¡°Las calles del Cabanyal parec¨ªan un r¨ªo¡± en la noche que ¡®diluvi¨®¡¯ en Valencia
Vecinos de los poblados mar¨ªtimos de la capital achican agua y limpian bajos, garajes y comercios anegados por la tromba hist¨®rica de la noche anterior
Valencia vivi¨® la noche del martes un aut¨¦ntico diluvio, una tromba de agua hist¨®rica, desconocida en los registros, con 232 litros en apenas 24 horas. La tormenta ha mantenido en vela a vecinos y efectivos de emergencias toda la madrugada, con achiques de agua en t¨²neles, bajos y comercios, sobre todo en los poblados mar¨ªtimos. Con la luz del d¨ªa, la capital se recuperaba este mi¨¦rcoles del episodi...
Valencia vivi¨® la noche del martes un aut¨¦ntico diluvio, una tromba de agua hist¨®rica, desconocida en los registros, con 232 litros en apenas 24 horas. La tormenta ha mantenido en vela a vecinos y efectivos de emergencias toda la madrugada, con achiques de agua en t¨²neles, bajos y comercios, sobre todo en los poblados mar¨ªtimos. Con la luz del d¨ªa, la capital se recuperaba este mi¨¦rcoles del episodio de lluvias mientras se hac¨ªa recuento de da?os y continuaban las labores de limpieza.
¡°Incre¨ªble, incre¨ªble, en la vida hab¨ªa visto algo as¨ª¡±, se lamentaba por la ma?ana, a sus 71 a?os, Antonio F. Miralles, mientras sacaba a pozales el metro de agua acumulada en el hueco del ascensor en el bloque de viviendas donde vive, en pleno barrio de El Cabanyal. ¡°Menos mal que era tarde cuando cay¨® tan fuerte y est¨¢bamos todos los vecinos en casa porque si no, el agua hubiera subido por la escalera¡±, comentaba a la vez que exig¨ªa m¨¢s ¡°inversi¨®n municipal de provecho¡± en la zona.
Tres portales despu¨¦s, las due?as de un taller de restauraci¨®n de antig¨¹edades, Raquel, de 54 a?os, y Esther, de 57, comentaban a la puerta de su comercio que se hab¨ªan salvado por los pelos de la inundaci¨®n. Concretamente, gracias al escal¨®n que eleva su negocio 30 cent¨ªmetros sobre la acera. ¡°Llov¨ªa mucho y parece que las alcantarillas no tragaban bien, as¨ª que empez¨® a subir el nivel del agua y todos los bajos situados a ras de suelo se han inundado¡±, explica Raquel. El agua rebos¨® las aceras y se fue la luz, pero la lluvia no cedi¨®, sigui¨® cayendo implacable. ¡°El Cabanyal est¨¢ por debajo del nivel del mar, lo suficiente para que se inunde cuando llueve tanto por mucho colector que haya. Vivir aqu¨ª tiene muchas ventajas [la playa a dos minutos] pero tambi¨¦n inconvenientes¡±, a?ad¨ªa Pedro, amigo de las restauradoras y nacido en el barrio hace 47 a?os.
Los due?os de una tienda de muebles, al otro lado de la calle, secaron un palmo de agua de su establecimiento. Colocaron sof¨¢s, mesas y sillas en alto para acabar de limpiar. El comercio de enfrente, un negocio de bolsos, permanec¨ªa con la persiana bajada y no tuvo tanta suerte, se aneg¨®. ¡°Fue exagerado y eso que el a?o pasado hubo otra muy gorda y estamos acostumbrados¡±, comenta Laura Montesinos, una amiga del propietario de la tienda, que ha acudido a las siete de la ma?ana a tomarle el relevo. ¡°Llevaba desde las tres de la madrugada achicando¡¡±, explica.
Las calles peatonales del Cabanyal tampoco se libraron del desastre. A Bego?a L¨®pez, due?a de un bar en la calle de Just Vidal, la tromba de agua le pill¨® con el local lleno de clientes. ¡°No cerramos por la noche porque por la tarde par¨® de llover, pero la tormenta volvi¨® las en poco tiempo las calles se convirtieron en r¨ªos¡±, explicaba. La camarera del bar, Julia, record¨® c¨®mo ¡°pedimos a los clientes que se fueran, desenchufamos los electrodom¨¦sticos, cerramos y nos fuimos. No se pod¨ªa hacer nada m¨¢s a oscuras¡±. Ayer por la ma?ana sacaron las mesas y sillas a la calle y le dieron duro a la fregona. ¡°Esto pasaba en octubre, cuando la gota fr¨ªa, pero no en abril¡±, a?ad¨ªa Bego?a, convencida de que con el cambio clim¨¢tico estos episodios se repetir¨¢n ¡°cada dos por tres¡±. De momento, ha decidido copiar a los pueblos de la Vega Baja, al sur de Alicante, acostumbrados tambi¨¦n a riadas e inundaciones, y colocar¨¢ unas gu¨ªas y paneles delante de la puerta ¡°que no me quitar¨¢n toda el agua, pero s¨ª parte¡±.
Hab¨ªa viviendas inundadas por doquier en un barrio de muchas plantas bajas. Armando, de 63 a?os, venezolano reci¨¦n llegado al Cabanyal, contaba c¨®mo su casa se le inund¨® en apenas una hora. Ayer se afanaba en bombearla al exterior, pero hab¨ªa mucha y no daba abasto. ¡°Quitamos la corriente y dormimos arriba¡±, explic¨®. La compa?¨ªa de seguros iba a mediod¨ªa a evaluar los da?os. ¡°Esta ha sido nuestra inauguraci¨®n de casa¡±, afirm¨® ir¨®nicamente.
El tel¨¦fono 112 de Emergencias atendi¨® desde las diez de la noche del martes hasta las ocho de la ma?ana de ayer mi¨¦rcoles un total de 1.563 llamadas relacionadas con el episodio de lluvias y ha gestionado 1.083 incidentes. La ciudad volvi¨® ayer a la normalidad, sin da?os personales ni rescates, con los t¨²neles abiertos al tr¨¢fico y el metro en funcionamiento.
Una barbaridad de agua
Fue, sin duda, una barbaridad de agua, que batió todos los récords. Se trató del día de mayo de más precipitación acumulada en la ciudad desde que hay registros, superando al 25 de mayo de 1871. Los 232 litros recogidos en la ciudad en apenas 24 horas son “la mitad de todo lo que llueve en un año normal en Valencia" y casi seis veces más de lo que llueve en un mayo normal”, destaca Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
“Para hacerse una idea de la magnitud del agua caída, es juntar en un día lo que suele llover en diciembre, enero, febrero, marzo, abril y mayo”, añade el meteorólogo. Otro ejemplo que da cuenta de las dimensiones del fenómeno es comparar los datos con la región donde más llueve de España, Galicia. Solo entre marzo y abril, ya habían caído 370 litros por metro cuadrado en la Comunidad Valenciana, mientras que en Galicia se habían recogido en ese mismo periodo 191, “prácticamente la mitad”. “Hay que tener en cuenta que el mes de marzo en Galicia fue un mes normal, pero abril fue bastante seco, ha llovido un 65% menos”, añade Del Campo.