C¨®mo detectar la violencia f¨ªsica y sexual en pediatr¨ªa en Catalu?a: ¡°Hay un infradiagn¨®stico¡±
El Institut Catal¨¤ de la Salut pone en marcha un ciclo de formaciones para que los profesionales tengan m¨¢s herramientas para gestionar los casos sospechosos y, sobre todo, comunicarlos a las familias
¡°Es un momento bastante inc¨®modo para todos. Para ellos y para nosotros¡±. Anna Castell¨®, pediatra del CAP Claret de Barcelona admite que comunicar a las familias que un ni?o o ni?a puede ser v¨ªctima de violencia f¨ªsica o sexual es muy complejo. ¡°Se pueden generar tensiones y recelos, sobre todo si el origen de la agresi¨®n es intrafamiliar¡±, explica.
El Institut Catal¨¤...
¡°Es un momento bastante inc¨®modo para todos. Para ellos y para nosotros¡±. Anna Castell¨®, pediatra del CAP Claret de Barcelona admite que comunicar a las familias que un ni?o o ni?a puede ser v¨ªctima de violencia f¨ªsica o sexual es muy complejo. ¡°Se pueden generar tensiones y recelos, sobre todo si el origen de la agresi¨®n es intrafamiliar¡±, explica.
El Institut Catal¨¤ de la Salut (ICS), la empresa p¨²blica de servicios sanitarios del Departamento de Salud, pretende reforzar la formaci¨®n a pediatras, enfermeras y trabajadores sociales en esta materia para incrementar la detecci¨®n de casos en un contexto de mayor sensibilidad y conocimiento. ¡°Hay un infradiagn¨®stico. La intenci¨®n es hacer aflorar m¨¢s casos a trav¨¦s de aquellos signos o s¨ªntomas que pueden llamarnos la atenci¨®n y que actualmente quiz¨¢s no detectamos¡±, defiende Anna F¨¤bregas, coordinadora de la Unidad de Atenci¨®n a las Violencias a la Infancia y la Adolescencia (Equipo EMMA) del hospital Vall d¡¯Hebron, experta en este ¨¢mbito. Seg¨²n algunos estudios, explica la experta, uno de cada cinco ni?os puede sufrir violencia infantil. ¡°Nuestras cifras con mucho m¨¢s bajas, por lo que entendemos que hay trabajo pendiente. La detecci¨®n es fundamental. Los equipos solo vemos la punta del iceberg y la atenci¨®n primaria es fundamental en esta capacidad de identificaci¨®n¡±, reflexiona.
Tradicionalmente las se?ales alarmantes son f¨ªsicas: moratones en la piel, rastros en zonas ¨ªntimas¡ Sin embargo, Castell¨® se?ala que las conductas comportamentales tambi¨¦n dejan pistas para sospechar que detr¨¢s de una repentina irascibilidad, malestar emocional, pesadillas o cambios de conducta hay un posible caso de violencia infantil. ¡°Lo habitual es detectar estos casos poco a poco, no en la primera consulta, sino por la suma de diversos encuentros y miradas¡±, remarca la pediatra. El inicio precoz de conductas sexualizadas en edades tempranas tambi¨¦n es un posible s¨ªntoma.
A veces son los propios ni?os quienes verbalizan los abusos. Y los expertos remarcan que la respuesta inmediata de los profesionales es esencial para la recuperaci¨®n adecuada de estas v¨ªctimas: ¡°Es muy importante no dudar de la credibilidad del ni?o y reforzar su valent¨ªa para expresar algo s¨ª¡±, insiste F¨¤bregas, que pide ¡°tomarse el tiempo necesario en la consulta¡± para gestionar la primera respuesta a la v¨ªctima a pesar de estar en medio de un contexto de ¡°listas de espera y alta demanda asistencial¡±. Seg¨²n datos del equipo de Emma, el 58% de los casos que llegan al equipo Emma proceden derivados de centros de salud. ¡°Es esencial saber qu¨¦ tenemos que hacer cuando hay un posible caso¡±.
La unidad de Vall d¡¯Hebron remarca en sus formaciones a los sanitarios que a pesar de la incomodidad que genera comunicar una sospecha, no tienen que dudar: ¡°Hay que explicar a las familias que existen unos protocolos que deben cumplirse por el bien de todos, y que notificar un caso no significa hacer una denuncia¡±, dice F¨¤bregas, que a¨²n no ofrece datos sobre los casos atendidos en este 2023. ¡°Sabemos que cada a?o hay m¨¢s detecciones, pero a¨²no hay cifras cerradas¡±, se disculpa.
El 87% de las v¨ªctimas que atendi¨® al Equipo Emma durante 2022 fueron ni?as o adolescentes y el perfil m¨¢s habitual de paciente es el de una ni?a de 13 a?os. Entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, el Equipo atendi¨® a 341 pacientes (307 en el mismo per¨ªodo del a?o anterior). La mayor parte (79%) eran v¨ªctimas de violencia sexual. En cerca de la mitad de los casos, esta violencia se produce dentro del ¨¢mbito de la familia y en hasta un 83% de los casos el agresor es un conocido del ni?o, ni?a o adolescente. El 96% de los agresores son varones y se ha detectado un aumento de las violencias entre iguales, especialmente a trav¨¦s de las tecnolog¨ªas.
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