Tortosa no se deshace de su recuerdo franquista
La Generalitat prometi¨® para este verano el derribo del obelisco fascista, pero un juzgado paraliza la retirada
Tortosa sigue luciendo su obelisco franquista en medio del lecho del r¨ªo Ebro, pese a que, sobre el papel, la sentencia de derribo estaba fijada para este pasado fin de semana. La Generalitat hab¨ªa asegurado durante meses que el monumento fascista que conmemora las gestas del bando nacional en la Batalla del Ebro ten¨ªa los d¨ªas contados y busc¨® una fecha simb¨®lica, el 18 de julio, para escenificar la retirada. ¡°No hay excusa¡±, afirm¨® en noviembre del a?o pasa...
Tortosa sigue luciendo su obelisco franquista en medio del lecho del r¨ªo Ebro, pese a que, sobre el papel, la sentencia de derribo estaba fijada para este pasado fin de semana. La Generalitat hab¨ªa asegurado durante meses que el monumento fascista que conmemora las gestas del bando nacional en la Batalla del Ebro ten¨ªa los d¨ªas contados y busc¨® una fecha simb¨®lica, el 18 de julio, para escenificar la retirada. ¡°No hay excusa¡±, afirm¨® en noviembre del a?o pasado Ester Capella, entonces consejera de Justicia, en una visita a Tortosa, donde estuvo acompa?ada del ahora president Pere Aragon¨¨s. Hace un mes, Lourdes Ciur¨®, sustituta de Capella en Justicia, ratific¨® que la retirada ser¨ªa ¡°inminente¡±.
Sin embargo, el plan permanece frustrado por una apresurada intervenci¨®n del juzgado contencioso de Tarragona, que orden¨® paralizar la demolici¨®n atendiendo la reclamaci¨®n de un colectivo de vecinos que defienden que no hay respaldo legal para tumbar el monumento. A la postre, los vecinos que se han agrupado bajo la entidad Corembe lo que persiguen es la conservaci¨®n de la pilastra y, si acaso, que se le d¨¦ una reinterpretaci¨®n.
El grupo defiende que as¨ª lo votaron los electores de Tortosa en un refer¨¦ndum popular convocado por el ayuntamiento en mayo de 2016 y donde las papeletas favorables a conservar la pieza, el mayor recuerdo franquista que sigue en pie en Catalu?a, ganaron sobradamente con el 68% de apoyos. Pese a la contundencia de aquel resultado, el consenso en torno a qu¨¦ hacer con el monumento queda lejos.
¡°Aquella consulta fue una verg¨¹enza tan grande como el propio monumento. Al fascismo no se le consulta, se le combate¡±, critica Ester Baiges, una de las portavoces de la Comisi¨®n por la retirada de los s¨ªmbolos franquistas de Tortosa. Este domingo, en principio la fecha se?alada para el derrumbe, unas 400 personas se concentraron frente al r¨ªo para reclamar la retirada inmediata del recuerdo franquista y para exigirle al ayuntamiento que se posicione y recurra la resoluci¨®n paralizante ordenada por el juzgado de Tarragona.
Tres d¨ªas antes, fueron unos 200 los vecinos que se manifestaron en el mismo punto para defender la permanencia del monumento y reivindicarlo como un s¨ªmbolo de ¡°paz y concordia¡±, a la vez que negaban su car¨¢cter franquista y fascista. ¡°Por ahora no nos consta que el ayuntamiento haya hecho ning¨²n recurso¡±, manifiesta Ester Baiges. En el consistorio gobierna Meritxell Roig¨¦, del PDeCAT, con el apoyo del PSC.
¡°Tortosa no es una plaza f¨¢cil, es una ciudad marcada por el conservadurismo y el caciquismo y cobra valor cuando el territorio se concentra para dar una respuesta clara de rechazo el fascismo¡±, mantiene Ester Baiges. S¨ª ha presentado recurso contra la paralizaci¨®n del derribo el departamento de Justicia de la Generalitat. En el caso que se estimen sus alegatos y se tumben las medidas cautelares ordenadas por el juzgado de Tarragona, est¨¢ todo listo para que la maquinaria empiece a socavar los cimientos del mamotreto que se levanta sobre el r¨ªo.
Mientras la justicia no resuelve, la controversia sigue. ¡°Ha costado mucho llegar hasta aqu¨ª porque ha habido muchas piedras en el camino, hace falta rematar la faena¡±, razona la Comisi¨®n por la retirada de los s¨ªmbolos franquistas. El colectivo Corembe, por contra, se aferra al veredicto que arroj¨® la consulta popular. La Generalitat, por su parte, alerta que paralizar ahora la intervenci¨®n retrasar¨¢ el derribo al menos un a?o porque solo se puede trabajar sobre el lecho del r¨ªo en verano, cuando el caudal es m¨¢s bajo.
Retirar la escultura es un trabajo complejo. La pieza mide 45 metros de altura y se erige sobre una pilastra de hormig¨®n desde la que se alzan dos puntas de hierro. La m¨¢s alta tiene una gran cruz adosada en uno de los ¨¢ngulos coronada por una estatua que representa a un soldado espa?ol guiado por una estrella. La punta peque?a finaliza con la figura de un ¨¢guila con las alas extendidas.