Malvender lo p¨²blico
El Gobierno de Artur Mas privatiz¨® inmuebles muy por debajo del precio de mercado y ahora el Ejecutivo de Aragon¨¨s proyecta volver a ser propietario
Cuando en 2010 CiU recuper¨® su viejo domicilio de la plaza de Sant Jaume, una de las primeras medidas que tom¨® fue deshacer lo que el Tripartito hab¨ªa hecho. De la mano de Artur Mas, se dinamit¨® la pol¨ªtica de compra de inmuebles auspiciadas por Pasqual Maragall. Un estudio realizado en 2004 por el Ejecutivo de izquierdas mostraba que en 2027 la financiaci¨®n por la compra ascender¨ªa a unos 20 millones al a?o, mientras que su alquiler alcanzar¨ªa en la misma fecha los 37 millones de euros anuales...
Cuando en 2010 CiU recuper¨® su viejo domicilio de la plaza de Sant Jaume, una de las primeras medidas que tom¨® fue deshacer lo que el Tripartito hab¨ªa hecho. De la mano de Artur Mas, se dinamit¨® la pol¨ªtica de compra de inmuebles auspiciadas por Pasqual Maragall. Un estudio realizado en 2004 por el Ejecutivo de izquierdas mostraba que en 2027 la financiaci¨®n por la compra ascender¨ªa a unos 20 millones al a?o, mientras que su alquiler alcanzar¨ªa en la misma fecha los 37 millones de euros anuales.
El caso es que Mas y su entonces aliado, el Partido Popular, decidieron que lo m¨¢s importante era hacer retroceder el endeudamiento. Con la venta de patrimonio inmobiliario, la Generalitat pretend¨ªa obtener 550 millones de euros con la salida al mercado de 37 edificios p¨²blicos, seg¨²n c¨¢lculo del consejero Andreu Mas-Colell. Se acabaron logrando. Se malvendi¨® patrimonio para obtener liquidez. Sin embargo, si la Generalitat en 2011 pagaba 29 millones anuales por acceder a la propiedad de inmuebles, tras la operaci¨®n la factura de los arrendamientos ascend¨ªa a m¨¢s de 40 millones. Solo en la venta de cuatro edificios, la Generalitat de Mas perdi¨® m¨¢s de 42 millones de euros. Actualmente la Administraci¨®n catalana paga en alquileres de sus dependencias 81 millones de euros anuales.
Cierto es que Crist¨®bal Montoro ¨Centonces aliado de CiU y padre de una amnist¨ªa fiscal que no figuraba en el programa del PP¨C se reserv¨® para la Administraci¨®n central la parte blanda del objetivo de d¨¦ficit y dej¨® el hueso para las comunidades aut¨®nomas. Pero al Govern no le deb¨ªa parecer tan mala idea, pues ya en 2011 el astuto Mas, alumno aplicado de la austeridad, aprob¨® con los votos del PP fijar para 2018 un d¨¦ficit estructural de 0,14% del PIB, que el Gobierno central situaba en 0,40% para 2020. Los recortes dejaron bajo m¨ªnimos la sanidad, educaci¨®n y las pol¨ªticas sociales¡ Se presentaba como un ¡°¨¦xito¡± ante los inversores la reducci¨®n de partidas como la de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n. Luego Mas ha asegurado ¨Ccomo los primeros desnudos del cine espa?ol¨C que eran exigencias del guion. Se vendi¨® el 65% de T¨²nels del Cad¨ª a BGT-Pactual por 60 millones de euros, porci¨®n de la que en dos a?os el nuevo comprador se deshizo por 146 millones. Total: 87 millones de beneficio. La privatizaci¨®n de Aig¨¹es Ter Llobregat fue otro fiasco, pues un concurso mal hecho ¨Ccon m¨¢s sombras que un teatro chino¨C acab¨® convirtiendo lo que deb¨ªa ser un ingreso en una indemnizaci¨®n de m¨¢s de 300 millones de euros.
En 2015 la Generalitat ingres¨® el 8% de lo previsto con las privatizaciones, seg¨²n datos de ejecuci¨®n presupuestaria del propio Govern de septiembre de aquel a?o. En 2014, la cosa hab¨ªa ido algo mejor pues el porcentaje alcanzado fue del 16,5%, de acuerdo con la misma fuente. Pero las circunstancias exig¨ªan un nuevo giro de guion. La marca CiU estaba gastada por la corrupci¨®n y el astuto Mas ide¨® coligarse con Esquerra en Junts pel S¨ª y ello obligaba a corregir el libreto hacia terrenos m¨¢s socialdem¨®cratas y de defensa de lo p¨²blico.
A Mas no le sirvi¨®, pues la CUP ¨Cnecesaria para su investidura¨C lo envi¨® a la papelera de la historia y tuvo que dejar de hereu a Carles Puigdemont. El resto de la historia ya es conocida. Ahora el Govern de Aragon¨¨s ha hecho cuentas y, al parecer, hay que volver a ser propietario de los inmuebles. La idea es buena si cada gosplan no supone sacrificar lo que es patrimonio de todos.
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