Autos lapidarios
Hay jueces que dictan desahucios pese a los informes de vulnerabilidad y que creen que falta a la virtud de la previsi¨®n y el ahorro una familia de tres miembros que con 1.000 euros al mes no puede pagar la vivienda
El desahucio de Blanca de su piso de la calle Boters de Barcelona por una deuda de 88 euros (por obras) suscit¨® una ola de indignaci¨®n ciudadana. Nadie entend¨ªa c¨®mo esa rid¨ªcula cantidad pod¨ªa acabar con m¨¢s de medio siglo de pagos puntuales del alquiler de renta antigua de esa mujer de 78 a?os. Entre el derecho a la propiedad y el derecho a la vivienda hay autos judiciales que apuestan por el art¨ªculo 33 d...
El desahucio de Blanca de su piso de la calle Boters de Barcelona por una deuda de 88 euros (por obras) suscit¨® una ola de indignaci¨®n ciudadana. Nadie entend¨ªa c¨®mo esa rid¨ªcula cantidad pod¨ªa acabar con m¨¢s de medio siglo de pagos puntuales del alquiler de renta antigua de esa mujer de 78 a?os. Entre el derecho a la propiedad y el derecho a la vivienda hay autos judiciales que apuestan por el art¨ªculo 33 de la Constituci¨®n en vez de por el 47, que defiende el acceso a una vivienda digna y adecuada. El recto proceder quiere que, en la pr¨¢ctica, el fallo se tuerza en favor del m¨¢s fuerte. El Tribunal Supremo ¡ªcon honorables votos particulares¡ª tiene un m¨¢ster en este asunto, pues discrepa abiertamente del Tribunal de Justicia de Uni¨®n Europea (TJUE) cuando se trata de exigir que la banca pague devoluciones a los ciudadanos por las abusivas hipotecas con IRPH.
Blanca cobraba una pensi¨®n no contributiva de 437 euros, si bien en 2010 recibi¨® una herencia por media vivienda de casi 80.000 euros y ello fue suficiente para que la jueza determinara que ten¨ªa recursos y alternativa habitacional. Si esos 80.000 euros se hubieran prorrateado por 13 a?os, Blanca hubiese podido malgastar 949 euros al mes. Si Blanca emple¨® parte o todo ese dinero para pagar un local para su hijo enfermo en l¡¯Hospitalet ¡ªcon el que los servicios sociales de Barcelona le desaconsejaron ir a vivir¡ª es un asunto que no viene al caso. La jueza consider¨® que no hab¨ªa documentaci¨®n alguna que acreditase la vulnerabilidad de la anciana (al margen de la valoraci¨®n en este sentido de los servicios sociales municipales) y que, por tanto, y dado que la demandante era una particular y no un gran tenedor, proced¨ªa el desahucio.
Casi al mismo tiempo, en Badalona, A. A., divorciada con dos menores a su cargo, fue tambi¨¦n desahuciada. La jueza M. G. consider¨® que con un m¨ªnimo vital de 648 euros m¨¢s los 400 que recib¨ªa por pensi¨®n alimenticia por los dos hijos a su cargo estaba en una situaci¨®n de vulneraci¨®n econ¨®mica ¡°pero no en situaci¨®n de precaria y extrema necesidad justificativa¡± como para suspender el lanzamiento del piso en el que permanece desde 2014 porque ¡°ha tenido sobradamente tiempo para buscar alternativas¡±.
La misma jueza de Badalona fall¨® unos d¨ªas m¨¢s tarde en favor del lanzamiento de Y. R. y su familia, pues, a pesar del informe de vulnerabilidad emitido por los servicios sociales, su situaci¨®n no era ¡°de extrema necesidad¡±. La pareja y el hijo de siete a?os viven del salario de 1.200 euros que cobra la esposa de Y., a quien le acaban de conceder el N¨²mero de Identificaci¨®n de Extranjero (NIE) pero necesita de una oferta de trabajo que no llega para regularizar su situaci¨®n. El demandante en el caso de Y. R. es Coral Homes que, seg¨²n su propia p¨¢gina web, cuenta ¡°con m¨¢s de 70.000 viviendas en todo el territorio¡±.
Los casos de Blanca, Y. R. y A. A. ponen de manifiesto c¨®mo algunos jueces (o juezas, en este caso) desconf¨ªan de los preceptivos informes de vulnerabilidad de los servicios sociales municipales o hacen primar, en los autos citados, el derecho a la propiedad sobre el derecho a la vivienda.
Lo parad¨®jico del caso es que la jueza de los dos casos de Badalona apareci¨® en TikTtok durante la huelga del personal de justicia del a?o pasado defendiendo condiciones de trabajo dignas. Y ten¨ªa raz¨®n. Se quejaba de los 0,38 euros a la hora (sueldo aparte) que cobran cuando est¨¢n de guardia. Los jueces cuentan con un salario medio de 52.000 euros brutos anuales al inicio de su carrera, aunque ciertamente los de poblaciones peque?as ven mermada esa cifra. Por eso resulta chocante que haya autos lapidarios que vean falta de virtud de ahorro y no heroicidad en que tres personas puedan vivir con 1.048 o 1.200 euros al mes.
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