¡°Hay que adaptar el turismo y las ciudades a las temperaturas extremas¡±
El catedr¨¢tico Jorge Olcina advierte desde el Observatorio de la Climatolog¨ªa de Alicante de que no se trata solo de mitigar el calentamiento sino de prepararse para vivir en condiciones menos confortables
El Mediterr¨¢neo est¨¢ a tres grados de convertirse en la piscina de un spa. Una masa de aire sahariano ha elevado su temperatura hasta tocar los 30 grados, un indicador ¡°an¨®malo y excepcional¡± para un mes de julio, sostiene Jorge Olcina, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa y responsable del Laboratorio de Climatolog¨ªa de la Universidad de Alicante (UA). Las consecuencias son ¡°la p¨¦rdida de confort clim¨¢tico, la alteraci¨®n del calendar...
El Mediterr¨¢neo est¨¢ a tres grados de convertirse en la piscina de un spa. Una masa de aire sahariano ha elevado su temperatura hasta tocar los 30 grados, un indicador ¡°an¨®malo y excepcional¡± para un mes de julio, sostiene Jorge Olcina, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa y responsable del Laboratorio de Climatolog¨ªa de la Universidad de Alicante (UA). Las consecuencias son ¡°la p¨¦rdida de confort clim¨¢tico, la alteraci¨®n del calendario de lluvias, la abundancia de temporales y la acumulaci¨®n de noches t¨®rridas¡±. ¡°Desde los a?os 80¡å, declara Olcina, ¡°la temperatura del mar en la costa mediterr¨¢nea ha crecido el doble que la del aire¡±. Es tarde para confiar en la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico. ¡°Hay que adaptarse a las nuevas condiciones clim¨¢ticas¡±, alerta, ¡°los pa¨ªses que no lo hagan lo pagar¨¢n con huracanes y lluvias torrenciales¡±.
El encuentro de EL PA?S con Olcina se produce esta semana, que comenz¨® con un r¨¦cord registrado 42,4 grados en el observatorio del aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hern¨¢ndez, cuyas pistas acaban a apenas dos kil¨®metros del litoral. El calor y la humedad, por encima del 60%, imposibilitan dormir en noches ¡°tropicales o incluso ecuatoriales, las que no bajan de 20 y 25 grados, respectivamente¡±. ¡°Estamos viviendo un verano excepcional, en el que hemos pasado dos intensas olas de calor, prolongado por las altas temperaturas nocturnas¡±, comenta. ¡°Es un verano muy parecido al de 2003, en el que hubo muchas v¨ªctimas mortales y que tambi¨¦n comenz¨® con olas de calor en junio. Y a¨²n habr¨¢ que esperar a agosto, un mes en el que los modelos meteorol¨®gicos parecen apuntar a que la primera quincena ser¨¢ tambi¨¦n muy calurosa¡±.
Con la poblaci¨®n mediterr¨¢nea haciendo malabares para refrescar sus viviendas, Olcina se fija en el mar. ¡°Desde el 20 de julio, la temperatura del agua en el Mediterr¨¢neo est¨¢ en 28 o 29 grados¡± en las costas espa?olas, desde Andaluc¨ªa a la Comunidad Valenciana y Baleares, una circunstancia ¡°muy an¨®mala¡±. ¡°Con la presencia de aire sahariano, el calor se acumula en superficie y caldea el agua del mar¡±, explica. El calentamiento marino es progresivo y veloz. ¡°En el ¨¢rea mediterr¨¢nea, mientras la temperatura media en el aire ha subido 0,7 grados desde 1980, la del mar ha aumentado el doble, 1,4 grados de media¡±. Otra consecuencia de la transformaci¨®n del mar en una piscina climatizada consiste en que ¡°las temperaturas nocturnas no bajan de 25 o 26 grados, porque el aire no se enfr¨ªa con las brisas costeras¡±. Con las estad¨ªsticas en la mano, Olcina apunta que ¡°en el mismo periodo, en la Comunidad Valenciana hemos pasado de 15 noches tropicales, las que no bajan de 20 grados, a unas 80 anuales¡±. ¡°Es un proceso generalizado en todo el Mediterr¨¢neo, aunque aqu¨ª nos afecta m¨¢s porque son las cuencas balear y de Argel (el mar de Albor¨¢n almeriense) las m¨¢s extensas y las que m¨¢s se est¨¢n calentando¡±, asegura. Y no es permanente. ¡°En enero y febrero se enfr¨ªa otra vez, a unos 14 o 15 grados¡±, manifiesta, ¡°pero entre mayo y octubre, el mar cada vez acumula m¨¢s calor¨ªas¡±.
