La noche de los museos fue de d¨ªa
Result¨® revitalizador que un p¨²blico abundante volviera a acudir a los centros, pero el horario desluci¨® la convocatoria
La tradicional Nit dels Museus ha podido celebrarse el s¨¢bado por fin de manera presencial en 70 centros de Barcelona y el ¨¢rea metropolitana, aunque con las limitaciones de aforo y horario a las que a¨²n obliga la pandemia. As¨ª, la actividad empez¨® a las seis de la tarde, a plena luz del d¨ªa, y acab¨® a las diez de la noche, con lo que tuvo escaso tiempo de esa nocturnidad que proporciona identidad y gracia especiales a la convocatoria.
La experiencia de visitar los museos de noche, con lo que tiene de m¨¢gico y diferente, se redujo pr¨¢cticamente a media hora escasa, pues muchos museos, c...
La tradicional Nit dels Museus ha podido celebrarse el s¨¢bado por fin de manera presencial en 70 centros de Barcelona y el ¨¢rea metropolitana, aunque con las limitaciones de aforo y horario a las que a¨²n obliga la pandemia. As¨ª, la actividad empez¨® a las seis de la tarde, a plena luz del d¨ªa, y acab¨® a las diez de la noche, con lo que tuvo escaso tiempo de esa nocturnidad que proporciona identidad y gracia especiales a la convocatoria.
La experiencia de visitar los museos de noche, con lo que tiene de m¨¢gico y diferente, se redujo pr¨¢cticamente a media hora escasa, pues muchos museos, como el Picasso, dejaron de permitir la entrada ya a partir de las 21.30 horas. Tampoco fue f¨¢cil acceder a los centros libremente, dado que la mayor¨ªa exig¨ªan cita previa. De todas formas, result¨® revitalizador que el p¨²blico en los museos volviera a ser abundante e incluso se formaran algunas colas. En ese aspecto al menos la experiencia se revel¨® positiva.
A las seis y media reinaba una gran animaci¨®n a la entrada del Museu de Arqueologia de Catalunya (MAC) en Barcelona. Una veintena de soldados romanos bajo el mando de un legado y un centuri¨®n y con el aquil¨ªfero, el portaestandarte, al frente, tocado con la tradicional piel de lobo, hac¨ªan una musculada demostraci¨®n de la forma de luchar de las legiones. La escena era de un gran realismo, si no se ten¨ªan en cuenta las mascarillas que llevaban los legionarios. Decenas de personas, incluidos dos mossos d¡¯esquadra que hab¨ªan detenido el coche patrulla frente al centro (intentando acaso evaluar cu¨¢ntas burbujas componen una cohorte), segu¨ªan atentamente las evoluciones de la tropa, entre ellas la formaci¨®n de la testudo, la tortuga, con los escudos juntos para defenderse.
Era una de las actividades programadas con motivo de la Nit dels Museus, que inclu¨ªa visitas guiadas a la estupenda exposici¨®n en cartel L¡¯enigma iber, arqueologia d¡¯una civilitzaci¨® (hasta enero de 2022). Para acceder al MAC hab¨ªa que hacer un poco de cola, muy llevadera gracias a los legionarios. Dentro, los visitantes disfrutaban de un recorrido con sorpresas como poder o¨ªr hablar en ¨ªbero o escuchar el barritar de los elefantes de An¨ªbal. ¡°Est¨¢ muy animado, pero con el aforo reducido y grupos de 30 personas cada media hora no vamos a conseguir las cifras de antes de la pandemia¡±, suspiraba el director del museo, Jus¨¨p Boya, que admit¨ªa resignado que la Nit dels Museus pierde parte de su encanto al no poder celebrarse en horario nocturno.
En la Fundaci¨®n Mir¨® hab¨ªa una peque?a cola para entrar. Acudir sin cita previa no supon¨ªa un problema. ¡°Nos est¨¢n sobrando entradas¡±, se?alaban en la puerta. Dentro, el museo, que lo ha pasado realmente mal durante la pandemia, estaba bastante concurrido, incluidas la tienda y la cafeter¨ªa, ofreciendo una imagen reconfortante. De Nit dels Museus, por eso, nada. La terraza ofrec¨ªa una vista fant¨¢stica de la ciudad con el cielo azul y mucha luz.
Algo m¨¢s tarde, en el Macba, cuyas calles y terrazas de alrededor estaban muy concurridas, se pod¨ªa acceder directamente si hab¨ªas reservado cita; de no haberlo hecho, ten¨ªas que esperar en una peque?a cola lateral. La luz segu¨ªa sin bajar aunque eran las ocho y media de la tarde.
En el Picasso, a las nueve y media en punto s¨ª que era oscuro, pero ya no dejaban entrar, o sea Nit, pero sin Museus. Peor era delante, donde el Museu Etnol¨°gic i de Cultures del M¨®n (sede Moncada) estaba cerrado a cal y canto. Afortunadamente en el Mar¨¦s, aunque llegaras a las 21.45 a¨²n te dejaban entrar con mucha amabilidad para una visita r¨¢pida. ¡°Es cierto que es una pena que se pierda la magia de las visitas nocturnas¡±, reconoc¨ªa una joven vigilante, ¡°pero peor fue el a?o pasado, es lo que hay, esperemos que el a?o que viene todo vuelva a ser normal¡±.
Realmente ha resultado decepcionante no poder vivir esa experiencia m¨¢gica con su punto transgresor de visitar los museos de noche. Parad¨®jicamente, mientras los museos echaban el cierre apenas anochecido, el resto de la ciudad parec¨ªa en estado de efervescencia, con mucha gente en las calles y la restauraci¨®n abierta. El arte fue el primero en irse a dormir, con horario infantil.