El Govern de Illa anuncia una nueva desalinizadora en la Costa Brava y deja en el aire el trasvase del Ebro
Silvia Paneque, la nueva consejera de Territorio, Vivienda y Transici¨®n Ecol¨®gica en Catalu?a, tampoco ha confirmado si se contruir¨¢ la desaladora flotante en el Puerto de Barcelona
El nuevo Govern de Salvador Illa promover¨¢ la construcci¨®n de una nueva desalinizadora en el norte de la Costa Brava, que se unir¨¢ a las 12 ya previstas por el anterior Ejecutivo de Pere Aragon¨¨s, para garantizar el abastecimiento de agua potable a la poblaci¨®n y el riego de la agricultura. Silvia Paneque, la consejera de Territorio, Vivienda y Transici¨®n Ecol¨®gica, ha explicado este martes cu¨¢les son los planes a seguir para que Catalu?a genere los recursos h¨ªdricos necesarios en los futuros episodios de sequ¨ªa: m¨¢s agua regenerada y m¨¢s infraestructuras. En la hoja de ruta del Ejecutivo de Illa, que costar¨¢ 2.300 millones de euros, mil millones m¨¢s que las inversiones previstas por Pere Aragon¨¨s, no se descarta activar la interconexi¨®n con el Ebro ni la construcci¨®n de la desalinizadora flotante del Puerto de Barcelona, aunque ambas obras se reservan para una eventual reactivaci¨®n del escenario de emergencia.
El camino anunciado por Paneque no se diferencia demasiado del previsto por el anterior conseller de Acci¨®n Clim¨¢tica, David Mascort, salvo en dos aspectos: el primero, que Catalu?a pase en 2027 del 30% al 70% el agua consumida no procedente de los pantanos; y, el segundo, el transporte de agua residual depurada del Bes¨°s al Llobregat para potabilizarla y distribuirla. Es decir, mientras finalizan las potabilizadoras del Bes¨°s en Montcada y Bon Pastor (previstas en 2030), la Generalitat llevar¨¢ el agua residual de esta zona hacia el Llobregat a trav¨¦s de una tuber¨ªa y la captar¨¢ en Sant Joan Desp¨ª, donde ser¨¢ potabilizada y suministrada a Barcelona. ¡°Hemos puesto en marcha un nuevo modelo de gesti¨®n. Pasamos de uno lineal a uno circular. Una gran cantidad de agua prepotable acaba en el mar y tenemos que bombearla r¨ªo arriba para aprovecharla¡±, ha especificado Paneque. Por lo dem¨¢s, los proyectos de las desalinizadoras de la desembocadura de Tordera (Blanes) y la planta de Foix (Cubelles) se mantienen con las mismas fechas. Estar¨¢n listas en 2030.
Paneque no ha dado detalles de d¨®nde se situar¨¢ la nueva desalinizadora de la Costa Brava, que forma parte de acelerar la autonom¨ªa h¨ªdrica. ¡°No se puede ubicar ahora porque necesita los estudios previos¡±, ha dicho la portavoz sobre esta infraestructura que servir¨¢ para garantizar el abastecimiento de agua potable a la poblaci¨®n y del riego de la agricultura en la cuenca de la Muga. Aunque s¨ª ha especificado que producir¨¢ 15 hect¨®metros c¨²bicos anuales (un cuarto del gasto dom¨¦stico que hace la ciudad de Barcelona, seg¨²n datos del Ayuntamiento).
Aumentar el ritmo en la regeneraci¨®n de agua es clave para que Catalu?a sea lo antes posible independiente de las precipitaciones ante el ¨¢rido futuro que se avecina. Todos los estudios cient¨ªficos concluyen que habr¨¢ hasta un 20% menos de lluvias, con especial afectaci¨®n en el Mediterr¨¢neo, seg¨²n ha informado Paneque. ¡°Tenemos que tener agua de manera m¨¢s aut¨®noma y ser capaces de tener recursos propios. El objetivo es no temer a las amenazas de una sequ¨ªa persistente en el menor tiempo posible¡±, ha explicado.
Adem¨¢s de ese cambio de modelo lineal a uno circular, en los 2.300 millones de euros que invertir¨¢ el Govern de Illa en suavizar las consecuencias de la sequ¨ªa tambi¨¦n se incluyen ayudas al mundo rural para mejorar las redes de abastecimiento, por donde se pierden grandes cantidades de litros de agua y que ha llevado a que muchos municipios hayan sufrido cortes diarios en el suministro e, incluso, a ser expedientados econ¨®micamente. De hecho, la Diputaci¨®n de Barcelona tambi¨¦n dar¨¢ en los pr¨®ximos dos a?os una l¨ªnea de ayudas econ¨®micas de 100 millones de euros para tapar los agujeros de la sequ¨ªa en 311 ayuntamientos de la provincia. El Govern de Illa tambi¨¦n acelerar¨¢ la modernizaci¨®n de las potabilizadoras del Ter en Cardedeu y la de Abrera.
Paneque, como sus antecesores, ha recalcado que la crisis h¨ªdrica contin¨²a a pesar de los recientes episodios de lluvias. ¡°No queremos que la ciudadan¨ªa se confunda. La sequ¨ªa no se ha acabado¡±, ha dicho en la rueda de prensa. Sobre la posibilidad de activar una interconexi¨®n con el Ebro en caso de regresar a las restricciones m¨¢s duras por sequ¨ªa, una posici¨®n que el PSC rechazaba desde un punto de vista medioambiental y que ped¨ªan los expertos a mediados de diciembre, Paneque no ha aclarado qu¨¦ har¨¢ el Govern. Tampoco ha aclarado que suceder¨¢ con la desalinizadora flotante que se ubicar¨¢ en el Puerto de Barcelona, pendiente de empresa adjudicataria. ¡°Son cuestiones que no se han tratado en este Consell Executiu porque est¨¢ vinculada al escenario de emergencia¡±, ha se?alado la consejera, que ha dejado en el aire la activaci¨®n de estas medidas en caso de necesidad.
Las sanciones a los municipios se congelan
La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, ha afirmado este viernes que las sanciones impuestas por el anterior Govern de Pere Aragonès a las municipios que superaron el límite de consumo de agua han quedado congeladas. "De momento, vamos a implementar estas ayudas para mejorar las redes de abastecimiento en baja y, cuando veamos los resultados, tomaremos una decisión", ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu.
Paneque ha explicado que el Ejecutivo de Illa busca "colaborar" con los ayuntamientos y mejorar "la eficacia" de las redes de suministro, por donde muchas localidades han perdido grandes cantidades de agua. De hecho, poblaciones como Cabrera D'Anoia (Barcelona) L’Espluga de Francolí (Tarragona) sufren largos cortes diarios en el suministros por perder un 60% y un 40% de los recursos, respectivamente. Las sanciones a los municipios incumplidores en los topes de consumo de agua fueron uno de los grandes desencuentros de la pasada legislatura entre el Gobierno de Pere Aragonès y los socialistas. Los de Salvador Illa consideran que multar a los ayuntamientos no ayuda a prevenir el derroche de agua y que lo que hay que hacer es acelerar las obras para evitar fugas y mejorar la eficiencia de la red.
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