El experto de la UA incidi¨® esta semana en que la situaci¨®n puede derivar en un fuerte episodio de lluvias torrenciales. ¡°Las aguas c¨¢lidas son el combustible de los procesos de inestabilidad¡±, alerta. Si la energ¨ªa acumulada en la sopa tibia del Mediterr¨¢neo coincide ¡°con la bajada de una bolsa de aire fr¨ªo¡±, lo que se conoce como dana, las precipitaciones pueden ser muy intensas, ¡°incluso podr¨ªan adelantarse a antes del final del verano las que antes sol¨ªan producirse en oto?o¡± en la zona. O seguir en primavera, como este a?o. Aunque, tranquiliza, ¡°todo depende de las capas altas de la atm¨®sfera¡±. ¡°Por ejemplo¡±, contin¨²a, en el atroz verano de 2003 ¡°no hubo gota fr¨ªa¡±.
La singularidad de este periodo estival no debe ocultar, a su juicio, que la caldera del cambio clim¨¢tico funciona desde 2010. ¡°Desde entonces¡±, dice el especialista, ¡°no hay ning¨²n verano con temperaturas medias o incluso por debajo de lo habitual¡±. ¡°Debemos ser conscientes de ello¡±, en su opini¨®n, ¡°prepararnos para vivir bajo estas condiciones de clima menos confortable y m¨¢s extremo¡±. En el litoral espa?ol, ¡°no es tan preocupante la subida de los niveles porque el Mediterr¨¢neo es un mar cerrado que no est¨¢ tan sometido a la acci¨®n de las mareas¡±. A cambio, crece el n¨²mero de ¡°temporales mar¨ªtimos, del tipo de Gloria¡±. ¡°Antes padec¨ªamos un temporal fuerte de Levante cada 15 a?os¡±, recuerda, ¡°ahora los vemos con mucha mayor frecuencia, cada tres o cinco a?os¡±. ¡°Por tanto tenemos que revisar la ley de Costas y las concesiones urban¨ªsticas para viviendas en primera l¨ªnea. Porque es la primera l¨ªnea la que est¨¢ en peligro y pone en riesgo la vida humana. Estos fen¨®menos causan v¨ªctimas y evitar muertes tiene que ser nuestra prioridad¡±.
Tambi¨¦n est¨¢ en peligro nuestra econom¨ªa, especialmente la relacionada con el turismo. ¡°Si nos dijeran que en los pr¨®ximos diez a?os esto se va a repetir, la gente se lo pensar¨ªa antes de venir en julio y agosto¡±, vaticina. ¡°As¨ª que hay que adaptar las instalaciones tur¨ªsticas y las ciudades a estas temperaturas extremas. Generar m¨¢s sombra en las ciudades, aclimatar las instalaciones de alojamiento. Empezar a verdear las fachadas y azoteas¡±. Hasta el calendario vacacional podr¨ªa modificarse. ¡°Es dif¨ªcil tocar el calendario escolar para que las vacaciones no coincidan con el verano, pero si pretendemos que las clases comiencen a principios de septiembre, hay que arreglar los colegios con m¨¢s sombra en los patios y m¨¢s aire acondicionado en las aulas¡±, manifiesta.
La v¨ªa de la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico, la de ¡°generar un cambio de modelo energ¨¦tico, reducir emisiones, cerrar centrales t¨¦rmicas o reducir el consumo de gas¡± es extremadamente lenta. Hay que pasar a la adaptaci¨®n. ¡°Desde preparar las ciudades a las temperaturas extremas a implantar nuevos modelos agr¨ªcolas de cultivos y aprender c¨®mo regarlos¡±, requiere Olcina. ¡°La sociedad ya entiende que estamos ante el problema ambiental m¨¢s importante del siglo. Pero hay pa¨ªses que no quieren asumirlo. Y lo pagar¨¢n con huracanes y lluvias¡±, augura.
No se trata de generar alarmismo. ¡°Los datos son suficientes para que tomemos conciencia¡±, subraya, ¡°y un verano como este viene bien para que se eliminen las dudas sobre el calentamiento global, un riesgo silencioso pero constante¡± que ¡°ir¨¢ a m¨¢s¡±. Entre tantos nubarrones, el catedr¨¢tico resalta un punto de luz: ¡°La investigaci¨®n clim¨¢tica est¨¢ alcanzando unos niveles de acierto en la predicci¨®n y de movilizaci¨®n muy altos. El futuro ser¨¢ tal como nos avanzan, por lo que habr¨¢ que trabajar en esa movilizaci¨®n¡±.