Las fiestas de La Merc¨¨ arrancan crispadas, con pitos a Colau y con la reivindicaci¨®n de la pregonera
La activista vecinal Custodia Moreno reivindica en su preg¨®n a ¡°la gente de los barrios¡±
La fiesta mayor de Barcelona, La Merc¨¨, ha comenzado este jueves en un ambiente raro y crispado. La decisi¨®n (por razones sanitarias y de aforo, insiste el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau) de cerrar la plaza de Sant Jaume durante el preg¨®n y el toc d¡¯inici, ha provocado cr¨ªticas en los partidos de la oposici¨®n y reducidas, aunque estruendosas, concentraciones de manifestantes pitando a la primera edil ante las vallas, ubicadas en las...
La fiesta mayor de Barcelona, La Merc¨¨, ha comenzado este jueves en un ambiente raro y crispado. La decisi¨®n (por razones sanitarias y de aforo, insiste el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau) de cerrar la plaza de Sant Jaume durante el preg¨®n y el toc d¡¯inici, ha provocado cr¨ªticas en los partidos de la oposici¨®n y reducidas, aunque estruendosas, concentraciones de manifestantes pitando a la primera edil ante las vallas, ubicadas en las estrechas calles que dan a la plaza. Apenas tres centenares de personas frente a los accesos con pitos, bocinas y meg¨¢fonos desde los que han gritado ¡°fuera Colau¡±, o ¡°Colau dimisi¨®n¡±. Por la ma?ana la alcaldesa hab¨ªa acusado a Junts de estar tras las protestas. Tras el preg¨®n, con la m¨²sica sonando y la corporaci¨®n municipal en el balc¨®n, han irrumpido una decena de miembros del sindicato Csif pidiendo mejoras para la plantilla de la Guardia Urbana.
La pregonera, la activista vecinal de Can Bar¨® y el Carmel, Custodia Moreno, ha dedicado su preg¨®n a ¡°la gente de los barrios¡± a la que ha reivindicado. Hasta llegar a preguntarse ¡°?por qu¨¦ somos m¨¢s generosos pagando millones par recuperar una antigua mas¨ªa y otros edificios hist¨®ricos y somos tan r¨¢canos a la hora de valorar las expropiaciones de nuestros barrios¡±. ¡°No podemos pasar por alto la historia de unos barrios que se hicieron a pu?etazos¡±.
La fiesta, en su segundo a?o en pandemia, suma situaciones alejadas de la tranquilidad de otros a?os. Incluso durante el proc¨¦s la Merc¨¨ fue uno oasis. Hay barullo pol¨ªtico (a prop¨®sito del cierre de la plaza, con acusaciones de que Colau la ha cerrado para evitar la pitada por parte de Junts, Ciutadans y PP, cuando todav¨ªa falta un a?o y medio para las elecciones). Vallas en los 22 recintos donde hay actividades de la fiesta. Que es por la pandemia, que obliga a entrar con cita previa y aforos limitados, s¨ª. Pero la imagen de tanto metal gris es m¨¢s agresiva que festiva. Incluso a Ada Colau le han pedido desde el PP que condene ¡°la dictadura cubana¡±, este a?o que La Habana, y sus artistas, son los invitados. ¡°Colau, en Cuba, el arte se censura¡± han gritado desde las vallas ciudadanos cubanos. Otra circunstancia excepcional es la huelga de los trabajadores de Betev¨¦, que ha retransmitido el preg¨®n pero no ha hecho programa especial.
Y mientras, a aguantar la respiraci¨®n con un dispositivo policial sin precedentes para evitar que los botellones sean multitudinarios y que no haya que lamentar que pase a mayores. ¡°Es el primer a?o que antes de que comiencen las fiestas ya tengo ganas de que acabe¡±, dec¨ªa este jueves por la tarde un cargo del Ayuntamiento.
Dos cuestiones, con todo, se han mantenido al margen de todos estos rifirrafes y exigencias sanitarias y de seguridad. El cartel de Malika Favre, celebrado hasta agotar tres ediciones que suman m¨¢s de 20.000 copias. Y la pregonera. En un Sal¨® de Cent con solo 70 personas, para respetar las distancias, al preg¨®n han asistido la presidenta del Parlament, Laura Borr¨¤s; y el de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s.
La l¨ªder vecinal ha evocado su llegada a Barcelona a bordo de ¡°el sevillano¡± el tren con el que viaj¨® desde su Granada natal. De c¨®mo sin esperarlo su familia aterriz¨® en las barracas de Can Bar¨®. De cuando se ¡°bajaba a Barcelona¡±. De cuando no ten¨ªan ni un duro y al pasar por delante de una pasteler¨ªa con su madre y su hermano ¡°segreg¨¢bamos un poco de saliva y segu¨ªamos caminando¡±. Hasta el d¨ªa que su madre les pudo comprar un pastel y de la emoci¨®n llor¨®. Una ciudad, Barcelona, que ¡°tiene una gracia especial¡± hasta para adornar escaparates, y a la que ha dado las gracias, por haberla acogido, ¡°pero que no nos ha regalado nada pero nos ha dado la oportunidad de llegar all¨ª donde nuestra capacidad personal nos ha permitido¡±.
El cap¨ªtulo de los agradecimientos de Moreno ha sido largo: a los trabajadores esenciales durante la pandemia, sanitarios, maestros, trabajadores de supermercado. Tras las gracias, una ristra de las situaciones que le hacen sentir ¡°rabia, mucha rabia¡±. Que la vivienda siga siendo el principal problema de la ciudad, la falta de un parque p¨²blico de alquiler, la violencia de g¨¦nero, que el colectivo LGTBI tenga que seguir luchando, que las pensiones no sean justas, las reacciones de la gente con la nueva inmigraci¨®n¡ y ¡°c¨®mo se justifican los discursos de la extrema derecha¡±. ¡°No bajemos la guardia. Es muy peligroso y no podemos ser ingenuos. Es la hora segadors, ¨¦s la hora de estar alerta¡±, ha concluido replicando la letra de Els Segadors, el himno catal¨¢n.
¡°?Para cuando la acci¨®n pol¨ªtica se adelantar¨¢ a las pancartas?¡±, ha exclamado y ha llamado a no olvidarse de os derechos: a la salud, a la democracia ¡°algo m¨¢s que votar cada cuatro a?os¡±. Moreno ha rechazado ¡°que los barrios se planifiquen desde un despacho, porque el papel lo aguanta todo¡± y la realidad a veces se hace cuesta arriba. Ha llamado a ser solidarios, emp¨¢ticos, a saber escuchar, negociar, a ¡°tener voluntad pol¨ªtica¡± a ser ¡°valientes, atrevidos y ut¨®picos¡± al exigir mejoras para los barrios, donde ante cualquier cambio urban¨ªstico, ¡°los afectados se llevan la peor parte. ¡°A hacer que el eslogan s¨ª se puede no se quede en un eslogan sino en una realidad¡±, ha zanjado.
Para cerrar el acto, Colau ha pedido unas fiestas con respeto a las medidas de la pandemia, y donde no haya agresiones machistas, ni LGTBIf¨®bicas, en una ciudad donde ¡°no tienen lugar los discursos del odio¡±.