terreno de la fantas¨ªa, ahora forma parte de la realidad y esta situaci¨®n sanitaria, que parece destinada a prolongarse, nos impulsa a explorar todas sus potencialidades¡±, concluye la artista.