?Al Tibidabo! ?Al Tibidabo!
¡°Todo est¨¢ listo para abrir, lo ¨²nico que nos falta son los ni?os¡±, explica un responsable del parque de atracciones barcelon¨¦s
Nadie en la Atalaya. Nadie en el avi¨®n rojo. Nadie gritando en la casa de Freddy Krueger. Los autos de choque se concentran en el medio de la pista. Parados. Y los puestos de comida mantienen la persiana bajada. Como parados est¨¢n la monta?a rusa, el barco pirata y el carrusel. Llueve esta ma?ana de mi¨¦rcoles en Barcelona. Una m¨¢s, de tantas ma?anas de pandemia, en las que el Tibidabo sigue cerrado. El Tibidabo y tantas otras cosas. La lluvia deja paso a la niebla, una niebla blanca que no permite ver la ciudad. Me quejo. Un poco. Me lamento. ¡°Pero, oye¡±, dice un trabajador, ¡°nada de cr¨®nicas ...
Nadie en la Atalaya. Nadie en el avi¨®n rojo. Nadie gritando en la casa de Freddy Krueger. Los autos de choque se concentran en el medio de la pista. Parados. Y los puestos de comida mantienen la persiana bajada. Como parados est¨¢n la monta?a rusa, el barco pirata y el carrusel. Llueve esta ma?ana de mi¨¦rcoles en Barcelona. Una m¨¢s, de tantas ma?anas de pandemia, en las que el Tibidabo sigue cerrado. El Tibidabo y tantas otras cosas. La lluvia deja paso a la niebla, una niebla blanca que no permite ver la ciudad. Me quejo. Un poco. Me lamento. ¡°Pero, oye¡±, dice un trabajador, ¡°nada de cr¨®nicas tristes, eh¡ que estamos a punto y preparados para cuando nos den el pistoletazo de salida¡±.
Correcto. Rebobinamos. Arranca esta cr¨®nica de nuevo.
Quiero volver a las sillas voladoras. Cuando era ni?a siempre empezaba el parque por abajo. Suficiente adrenalina, sin llegar a rozar el miedo, con el gustazo del aire y de disponer de Barcelona en la suela de los zapatos. Era una imagen del verano. Del algod¨®n de az¨²car rosa claro. De las faldas plisadas y las sandalias. De la felicidad. Hoy las sillas voladoras siguen ah¨ª. Paradas desde que se decret¨® el confinamiento el pasado mes de octubre. Las miro tras mi mascarilla gris: limpias y listas para volver a volar.
El Tibidabo alza ahora su voz: est¨¢ preparado para arrancar de nuevo. Como lo est¨¢, tambi¨¦n, Port Aventura, otro templo del disfrutar. Otros ya lo han hecho. Salvo en Catalu?a, los parques tem¨¢ticos hace semanas que pueden abrir con limitaciones de aforo, pero sufren una ca¨ªda de la afluencia por las restricciones de movimiento entre comunidades. En Andaluc¨ªa, cuenta Eva S¨¢iz, la asociaci¨®n de feriantes ha puesto en marcha Viva Park, un parque de atracciones m¨®vil e itinerante que pretenden instalar en las ciudades que est¨¦n de fiesta. Este domingo cierra sus puertas despu¨¦s de un mes instalado en Sevilla y la siguiente parada ser¨¢ Jerez. En Madrid, el parque Warner abre los fines de semana con una limitaci¨®n del 60%. Para contrarrestar las p¨¦rdidas, la Asociaci¨®n Espa?ola de Parques de Atracciones y Tem¨¢ticos (AEPA) reclama una reducci¨®n del IVA al 10% para el sector, equipar¨¢ndolo con ocio y cultura, as¨ª como una suavizaci¨®n de las restricciones de movimiento para estimular la afluencia de visitantes.
Pero volvamos al paseo matutino. ¡°Todo est¨¢ listo para abrir, lo ¨²nico que nos falta son los ni?os. Tenemos listo el certificado de covid free. Y tenemos que recuperar muchas sonrisas, ese es nuestro lema¡±, explica David Gonz¨¢lez, responsable de ¨¢rea de experiencia a clientes. Gonz¨¢lez dice que este ser¨¢ un a?o muy especial, porque se celebra el 120 aniversario del parque, pero tambi¨¦n por la inauguraci¨®n del tranv¨ªa. ¡°Cambia la filosof¨ªa del parque con el estreno de la Cuca de Llum, un transporte s¨²per ecol¨®gico que ser¨¢ la nueva puerta de entrada del Tibidabo para que no sea necesario coger el coche particular. De esta forma, pacificamos mucho m¨¢s la monta?a¡±.
En el Tibidabo trabajan unas 150 personas, pero llegan a los 500 en los momentos de m¨¢xima afluencia del verano. Suman unos 700.000 clientes al a?o; eso s¨ª, en uno normal pero no en a?o covid. ¡°Empez¨¢bamos Halloween con mucha ilusi¨®n y lleg¨® el cierre. Y hasta hoy. Al principio de la pandemia ven¨ªa una sola persona al parque. Hemos vivido con la sensaci¨®n de impotencia que hemos tenido todos. Pero todos hemos colaborado a mejorar la situaci¨®n de la pandemia. Y ahora ya nos queda poco, estamos muy ilusionados¡±, explica Rosa Ortiz, directora del Tibidabo. ?Qu¨¦ atracci¨®n ser¨¢ la primera donde se subir¨¢ la directora cuando abran? ¡°Yo creo que en la monta?a rusa. Necesitamos mucho aire¡±.
El mundo se divide tambi¨¦n entre los amantes de los parques de atracciones y los que no. Reconozco que la pasi¨®n se suele enmarcar en una ¨¦poca de la vida que coincide con la descendencia. Con ni?os, los parques saben mucho mejor. El desconfinamiento que estamos a punto de vivir permitir¨¢ a sus fans acudir a estos parques para expulsar la adrenalina. ¡°?Al Tibidabo! ?Al Tibidabo!¡±, animaba la publicidad de La Vanguardia el 23 de junio de 1927 a los barceloneses para que subieran al parque de atracciones de la monta?a m¨¢gica durante la verbena de Sant Joan. El anuncio, encontrado por el periodista Jos¨¦ ?ngel Monta?¨¦s, propon¨ªa disfrutar del ¡°maravilloso espect¨¢culo de las hogueras de la ciudad, vi¨¦ndose desde la Atalaya las de casi toda la provincia de Barcelona. Espl¨¦ndida iluminaci¨®n general, sardanas a las 10 de la noche y castillo de fuegos artificiales a las 12¡±. El anuncio recordaba que todas las atracciones estaban abiertas, como el Ferrocarril A¨¦reo, el Museo de la Guerra, el Tren de Monta?a... ¡°y tranv¨ªas toda la noche¡±. Una invitaci¨®n en toda regla para disfrutar del parque. Y eso es lo que toca, en cuanto las autoridades lo permitan: Regresar al Tibidabo.