Las ¡®ficheras¡¯ son las reinas del escenario
Paola Bragado retrata la sociedad de M¨¦xico a partir de las fotograf¨ªas de las bailarinas del Barba Azul, un club nocturno de la capital
¡°?Por qu¨¦ se relaciona una stripper con la prostituci¨®n?¡±. Es lo que se pregunt¨® la artista madrile?a Paola Bragado cuando resid¨ªa en la ciudad de Reno (Nevada, Estados Unidos). ¡°Cuando era monitora de snowboard comprob¨¦ que muchas chicas, para pagarse un acceso a las pistas, bailaban en los clubes y discotecas para pagarse la jornada de esqu¨ª¡±, explica. Con el hilo conductor del baile, Bragado comenz¨® su proyecto P¨¢jaras, una exposici¨®n que se basa en las ficheras de M¨¦xi...
¡°?Por qu¨¦ se relaciona una stripper con la prostituci¨®n?¡±. Es lo que se pregunt¨® la artista madrile?a Paola Bragado cuando resid¨ªa en la ciudad de Reno (Nevada, Estados Unidos). ¡°Cuando era monitora de snowboard comprob¨¦ que muchas chicas, para pagarse un acceso a las pistas, bailaban en los clubes y discotecas para pagarse la jornada de esqu¨ª¡±, explica. Con el hilo conductor del baile, Bragado comenz¨® su proyecto P¨¢jaras, una exposici¨®n que se basa en las ficheras de M¨¦xico, mujeres que bailan con hombres en los clubes nocturnos a cambio de una ficha que luego canjean por dinero. La Galer¨ªa Carles Tach¨¦ de Barcelona acoge la muestra de la artista hasta mediados de septiembre.
¡°Desde que empec¨¦ con la fotograf¨ªa me he centrado en retratar a mujeres en situaciones de precariedad o marginaci¨®n social, siempre tomando como punto de partida el baile¡±, se?ala Bragado. Las escenas de la muestra se desenvuelven en el club Barba Azul, ubicado en la Colonia Obrera a pocos minutos de Ciudad de M¨¦xico. El local, meca del cabar¨¦ de anta?o, abri¨® sus puertas hace m¨¢s de medio siglo y mantiene el baile como principal atractivo, aunque ¡°hace tiempo que el club entr¨® en decadencia¡±, apunta la fot¨®grafa.
Para llevar a cabo el proyecto, la autora estableci¨® un juego de roles entre las protagonistas y en el que ella misma tambi¨¦n participaba: ¡°no se trata solo de poner el tr¨ªpode. Lo que a m¨ª me interesaba era ver c¨®mo reaccionamos ellas y yo frente al intercambio que se produce entre nosotras¡±. Bragado, que tambi¨¦n es instructora de yoga, les ense?¨® esta disciplina y luego fueron las ficheras quienes dieron clases de baile a la autora. ¡°Lo que estaba buscando es que ellas fueran las protagonistas de la escena, cuando normalmente son las acompa?antes de los hombres que pagan por bailar con ellas¡±, comenta la fot¨®grafa que realiz¨® sus im¨¢genes entre 2015 y 2020 ¡°siempre protagonizadas por las bailarinas por encima de cualquier estigma o t¨®pico que relacione su profesi¨®n con la prostituci¨®n¡±.
Bragado insiste en no poner la etiqueta de fotograf¨ªa documental a su obra, ya que, adem¨¢s de participar en la escena y modificarla con su presencia, es partidaria de ¡°desmontar la fotograf¨ªa y de cometer errores t¨¦cnicos si hace falta para que la imagen sea el retrato de la realidad desde una perspectiva personal y alejada de lo que hayan podido hacer otros fot¨®grafos¡±. La autora prefiere la c¨¢mara anal¨®gica para ¡°perder el control sobre la escena y que el resultado final sea fruto, incluso, de la sorpresa¡±. ¡°Cuando trabajas con fotograf¨ªa digital, puedes incidir m¨¢s en lo que est¨¢s retratando y modificas aspectos t¨¦cnicos seg¨²n el resultado que ves en la pantalla tras tomar una foto. En anal¨®gico en cambio, siempre hay un componente de sorpresa, nunca sabes c¨®mo va a quedar la imagen hasta que la revelas y consigues mantener la esencia y el protagonismo de la escena¡±. En sus montajes de doble exposici¨®n busca ¡°reflejar el desorden y el anarquismo del d¨ªa a d¨ªa que vive la ciudad¡±.
La formaci¨®n en el ¨¢mbito de pintura que recibi¨® la artista la empuj¨® a experimentar con el pigmento y las diferentes formas de a?adir color a sus fotograf¨ªas, algunas en blanco y negro. Se le ocurri¨® incluir un elemento propio de la cultura mexicana: los bordados otom¨ªes, que cosi¨® encima de las fotograf¨ªas y que, adem¨¢s de aportar relieve a la imagen, contribuyen a extender la gama crom¨¢tica de la exposici¨®n. Sin embargo, el objetivo de introducir estos elementos va m¨¢s all¨¢ de la aportaci¨®n de color: los bordados est¨¢n cosidos en el reverso de la fotograf¨ªa, por lo que el espectador tan solo puede ver un mont¨®n de hilos y nudos que se superponen a la imagen.
¡°El motivo de mostrar esta parte del bordado y no el resultado bonito que todos nos imaginamos es hacer hincapi¨¦ en la parte de la cultura que nadie quiere ver, lo precario, lo feo y lo oculto. Los bordadores, al igual que las ficheras, tambi¨¦n son personas que a menudo viven en situaciones precarias, pero que igualmente su profesi¨®n permite que se siga transmitiendo una parte de la cultura mexicana. Las ficheras permiten que la cultura del baile perviva y los bordadores mantienen las tradiciones otom¨ªes¡±, afirma Paola Bragado tras haber descubierto la realidad de estas mujeres que ahora comparte a trav¨¦s de la exposici¨®n y del libro The Mexicanas.