Aragon¨¨s se enfrenta ahora a pilotar los Presupuestos con un Parlament atomizado
ERC y el PSC advierten de que su acuerdo es solo para las cuentas y se preparan para la batalla electoral
M¨¢s de un alto cargo del Govern respir¨® tranquilo el mi¨¦rcoles cuando se anunci¨® el pacto presupuestario entre Esquerra y el PSC. Sin cuentas, el recorrido del Ejecutivo monocolor y en minor¨ªa de Pere Aragon¨¨s reposaba sobre arenas movedizas. Ahora el escenario de acabar la legislatura es factible, con el acorazado de la Generalitat a pleno rendimiento. Otra cosa ser¨¢ la vida parlamentaria, donde en breve el letargo propio ...
M¨¢s de un alto cargo del Govern respir¨® tranquilo el mi¨¦rcoles cuando se anunci¨® el pacto presupuestario entre Esquerra y el PSC. Sin cuentas, el recorrido del Ejecutivo monocolor y en minor¨ªa de Pere Aragon¨¨s reposaba sobre arenas movedizas. Ahora el escenario de acabar la legislatura es factible, con el acorazado de la Generalitat a pleno rendimiento. Otra cosa ser¨¢ la vida parlamentaria, donde en breve el letargo propio de las elecciones, las municipales, relentizar¨¢ la actividad. Aragon¨¨s puede tener cuentas, pero en la C¨¢mara sigue teniendo solo 33 de 135 diputados.
¡°Partido a partido¡±, aseguran desde la sala de m¨¢quinas de la presidencia del Govern. Una m¨¢xima que ya el propio Aragon¨¨s us¨® cuando Junts dej¨® el Ejecutivo, en octubre, y que ahora desempolva ante el nuevo escenario. Los republicanos han vivido en carne propia el retraso en la convalidaci¨®n de decretos leyes o c¨®mo se pierden votaciones por la esquel¨¦tica minor¨ªa. El melodrama de las negociaciones siempre tuvo de fondo la cr¨ªtica a los republicanos por la ¡°supuesta¡± soberbia con que llegaron a la mesa, ignorando su delicada posici¨®n. El l¨ªder del PSC y jefe de la oposici¨®n, Salvador Illa, precisamente pidi¨® tras el acuerdo una reflexi¨®n sobre las dificultades para llegar al pacto.
Tanto el president como Illa insisten en que lo firmado el pasado mi¨¦rcoles se limita a las cuentas y que no es un pacto de legislatura aunque se le parezca por su dimensi¨®n. No existe, coinciden, un Ejecutivo tripartito de izquierdas (junto a los comunes, como los que presidieron Pasqual Maragall y Jos¨¦ Montilla entre 2033 y 2010). Junts convertir¨¢ esa idea en su caballo de batalla hasta el fin del mandato. Sin altavoces institucionales y sin visos de querer sumarse al pacto presupuestario, los exsocios usar¨¢n la coyuntura para desgastar a Aragon¨¨s, al que ven entregado al PSOE. Junts le reprocha adem¨¢s que impulse un Acuerdo de Claridad sobre el refer¨¦ndum, que solo apoyan los comunes avisando, eso s¨ª, que no existen mayor¨ªas que lo sustenten.
Tras la ruptura de octubre, el Govern de ERC decidi¨® reescribir su plan normativo, un documento que a¨²n no est¨¢ listo y que dar¨¢ cuenta del ejercicio de realismo sobre la dificultad de los tr¨¢mites. La pretensi¨®n inicial del Gobierno de coalici¨®n independentista era sacar 209 normas de nuevo cu?o (leyes, decretos ley y reglamentos), a parte del impulso final de unas 170 ahora en tr¨¢mite.
El acuerdo, en todo caso, da aire al Govern, hasta el final del mandato pero en el partido no ha sido precisamente suave el debate sobre c¨®mo afectar¨¢n cesiones como la construcci¨®n de la B-40 o que se estudiar¨¢ ¡°modernizar el aeropuerto Prat¡± en las municipales. Oriol Junqueras y Marta Rovira, presidente y secretaria general de ERC, han expresado en reuniones internas que se ha dado demasiado al PSC y que eso pone en peligro su apuesta por crecer en el ?rea Metropolitana. Aragon¨¨s defend¨ªa la necesidad de tener presupuestos y ¨¦l mismo dijo que asum¨ªa el coste pol¨ªtico. Voces del Govern alegan en que pasaran a?os antes que se decida un plan para convertir a El Prat en un hub o que una excavadora inicie la B-40.
El pacto presupuestario incluye una mesa de seguimiento ante la que Aragon¨¨s deber¨¢ rendir cuentas. El PSC no pierde el tiempo y este jueves, justo cuando la consejera de Econom¨ªa presentaba los presupuestos, se reun¨ªa en el Parlament con la patronal, los sindicatos y el Tercer Sector para dejar claro su sello. Los alcaldables de las cuatro capitales de provincia reivindicaron ayer las mejoras para sus respectivas ciudades que atribuyeron a la negociaci¨®n del PSC. Los dos gestos revelan que no se va a dejar eclipsar por ERC.
Alicia Romero, portavoz del PSC en el Parlament, se reafirm¨® ayer en ejercer una oposici¨®n ¡°cr¨ªtica pero constructiva¡±. ¡°Una cosa es tener presupuestos y otra gestionar bien y con celeridad. Velaremos por eso. Gobierna ERC no nosotros¡±, dijo tras una nueva reuni¨®n del denominado Govern alternatiu (Gobierno alternativo), inspirado en el que impuls¨® en su d¨ªa Maragall como un ejecutivo en la sombra que ¡°aprueba¡± ¡ªusan esa terminolog¨ªa¡ª informes. Ayer, tres: uno sobre ayudas al pueblo gitano; otro sobre justicia y otro sobre listas de espera, que propone aprobar de forma urgente un decreto de accesibilidad al sistema de salud que fije plazos razonables y de 48 horas, por ejemplo, para conocer el diagn¨®stico en urgencias y su derivaci¨®n. El pacto incluye 50 millones de euros para reducir las listas de espera.
El tira y afloja entre ERC y PSC se visualizar¨¢ en el debate sobre El Prat, pero tambi¨¦n en asuntos como la gesti¨®n de los consejeros de Interior (ya le reprobaron) o de Educaci¨®n. El desencuentro principal es en el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n: Illa asegura que jam¨¢s se realizar¨¢ y pide a Aragon¨¨s que predique con el ejemplo y que abra la mesa de di¨¢logo con los partidos catalanes. La gran duda es si Illa desempolvar¨¢ o no una consulta en el marco del autogobierno, en un caj¨®n desde que en diciembre la derecha ¡ªy parte del PSOE¡ª se escandalizaron cuando la defendi¨®. Esa ha sido la posici¨®n hist¨®rica de los socialistas catalanes desde que se desmarcaron de la consulta sobre la independencia.
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