Operaci¨®n ¡®salvar a Podemos¡¯ para mantener Valencia y rebajar la victoria de Ayuso en Madrid
Tanto el PSOE como los grupos a la izquierda dejan todo el espacio a la formaci¨®n de Ione Belarra para evitar que su ca¨ªda entregue el Gobierno al PP en plazas clave
Mientras la derecha vive en esta campa?a que acaba de empezar una guerra feroz por el espacio entre el PP y Vox, que se ve a diario en todos los temas ¡ªel ¨²ltimo, el de las listas de Bildu, con Santiago Abascal pidiendo su ilegalizaci¨®n y Alberto N¨²?ez Feij¨®o critic¨¢ndolo pero sin llegar a medidas tan extremas¡ª en la izquierda se ha producido el efecto contrario. Apenas hay trasva...
Mientras la derecha vive en esta campa?a que acaba de empezar una guerra feroz por el espacio entre el PP y Vox, que se ve a diario en todos los temas ¡ªel ¨²ltimo, el de las listas de Bildu, con Santiago Abascal pidiendo su ilegalizaci¨®n y Alberto N¨²?ez Feij¨®o critic¨¢ndolo pero sin llegar a medidas tan extremas¡ª en la izquierda se ha producido el efecto contrario. Apenas hay trasvase de voto entre los dos grandes protagonistas de la coalici¨®n de Gobierno, el PSOE y Unidas Podemos. La guerra del sorpasso qued¨® resuelta en 2016, cuando Podemos fracas¨® por muy poco en su intento de convertirse en el partido hegem¨®nico de la izquierda. Y ahora las cosas son al rev¨¦s que en la derecha: los socialistas necesitan que Podemos, aliado con IU en casi todas partes, aguante y supere el temido 5%, sobre todo en la Comunidad Valenciana y en Madrid.
As¨ª que en el Gobierno se ha decretado la alarma y el presidente Pedro S¨¢nchez y los suyos est¨¢n dejando todo el espacio que pueden a Podemos, en una especie de pacto no firmado de no agresi¨®n, para que evite la debacle que podr¨ªa abrir la puerta al PP a la Comunidad Valenciana, la joya de la corona, y dar la mayor¨ªa absoluta a Isabel D¨ªaz Ayuso en Madrid, adem¨¢s de otras posibles plazas. ¡°Nosotros hacemos todo lo que podemos, no contestamos a nada, no polarizamos con ellos, no les disputamos ninguna batalla. Ojal¨¢ ellos fueran m¨¢s contra el PP y Vox y no contra nosotros. Pero la orden de S¨¢nchez es muy clara: no entramos al choque nunca¡±, se?ala un destacado miembro del Gobierno. Es una clara operaci¨®n salvar a Podemos, aunque t¨¢cita, jam¨¢s declarada y mucho menos pactada abiertamente con la direcci¨®n de este grupo, cada vez m¨¢s distanciado de S¨¢nchez y su equipo.
Este martes fue una prueba clara de c¨®mo funcionan las cosas ahora en una coalici¨®n que formalmente sigue funcionando, pero en la pr¨¢ctica est¨¢ en suspenso en este periodo electoral, con dos mundos ¡ªen realidad tres, con Yolanda D¨ªaz como tercer polo¡ª cada vez m¨¢s separados. El PSOE aprobaba los cr¨¦ditos ICO para cubrir el 20% de entrada de la vivienda de j¨®venes menores de 35 a?os de clase media, con ingresos de hasta 37.800 euros anuales. Podemos los hab¨ªa criticado con dureza. Los socialistas les dejaron todo ese espacio sin entrar a contestarles. Pero dentro, en el Consejo de Ministros, pas¨® lo contrario de lo que se pod¨ªa esperar: nadie dijo una sola palabra cr¨ªtica. Ni un reproche. Ni una discusi¨®n. Ni Ione Belarra, ni Irene Montero, ni ning¨²n otro ministro. El tema pas¨® sin m¨¢s, en un consejo rapid¨ªsimo.
