Banalizar el nazismo
El problema del gag de TV3 no es ya la persistente parcialidad del programa en la elecci¨®n humor¨ªstica de sus v¨ªctimas o querer jugar a ser antisistema y pretender que el sistema te ponga un c¨®modo sof¨¢
La direcci¨®n de TV3 y la productora de Zona Franca, Atomic Beat Media, han acordado despedir al colaborador Manel Vidal del programa. El motivo: la broma que hizo tildando al PSC de nazi. El v¨ªdeo del programa de este d¨ªa ha sido retirado de la web de la emisora. Vidal, simulando un consultorio pol¨ªtico, present¨® un cuadro con los conocidos ejes de izqui...
La direcci¨®n de TV3 y la productora de Zona Franca, Atomic Beat Media, han acordado despedir al colaborador Manel Vidal del programa. El motivo: la broma que hizo tildando al PSC de nazi. El v¨ªdeo del programa de este d¨ªa ha sido retirado de la web de la emisora. Vidal, simulando un consultorio pol¨ªtico, present¨® un cuadro con los conocidos ejes de izquierda-derecha y autoritario-libertario. A la hora de ubicar el PSC consider¨® que era necesario ampliar el cuadro y de la esquina autoritaria sac¨® una esv¨¢stica. Un meme que hace tiempo que circula per la red. En el extremo m¨¢s a la derecha de la misma puso el PSC. La broma gust¨® a su p¨²blico y en las redes sociales este p¨²blico clama contra TV3 por censura. ¡°Su¡± p¨²blico, porque seguramente hay otra poblaci¨®n televidente que recibir¨¢ el gag como un insulto. No estaba en un rinconcito con adictos. Estaba en una televisi¨®n p¨²blica que tiene determinadas obligaciones con una audiencia m¨¢s plural. El episodio plantea de nuevo la eterna pol¨¦mica de si el humor debe tener l¨ªmites.
Existen un mont¨®n de teor¨ªas y matices. Emilio de Gorgot, por ejemplo, en Jotdown, establec¨ªa la frontera de la permisibilidad cuando el c¨®mic deja de hacer comedia para dedicarse a sermonear, cuando busca el aplauso de su feligres¨ªa m¨¢s que la risa de muchos.
Pero es el conductor de Zona Franca, Joel D¨ªaz, quien antes del estreno fij¨® los personales l¨ªmites que deb¨ªa tener el humor en su programa. Una teor¨ªa bastante prosaica que expuso en una entrevista en Naci¨® Digital. Hay que procurar, explicaba, decir lo que quieres decir sin insultar y con la suficiente elegancia ¡°para que no te pongan una querella o te echen de tu trabajo¡±. E insist¨ªa: ¡°La posibilidad de perder el trabajo es un l¨ªmite que no quiero traspasar porque no quiero perder el trabajo¡±. En su Twitter apenas hay una cr¨ªptica menci¨®n al caso contra los que aplauden la decisi¨®n de TV3: ¡°Qu¨¦ valientes sois todos con el trabajo de los dem¨¢s. Payasos¡±. El programa ya hab¨ªa perdido un patrocinio por la manera de manifestar su posici¨®n ideol¨®gica.
El problema del gag no es ya la persistente parcialidad del programa en la elecci¨®n humor¨ªstica de sus v¨ªctimas o querer jugar a ser antisistema y pretender que el sistema te ponga un c¨®modo sof¨¢ (tambi¨¦n aqu¨ª hay un quiero-y-no-puedo por parte de TV3 de muy dif¨ªcil administraci¨®n). El problema radica en la banalizaci¨®n del nazismo, cuando la supuesta broma se sustenta en un error de concepto tan enorme (ser m¨¢s de izquierdas o de derechas no es lo mismo que ser fascista). La propia historia del humor demuestra que territorios antes admitidos ahora resultan extremadamente hirientes para gran parte del p¨²blico y se ha dejado de hacer. Por ejemplo, casposos chistes sobre el sexo. Obviamente, si no eres Art Spiegelman, mejor no usar el nazismo. Y menos equivocadamente, para insultar. Todo ello ped¨ªa una rectificaci¨®n clara, sin ambig¨¹edad. ?Pod¨ªa haberse solucionado de otra manera?
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal