El ¡®Sant Jordi de verano¡¯ muta en Llibrestiu el 15 de julio
Un centenar de librer¨ªas har¨¢n actividades y tendr¨¢n paradas hasta las 11 de la noche
Para paliar el impacto econ¨®mico que comport¨® la suspensi¨®n de la tradicional Diada de Sant Jordi del 23 de abril del a?o pasado en plena pandemia del coronavirus, el sector del libro program¨® para tres meses despu¨¦s, el 23 de julio, una edici¨®n veraniega de la fiesta. Aunque las restricciones dieron entonces tambi¨¦n al traste con buena parte de las actividades de firmas previstas, la iniciativa sorprendi¨® a la Cambra del Llibre de Catalunya, que vio como ...
Para paliar el impacto econ¨®mico que comport¨® la suspensi¨®n de la tradicional Diada de Sant Jordi del 23 de abril del a?o pasado en plena pandemia del coronavirus, el sector del libro program¨® para tres meses despu¨¦s, el 23 de julio, una edici¨®n veraniega de la fiesta. Aunque las restricciones dieron entonces tambi¨¦n al traste con buena parte de las actividades de firmas previstas, la iniciativa sorprendi¨® a la Cambra del Llibre de Catalunya, que vio como la gente se volc¨® y se facturaba casi un 25% del Sant Jordi normal de 2019 (unos cinco millones de euros). Si bien este a?o ha habido ya un 23 de abril mucho m¨¢s tradicional, con paradas en las calles y firmas de autores, el sector ha detectado el fil¨®n y este verano mantendr¨¢ la iniciativa, bajo el ep¨ªgrafe Llibrestiu, convocado estrat¨¦gicamente el jueves 15 de julio, antes del fin de semana que puede marcar el ¨¦xodo vacacional.
Tanto la Cambra del Llibre como el Gremi de Llibreters espera convocar en toda Catalu?a a casi un centenar de librer¨ªas, que podr¨¢n poner paradas en las calles frente a sus tiendas y mantener sus locales abiertos hasta las 11 de la noche, un horario que recuerda a la propuesta que tuvo lugar en Barcelona en octubre de 2018, con una Nit de les Llibreries en el marco de la Bienal del Pensamiento que organiz¨® el Consistorio de la capital catalana.
El gremio de libreros publicar¨¢ en su web la lista de las tiendas participantes y las ubicaciones de las paradas, que no tendr¨¢n, en principio, formato multitudinario ni comportar¨¢n acotaciones grandes de v¨ªas p¨²blicas como en un Sant Jordi tradicional, al menos en Barcelona.
La decisi¨®n de institucionalizar una fiesta del libro en verano ya surgi¨® la misma noche del 23 de julio tras comprobar el ¨¦xito de la convocatoria, como admitieron entonces a este diario los organizadores. Lo que naci¨® como un paliativo de los males econ¨®micos provocados por la covid-19 se ha ido viendo, analizado, como un momento id¨®neo en el calendario para impulsar las ventas. As¨ª, Llibrestiu vendr¨ªa a suplir un hueco promocional de casi cinco meses, los que distan entre la diada de Sant Jordi en abril y la Setmana del Llibre en Catal¨¤, a principios de septiembre, que marca la rentr¨¦e literaria y encamina las ventas hacia la Navidad. De este modo, casi matem¨¢ticamente, el sector en Catalu?a acabar¨¢ teniendo una fiesta promocional para cada trimestre.
Una tipolog¨ªa de compradores m¨¢s cercana a los clientes asiduos de las librer¨ªas que a los m¨¢s ocasionales que conforman la clientela masiva del 23 de abril fue la explicaci¨®n que barajaron los profesionales para justificar tanto el ¨¦xito del Sant Jordi veraniego del a?o pasado como la tipolog¨ªa de los libros adquiridos entonces, mayormente t¨ªtulos de fondo que neutralizaron las novedades. Tampoco fue ajeno el movimiento solidario ciudadano para con el sector, en especial las librer¨ªas, paradigmas entonces del castigado comercio de proximidad por el confinamiento a que oblig¨® la pandemia.