La emoci¨®n rodea el desnudo fallero de una mujer sin pecho
Pacientes oncol¨®gicas de toda Espa?a se re¨²nen en Valencia en torno a la falla de una joven mastectomizada por el c¨¢ncer de mama
No se sienten guerreras ni heroinas: ¡°No vamos a ninguna guerra, nos ha tocado y somos enfermas, somos personas¡±, afirma rotunda Juani Garc¨ªa, de 47 a?os, a la que le extirparon y luego reconstruyeron un pecho tras diagnosticarle un c¨¢ncer de mama. Juani es una de las pacientes oncol¨®gicas que ha respondido a la llamada que lanz¨® por redes sociales Cristina G¨®mez, una joven de 34 a?os cuyo cuerpo replicado ¡ªdonde destaca la cicatriz de su mastectomia¡ª corona el monumento de la Falla Garc¨ªa Lorca de Valencia.
Tras la operaci¨®n, la quimio y la radioterapia, G¨®mez y el artista fallero Ra¨²l...
No se sienten guerreras ni heroinas: ¡°No vamos a ninguna guerra, nos ha tocado y somos enfermas, somos personas¡±, afirma rotunda Juani Garc¨ªa, de 47 a?os, a la que le extirparon y luego reconstruyeron un pecho tras diagnosticarle un c¨¢ncer de mama. Juani es una de las pacientes oncol¨®gicas que ha respondido a la llamada que lanz¨® por redes sociales Cristina G¨®mez, una joven de 34 a?os cuyo cuerpo replicado ¡ªdonde destaca la cicatriz de su mastectomia¡ª corona el monumento de la Falla Garc¨ªa Lorca de Valencia.
Tras la operaci¨®n, la quimio y la radioterapia, G¨®mez y el artista fallero Ra¨²l Mart¨ªnez, Chuky, decidieron crear una falla que visualizase las cicatrices, no solo f¨ªsicas, que deja el c¨¢ncer de mama en las pacientes: los temores e incertidumbres, el dolor, los tratamientos posteriores, el coste econ¨®mico que trae consigo la enfermedad o las barreras, a veces insalvables, para volver a la vida laboral. El artista fallero, en colaboraci¨®n con una empresa especializada, escane¨® en 3D el cuerpo desnudo de la joven y lo convirti¨® en un ninot fallero de m¨¢s de tres metros de alto que, como el resto, se quema la noche del 19 de marzo. ¡°Ha puesto su cara y su cuerpo para dar visibilizar a miles de mujeres¡±, valoran otras pacientes oncol¨®gicas del gesto de Cristina. La falla muestra al p¨²blico un cuerpo desnudo ¡°no normativo¡±, con una cicatriz donde antes hab¨ªa un pecho, y a partir de ah¨ª la posibilidad de reconstruirlo o no.
Marta, de 24 a?os, carga con la enfermedad desde los 22. Es educadora social y ha venido a Valencia desde Lleida para abrazar y ponerle cara a toda ¡°esa comunidad superbonita de gente que estaba pasando por lo mismo que yo¡±. Las ha ido conociendo por redes sociales y desde la distancia la han hecho sentirse menos sola en los peores momentos. ¡°El c¨¢ncer puede ser muy solitario y encontrarte gente que est¨¢ pasando por lo mismo es como una terapia grupal superpotente¡±, asegura. Confiesa que cuando vio la falla se emocion¨®: ¡°Porque es la realidad de muchas; es una manera de decir `hola, estamos aqu¨ª. Existimos, tenemos un problema y hay que investigar m¨¢s¡¯¡±. La joven rechaza que se romantice la enfermedad. ¡°Muchas veces el lazo rosa esconde un dolor y una realidad que no se explica bien porque es tab¨². Es importante para nosotras poder hablar de salud mental, de sexualidad, de tantas cosas...¡±, afirma Marta.
El caso de Juani rompe todas las estad¨ªsticas porque las tres mujeres de la familia han sufrido cuatro c¨¢nceres de pecho. Su madre pas¨® por el primero hace 25 a?os y hace siete se le reprodujo. Y a su hermana y ella se lo diagnosticar¨¢n pr¨¢cticamente a la vez despu¨¦s de ser madres. Ella perdi¨® una mama y opt¨® por la reconstrucci¨®n. ¡°Creo que si hoy me lo volvieran a plantear no lo har¨ªa. He sufrido mucho, un dolor insoportable, lo que pasa es que psicol¨®gicamente lo vives como una mutilaci¨®n y creo que todav¨ªa no estamos preparadas para mostrarnos. Con la falla queremos visibilizar que hay cuerpos diferentes, que nos han quitado el pecho pero seguimos siendo mujeres, que queremos vivir¡±, subraya. A su lado, Pilar Ros, de 43 a?os, hace hincapi¨¦ en la sororidad de la iniciativa de Cristina. ¡°Ella y el resto son la fuerza del grupo de iguales, con las que compartes desde el detalle m¨¢s tonto hasta esos d¨ªas malos en los que no te sientes bien, que tienes miedo a la enfermedad, a la muerte... Y siempre encuentras esa palabra de ayuda, de apoyo¡±. A Irene, de 47 a?os, tambi¨¦n le hicieron una mastectom¨ªa radical en 2011. Ha venido de Orihuela tras enterarse por el peri¨®dico de la iniciativa. ¡°Me encant¨® la idea y he venido a solidarizarme¡±, apunta. Otra afectada, de Bilbao, ha cogido un avi¨®n desde Ginebra para no perderse la cita.
Cristina G¨®mez est¨¢ emocionada, llora con cada abrazo, luego se r¨ªe y vuelve a las l¨¢grimas. Ataviada con la sudadera amarilla de su asociaci¨®n, C¨¢ncer con lim¨®n, sus emociones son una monta?a rusa. ¡°Cada uno debe ser libre de elegir si reconstruye su pecho o no. Que no se sientan menos, que no sientan pudor por su cuerpo¡±, anima mientras se prepara para un d¨ªa t¨ªpico de fallas junto a sus compa?eras. Comenzaron con un desayuno en la falla L¡¯Antiga de Campanar, siguieron con una quedada en la falla Garc¨ªa Lorca, donde est¨¢ el monumento titulado Pit [Pecho], y despu¨¦s siguieron hasta que el cuerpo aguant¨®.