Los negocios chinos, al l¨ªmite
Los empresarios asi¨¢ticos de Barcelona reducen un 80% sus ingresos por la crisis del coronavirus, aunque ninguno se plantea bajar la persiana
En Barcelona viven 50.000 chinos, 100.000 en toda Catalu?a y 250.000 en Espa?a. El coronavirus ha envestido la ambici¨®n de los empresarios chinos. En la capital catalana fueron los primeros negocios que bajaron las persianas en marzo. De hecho, la mayor¨ªa de los vecinos chinos de la ciudad comenzaron a saber que algo iba mal el 23 de enero cuando recibieron la not...
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En Barcelona viven 50.000 chinos, 100.000 en toda Catalu?a y 250.000 en Espa?a. El coronavirus ha envestido la ambici¨®n de los empresarios chinos. En la capital catalana fueron los primeros negocios que bajaron las persianas en marzo. De hecho, la mayor¨ªa de los vecinos chinos de la ciudad comenzaron a saber que algo iba mal el 23 de enero cuando recibieron la noticia de la pandemia en a trav¨¦s de We Chat (el WhatsApp chino). Muchos empezaron entonces a autoconfinarse. Ahora, comienzan a abrir t¨ªmidamente sus negocios. No cuentan con muchas ayudas, pero una de ellas es el proyecto Xeix, un plan municipal que incorpora a la poblaci¨®n china a la vida asociativa del barrio barcelon¨¦s del Fort Pienc, donde trabajan la mayor¨ªa de ellos.
EL PA?S ha entrevistado a algunos de los empresarios chinos en Barcelona. La situaci¨®n es mala, pero ninguno de ellos tirar¨¢ la toalla. Intentan negociar alquileres y mantiene a trabajadores en ERTE. Desistir no es una opci¨®n.
Toni Zhang es uno de responsables de la asesor¨ªa El Cim, que gestiona tr¨¢mites y solicitudes fiscales y laborales a empresarios chinos. ¡°Hay pocos compatriotas que cierran sus negocios. La palabra crisis en chino significa riesgo, pero tambi¨¦n oportunidad. Ante una dificultad siempre hay un reto¡±, advierte Zhang. El gestor conoce a la perfecci¨®n la psicolog¨ªa de sus clientes: ¡°Cuando los chinos abrimos un negocio lo hacemos con toda la familia. Cada uno sabe cu¨¢l es su funci¨®n. Ahora hay negocios que no van bien, por ejemplo los de u?as, pero hay otros que funcionan, como las cafeter¨ªas o las importaciones¡±.
Hsieh Hsiu Ying inaugur¨® la escuela de m¨²sica, danza e idiomas Moz-Art en septiembre de 2015, en el paseo Sant Joan. Hasta entonces, esta pianista daba clases particulares. En cuatro a?os consigui¨® 120 alumnos en su escuela, la mayor¨ªa de origen chino. ¡°La pasada Navidad muchos chinos se fueron de vacaciones a su pa¨ªs. El 23 de enero nos lleg¨® la noticia de la pandemia y los que hab¨ªan estado en China se autoconfinaron. Hab¨ªa mucho miedo y los ni?os dejaron de venir a la escuela y al colegio¡±, recuerda Ying. ¡°?ramos 10 profesores y ahora somos tres. Conservo la mitad de alumnos¡±, lamenta la directora de Moz-Art. Ying cree que los chinos tienen mucho m¨¢s miedo a la pandemia que el resto. Para acceder a su escuela no solo es necesario el uso de mascarilla y gel alcoh¨®lico, sino tambi¨¦n desinfectante en la suela de los zapatos. ¡°Ahora doy clases individuales y tengo muy pocos grupos. Mi negocio est¨¢ en riesgo. Tard¨¦ dos a?os en encontrar este local. Pago 3.000 euros al mes, compr¨¦ pianos e hice una reforma que me cost¨® 100.000 euros y ahora no hay manera que me rebajen un poco el alquiler. No abandonar¨¦ porque los negocios suben y bajan, pero ojal¨¢ que esta crisis acabe pronto¡±, lamenta la directora de la escuela.
Niping Qiuzheng era el propietario de una franquicia de panader¨ªa muy cerca de Arc del Triomf. Su sue?o era ser el propietario de un ¡°restaurante espa?ol de comida mediterr¨¢nea¡±. En 2018 reform¨® la panader¨ªa y la convirti¨® en el restaurante La Triunfal. A principios de 2020, ten¨ªa 21 trabajadores y todo iba sobre ruedas. "En febrero el negocio redujo la facturaci¨®n un 80%. ¡°Tengo a la mayor¨ªa de trabajadores en ERTE y ahora llevamos el negocio cinco personas, entre ellos, mi mujer y yo¡±, advierte. Justo antes del estado de alarma serv¨ªa 120 men¨²s diarios cada mediod¨ªa. ¡°Ahora hay muchas oficinas que est¨¢n teletrabajando y no hay turismo¡±, lamenta. Pese a ello es optimista y espera que la crisis pase r¨¢pido. ¡°Lo que s¨ª tengo claro es que se ha acabado la llegada de compatriotas para comprar patrimonio. Ya no se f¨ªan de Espa?a. Muchos chinos que viven aqu¨ª se van de vacaciones y les ocupan los pisos, esto no puede seguir as¨ª¡±, denuncia. Qiuzheng tampoco est¨¢ dispuesto a tirar la toalla: ¡°He invertido mucho dinero e ilusi¨®n. Antes, los chinos solo abr¨ªamos restaurantes de comida china y viv¨ªamos encerrados en nosotros mismos. Yo abr¨ª La Triunfal para expandirme en todo el mundo y el coronavirus no me va a distraer¡±.
Miedo al contagio
Jenifer Cheng es la hija del propietario del restaurante Da Zhong en la calle Al¨ª Bei. El Da Zhong es un establecimiento de comida tradicional t¨ªpica de la regi¨®n de Sichuan que abri¨® en el centro de la ciudad en 2014. ¡°El 85% de nuestros clientes son chinos. En enero, en cuanto llegaron las noticias del virus, cay¨® la clientela un 60%¡±, recuerda Cheng. Ten¨ªan una docena de trabajadores que se fueron despidiendo: ¡°Muchos tienen ni?os peque?os. Para venir a trabajar cog¨ªan el metro, ten¨ªan miedo a contagiarse y se fueron¡±. A principios de marzo el miedo se apoder¨® de la familia Cheng y cerraron el negocio. ¡°Han ca¨ªdo los ingresos un 80% de lo que recaud¨¢bamos antes de la pandemia. Los empresarios chinos sabemos perfectamente lo que tenemos que recaudar al d¨ªa. Si no lo hacemos, al d¨ªa siguiente hay que ganar m¨¢s. Pero ahora el ¨²nico plan es aguantar al pie del negocio¡±.