Caso Ponsat¨ª: vuelva usted a por m¨ª ma?ana
Para ganar a un enemigo imposible debes ponerte su uniforme, que es exactamente lo que intenta hacer la eurodiputada en su contencioso contra el juez Llarena
Un profesor explicaba el secreto de la dial¨¦ctica hegeliana con una an¨¦cdota sobre un soldado alem¨¢n en el frente ruso que no puede dormir porque siempre tiene la misma pesadilla. Sue?a que est¨¢ solo el bosque y de repente, de todos lados vienen soldados sovi¨¦ticos y lo matan con kal¨¢shnikovs. Tiene esta pesadilla cada noche, y nada le ayudaba. Hasta que un d¨ªa se ve atravesando el bosque y ve a los soldados sovi¨¦ticos de siempre, pero de repente tiene la sensaci¨®n de que no quieren matarlo, y no sabe por qu¨¦. Hasta que se mira y ve que lleva un uniforme sovi¨¦tico y en sus manos tambi¨¦n est¨¢ u...
Un profesor explicaba el secreto de la dial¨¦ctica hegeliana con una an¨¦cdota sobre un soldado alem¨¢n en el frente ruso que no puede dormir porque siempre tiene la misma pesadilla. Sue?a que est¨¢ solo el bosque y de repente, de todos lados vienen soldados sovi¨¦ticos y lo matan con kal¨¢shnikovs. Tiene esta pesadilla cada noche, y nada le ayudaba. Hasta que un d¨ªa se ve atravesando el bosque y ve a los soldados sovi¨¦ticos de siempre, pero de repente tiene la sensaci¨®n de que no quieren matarlo, y no sabe por qu¨¦. Hasta que se mira y ve que lleva un uniforme sovi¨¦tico y en sus manos tambi¨¦n est¨¢ un kal¨¢shnikov. Naturalmente, a partir de ese d¨ªa duerme como una marmota.
La lecci¨®n es que para ganar a un enemigo imposible debes ponerte su uniforme, que es exactamente lo que intenta hacer Clara Ponsat¨ª en su contencioso contra el juez Llarena. La figura de Ponsat¨ª es interesante porque es una pieza de caza menor pero nadie est¨¢ atrapada como lo est¨¢ ella. En un lado, ya lo sabemos, est¨¢ la justicia espa?ola. Pero lo interesante es la telara?a de los suyos. Por un lado, Ponsat¨ª quiere ser un verso libre cr¨ªtico con la renuncia del gobierno a defender la independencia declarada en 2017, por lo que siempre la recordaremos como la que primera insider que pronunci¨® la palabra ¡°farol¡±. Al mismo tiempo, Ponsat¨ª est¨¢ demasiado ligada con el espacio de Junts, personal, pol¨ªtica y laboralmente como para hacerlo estallar en todo y empezar a denunciar interioridades, en cuyo caso, para empezar, seguramente se quedar¨ªa sin abogado.
En esta posici¨®n ambigua, lo que todav¨ªa atrapa m¨¢s a Ponsat¨ª es un deseo personal de seguir militando en la pol¨ªtica de denuncia del conflicto nacional contra la opci¨®n de disimularlo, que es lo que la ha llevado a no entregara como hicieron Anna Gabriel y Mertixell Serret. Tras el derrumbe del 17, la l¨®gica que ha conquistado la hegemon¨ªa en el postindependentismo es que, si nadie sabe c¨®mo ganar, mejor no perder el tiempo luchando, desde el modo en que se puso una alfombra roja para el 155 hasta c¨®mo Laura Borr¨¤s retir¨® el esca?o a Pau Juvill¨¤ sin obligar al Supremo a ir hasta el final. Ponsat¨ª quiere demostrar que la ¨²nica pol¨ªtica independentista ¨²til es convertirse en un problema agotador que obligue a Espa?a a chocar contra sus l¨ªmites y escenificarlos en cada peque?a oportunidad.
Ponsat¨ª no pretende nada m¨¢s ni nada menos que dar ejemplo pol¨ªtico, un ejemplo limitado por su peso relativamente modesto y sus concesiones y contradicciones con el espacio de Junts, que adem¨¢s son especialistas en hablar de irredentismo mientras practican autonomismo. No es gran cosa, pero si el gran poder de Espa?a es el leviat¨¢n burocr¨¢tico y legal que impide cualquier salida pol¨ªtica a la autodeterminaci¨®n, dejar de ahorrar problemas a los jueces y convertirte en una piedra en sus zapatos hace que la angustia cambie de bando y puedas dormir tranquilo, que es la ¨²nica forma de tener ideas nuevas.
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