Trias, la ¨²ltima esperanza de Junts
El veterano m¨¦dico, gestor y pol¨ªtico, que desbanc¨® al PSC de la alcald¨ªa y fue desbancado por Ada Colau, intentar¨¢ cobrarse la revancha
Xavier Trias tiene el m¨¦rito de haber acabado, en 2011, con 32 a?os de hegemon¨ªa del PSC en el gobierno y la alcald¨ªa de Barcelona, desde las elecciones democr¨¢ticas de 1979. Con una larga trayectoria en la gesti¨®n p¨²blica y la pol¨ªtica, llevaba nueve a?os de concejal en la oposici¨®n cuando el declive del alcalde Jordi Hereu le dio el empuj¨®n para ...
Xavier Trias tiene el m¨¦rito de haber acabado, en 2011, con 32 a?os de hegemon¨ªa del PSC en el gobierno y la alcald¨ªa de Barcelona, desde las elecciones democr¨¢ticas de 1979. Con una larga trayectoria en la gesti¨®n p¨²blica y la pol¨ªtica, llevaba nueve a?os de concejal en la oposici¨®n cuando el declive del alcalde Jordi Hereu le dio el empuj¨®n para ganar la alcald¨ªa. Converg¨¨ncia i Uni¨® mandar¨ªa en el otro lado de la plaza de Sant Jaume, balc¨®n con balc¨®n con el de Artur Mas. Lleg¨® cuando el proc¨¦s independentista era incipiente, la manifestaci¨®n que dio el empuje definitivo fue en 2012. Le toc¨®, en cambio, lidiar con las consecuencias de la crisis econ¨®mica y social que el estallido de la burbuja inmobiliaria dej¨® a partir de 2008. Parad¨®jicamente, en el activismo contra los desahucios consecuencia de la crisis hipotecaria creci¨® medi¨¢ticamente quien ser¨ªa su sucesora, Ada Colau, con quien ahora volver¨¢ a enfrentarse.
De familia bien y muy numerosa de Barcelona, siempre amable e impecable, pediatra de profesi¨®n, y tras haber ejercido casi una d¨¦cada, Xavier Trias tiene una larga trayectoria en la gesti¨®n p¨²blica y la pol¨ªtica. Trabaj¨® en el hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona y ostent¨® cargos de responsabilidad en el colegio de M¨¦dicos de Barcelona y el Consejo de Colegios de Espa?a antes de entrar, en 1981, a trabajar en el departamento de Sanidad de la Generalitat, encabezado entonces por Josep Laporte, un padre pol¨ªtico para Trias. En 1984 fue nombrado director general del Instituto catal¨¢n de la Salud, hasta que le fich¨® el entonces presidente, Jordi Pujol, como consejero, precisamente para relevar a Laporte. Al t¨¢ndem de veteranos pol¨ªticos se les reconoce haber armado el modelo sanitario catal¨¢n, reconocido internacionalmente.
En 2000 fue candidato de CiU al Congreso, donde estuvo justo dos a?os de diputado, antes de que el partido le eligiera de candidato por Barcelona. Entr¨® como concejal en 2003 y estuvo dos mandatos en la oposici¨®n, hasta que, al tercer intento, en 2011, logr¨® la alcald¨ªa.
De Trias dicen que sabe delegar y hacer equipos. Que nunca levanta la voz ni tiene prontos. No le import¨® ver como sus tenientes de alcalde luc¨ªan durante su mandato. Se apoy¨® en su fiel escudero, Jordi Mart¨ª Galbis, el ¨²nico que queda en el grupo, en el exconsejero Quim Forn para la cartera de Seguridad, en S¨°nia Recasens en la de econom¨ªa, en Jaume Ciurana en Cultura, o Antoni Vives en urbanismo. Todos brillaron a su manera y tuvieron momentos de protagonismo, algo que no todos los alcaldes saben hacer. En esta capacidad de delegar entra tambi¨¦n la cartera de los marrones, resolver cuestiones desagradables. En estos casos, cuentan en su entorno, env¨ªa a quien toque a escuchar. Y luego deciden.
Trias se reservaba el papel institucional de alcalde. Con detalles que dicen de su persona: repasaba qu¨¦ actos le pon¨ªan los colaboradores en la agenda. Pero tambi¨¦n los que declinaban. No fuera que ¨¦l s¨ª considerara importante acudir. El contratiempo es ahora Vives, condenado en 2019 a dos a?os por corrupci¨®n, tendr¨¢ que volverse a sentar en el banquillo por el caso 3%. La Fiscal¨ªa le pide seis a?os, una circunstancia que la oposici¨®n aprovechar¨¢ para hacer reproches al exalcalde.
