El regreso del alficoz, entre el mel¨®n y el pepino, para luchar contra el cambio clim¨¢tico
Un proyecto liderado por la Polit¨¨cnica de Valencia busca semillas tradicionales de la familia del mel¨®n o la calabaza que resistan el riego con poca agua y alta salinidad
El alficoz fue una de las primeras variedades de hortalizas cucurbit¨¢ceas que se cultiv¨® en Espa?a. Tras su entrada en la Pen¨ªnsula desde el norte de ?frica, procedente de India, arraig¨® en Murcia y el sur de la Comunidad Valenciana hasta que la fragilidad por la que no soporta bien el transporte lo confin¨® a los mercadillos de proximidad, de los que despu¨¦s pr¨¢cticamente desapareci¨®. Esta variedad de mel¨®n, tambi¨¦n llamado cohombro o pepino fino, sobrevive apenas en los puestos...
El alficoz fue una de las primeras variedades de hortalizas cucurbit¨¢ceas que se cultiv¨® en Espa?a. Tras su entrada en la Pen¨ªnsula desde el norte de ?frica, procedente de India, arraig¨® en Murcia y el sur de la Comunidad Valenciana hasta que la fragilidad por la que no soporta bien el transporte lo confin¨® a los mercadillos de proximidad, de los que despu¨¦s pr¨¢cticamente desapareci¨®. Esta variedad de mel¨®n, tambi¨¦n llamado cohombro o pepino fino, sobrevive apenas en los puestos que lo comercializan como calabac¨ªn o pepino de Marruecos. Sin embargo, el alficoz puede convertirse en un producto agr¨ªcola de primera magnitud ante el cambio clim¨¢tico, ya que soporta muy bien la sequ¨ªa e incluso el riego con agua con altas concentraciones de salinidad, seg¨²n un estudio liderado por la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia (UPV), que busca alternativas a las variedades actuales, seleccionadas en tiempos de bonanza clim¨¢tica.
El proyecto, llamado Diversidad gen¨¦tica y digitalizaci¨®n para el ahorro de recursos h¨ªdricos en el cultivo de las cucurbit¨¢ceas, tiene como objetivo ¡°utilizar la biodiversidad¡± de esta familia vegetal ¡°para ofrecer variedades tradicionales de calabaza, mel¨®n, sand¨ªa, pepino y calabac¨ªn que resistan mejor ante el aumento de la temperatura y la escasez de agua¡±, explica Bel¨¦n Pic¨®, vicerrectora de Investigaci¨®n y catedr¨¢tica de Gen¨¦tica de la UPV. Los investigadores viajan atr¨¢s en el tiempo porque ¡°las semillas que se utilizan ahora se han ido seleccionando bajo los criterios de producci¨®n, uniformidad y adaptaci¨®n a sistemas intensivos de cultivo¡±. Es decir, en ¨¦pocas de abundancia de agua y de uso extendido de fertilizantes y pesticidas para combatir las plagas. Pero algunas de las variedades tradicionales, apartadas por las leyes del mercado, ¡°aunque no sean tan productivas¡± est¨¢n m¨¢s blindadas contra el d¨¦ficit h¨ªdrico ¡°y dan un producto de gran calidad¡±.
Para ello, han recurrido al banco de semillas del Instituto de Conservaci¨®n y Mejora de la Agrodiversidad de la entidad acad¨¦mica valenciana, as¨ª como a los del CITA de Zaragoza o el IMIDA de Murcia, para encontrar ejemplares ¡°que puedan cultivarse en zonas marginales y con agua de peor calidad¡±. Hasta 500 variedades distintas, en solo un a?o, han salido de sus c¨¢maras de fr¨ªo y se han testado en zonas de cultivo particulares de Valencia y Elche (Alicante), en las que los agricultores han recibido instrucciones precisas para dosificar diferentes condiciones de riego. El estudio, financiado con fondos Next Generation del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia de la Uni¨®n Europea y con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y de la Generalitat Valenciana, tambi¨¦n utiliza t¨¦cnicas de digitalizaci¨®n para analizar el desarrollo de las ra¨ªces y drones para monitorizar los cultivos.
En esta b¨²squeda del cultivo resistente al calentamiento global, sin necesidad de recurrir a variedades transg¨¦nicas, prohibidas en Espa?a, el alficoz es uno de los que mejores calificaciones ha obtenido. ¡°Tiene una floraci¨®n precoz, es de ciclo corto y aguanta la sequ¨ªa y la salinidad¡±, afirma Pic¨®. Como sustituto del pepino, que no precisa mucha agua pero tampoco tolera demasiado las sales del terreno, el alficoz ¡°es m¨¢s dulce, menos acuoso y no repite¡±. Se consume con piel y es id¨®neo para ensaladas que se pueden ali?ar con yogur. Tambi¨¦n dieron gran resultado la calabaza y el mel¨®n, que son generosos con la producci¨®n y no se arredran ante las inclemencias. La sand¨ªa es la que peor lo lleva, ¡°pero injertada en pie de calabaza aguanta mejor la salinidad¡±.
El ¨²ltimo paso del estudio, en el que tambi¨¦n participan el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), la Universidad Jaume I de Castell¨®n (UJI) y la Miguel Hern¨¢ndez de Elche (UMH), es testar los frutos obtenidos entre el consumidor. Pic¨® y Santiago Garc¨ªa, profesor de Gen¨¦tica de la UMH y responsable cient¨ªfico del cultivo en una parcela situada en el humedal de Carrizales (Elche), ofrecieron el pasado mes de agosto una cata de calabazas en unas carpas municipales de Dolores (Alicante), una localidad agraria del sur de la provincia. ¡°Ense?amos 30 variedades distintas y dimos a probar seis asadas en horno¡±, recuerda Garc¨ªa. Triunf¨® una calabaza de asar con un sabor muy dulce. ¡°En condiciones de sequ¨ªa¡±, explica el investigador, ¡°la planta crece menos, pero genera un fruto m¨¢s dulce, porque acumula az¨²cares al crecer en terrenos con alta salinidad¡±. Son todos, adem¨¢s, ¡°cultivos de verano, lo que los hace m¨¢s interesantes ante el cambio clim¨¢tico¡±, que ya ha empezado a dejar sentir el aumento de la temperatura y de la humedad que se avecina.