De su mandato 2011-2015 destaca haber abrazado el concepto de Smart City, la ciudad que se apoya en los datos para gestionar servicios p¨²blicos, desde el alumbrado hasta la recogida de basura. Un concepto de dos palabras que hasta tal punto marc¨® el mandato de Trias (de la mano de Vives y Vicente Guallart) que, cuentan, los comunes las desterraron del vocabulario municipal.
El alcalde tambi¨¦n vio la importancia de dejar a la ciudad un legado en piedra. Su impronta en obras: la nueva Diagonal entre paseo de Gr¨¤cia y Francesc Maci¨¤, y la reurbanizaci¨®n del paseo de Gr¨¤cia llevan su firma. Como la conversi¨®n del Port Vell, en la Barceloneta, en una marina de lujo con grandes yates y una valla que impide a la ciudadan¨ªa pasear como antes. Fueron ¡°privatizaciones¡± como esta, a lo que se agarraron los hoy comunes de Ada Colau. O proyectos como la pista de hielo por Navidad en la plaza de Catalunya o privatizar las nuevas guarder¨ªas.
En cambio, la primera moratoria para frenar los pisos tur¨ªsticos, es de Trias. M¨¢s all¨¢ de las obras, con la pobreza y la brecha social creciendo debido a la crisis, Trias no racane¨® en ayudas sociales. De hecho, fue ¨¦l quien cre¨® la ayuda mensual de 100 euros mensuales por menor de familias vulnerables que luego el equipo de Colau recort¨® a un periodo de solo seis meses. Al llegar Colau, le recrimin¨® que hubiera dejado casi 200 millones de euros de super¨¢vit en la caja de una ciudad que hace muchos a?os que tiene las cuentas saneadas. El mandato del veterano pol¨ªtico tambi¨¦n fue el del intento de desalojo del centro social ocupado de Sants Can Vies. El edificio es propiedad de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y su intento de desalojo provoc¨® cuatro noches seguidas de disturbios, hasta que el gobierno municipal decidi¨® dar marcha atr¨¢s.
Trias tiene sentido del humor como para re¨ªrse de su dificultad para pronunciar las ¡°r¡±. Y afable y gentleman como para felicitar a Ada Colau la noche de mayo de 2015, cuando perdi¨® las elecciones ante un ¡°pu?ado de hippies¡±, como todav¨ªa algunos en el entorno posconvergente ven a Barcelona en com¨². Primero llam¨® a Colau para felicitarla (la escena se ve desde el otro lado en el documental Alcaldesa) y luego sali¨® ante la militancia a reconocerlo. Dicen que algunos dirigentes convergentes le quer¨ªan matar, en sentido figurado, por darse tan pronto por vencido.
Xavier Trias reconoce que desde que le propusieron volver se ha dejado querer. ¡°A todo el mundo le halaga que le llamen alcalde, alcalde¡±, reconoce. Aunque, muy en su l¨ªnea, cuando le ocurre, responde: ¡°Si me presento, v¨®tame, no fotis¡±. Algunos en su familia o su entorno reprochan al partido que durante a?os hayan desaprovechado su figura y ahora le rescaten para volver a conquistar el premio gordo. Antes de su cuarto intento, con su mujer, Puri Arraut, tambi¨¦n doctora, han viajado bastante. Y acuden con regularidad a la casa familiar de los Trias en Viladrau, o a la de Menorca, de la familia pol¨ªtica.
Su irrupci¨®n pone patas arriba el escenario electoral. De una batalla que parec¨ªa a tres (comunes, PSC y ERC), el planteamiento cambia completamente: de ex alcalde contra alcalde. Del modelo Trias al modelo Colau. ?l no perder¨¢ ocasi¨®n para sacar una espina que lleva clavada: cuando la hoy alcaldesa le meti¨® en el saco de ¡°la mafia¡± cuando llam¨® a votar entre ¡°la mafia o la gente¡± despu¨¦s de que se publicara la informaci¨®n falsa de que ten¨ªa dinero en una cuenta en Suiza. Siempre lo neg¨® y ahora se ha sabido que fue un montaje de la denominada polic¨ªa patri¨®tica. Colau se ha resistido a pedirle disculpas.
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