Esta realidad refleja dos cosas: por un lado, que la coalici¨®n ya no funciona como tal, al menos en campa?a, porque los temas ya ni siquiera se discuten. No hay reuniones de maitines con los dos grupos, como hubo en su d¨ªa, no se convoca al comit¨¦ de crisis nunca. Solo hay, eso s¨ª, una intensa relaci¨®n bilateral entre S¨¢nchez y la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, pero nada en grupo. Y por otro lado, el PSOE est¨¢ decidido a dejar que Podemos busque sus estrategias para intentar aguantar su espacio sin entrar a disputarle nada.
Algunos en el PSOE se lamentan de que Podemos sea v¨ªctima de su propia estrategia de confrontaci¨®n con todos, incluida con D¨ªaz, que le ha ido reduciendo a un espacio pol¨ªtico mucho m¨¢s peque?o del que tuvo en 2016, cuando a¨²n miraba de t¨² a t¨² al PSOE. ¡°Se han ido haciendo peque?itos por su propia decisi¨®n estrat¨¦gica. Nosotros ahora no podemos hacer nada m¨¢s que no contestarles¡±, resume una ministra.
Mientras, en Podemos lo ven de manera completamente diferente. ¡°El PSOE sue?a con gobernar sin nosotros. Han querido matarnos. Pero ahora ven que no pueden¡±, resumen desde el grupo de Ione Belarra. ¡°El problema es que nosotros asumimos en primera persona el coste pol¨ªtico de hablar claro, y lo vamos a seguir haciendo¡±
Mientras, D¨ªaz tambi¨¦n ha entrado de lleno en la operaci¨®n Salvar a Podemos. Despu¨¦s de meses de tensiones, los dos equipos, el de la vicepresidenta y el de Belarra, han pactado su participaci¨®n en la campa?a y estar¨¢ en todos los sitios clave, especialmente en la Comunidad Valenciana para apoyar a H¨¦ctor Illueca, vicepresidente segundo de la Generalitat y candidato de Podemos, el hombre clave en este momento para que se repita el pacto del Bot¨¢nic.
Mientras, la campa?a socialista, que en teor¨ªa iba a ser muy local, dada la buena valoraci¨®n de la mayor¨ªa de sus alcaldes y presidentes auton¨®micos, est¨¢ totalmente dominada por la omnipresencia de Pedro S¨¢nchez, que la ha arrancado de forma in¨¦dita en Washington, en la Casa Blanca, donde se vio obligado a hablar de Bildu, algo bien extra?o en esos pasillos lleno de historia de la pol¨ªtica mundial. El presidente y su equipo han dise?ado un mes y medio fren¨¦tico desde Semana Santa hasta el 28 de mayo lleno de anuncios con la intenci¨®n de monopolizar la agenda, dejar al PP sin espacio y lograr que se hable de gesti¨®n: vivienda, j¨®venes, educaci¨®n, sanidad, pensiones, transportes, sequ¨ªa.
La decisi¨®n de Bildu, que ha colocado a terroristas con condenas por asesinato en sus listas a las municipales, ha roto esta estrategia por unos d¨ªas y ha servido al PP para recuperar aliento, pero en La Moncloa creen que durar¨¢ poco ¡ªS¨¢nchez trat¨® de cortarlo diciendo que es una indecencia que merece el mayor de los reproches¡ª y sobre todo que Feij¨®o corre el riesgo de alimentar a Vox, que siempre ir¨¢ m¨¢s lejos que ¨¦l en este tema. Por su parte, el l¨ªder del PP, le replic¨® al presidente: ¡°Lo indecente es que t¨², S¨¢nchez, pactes con ellos, gobiernes con ellos y sometas el futuro de Espa?a a ellos, eso es lo indecente¡±. S¨¢nchez ya ha vuelto este s¨¢bado en Sevilla a su l¨ªnea habitual de anuncios, que seguir¨¢ ma?ana y aumentar¨¢ el ritmo casi cada d¨ªa hasta el final de la campa?a.
Esta omnipresencia de S¨¢nchez se ve en el PP como un aut¨¦ntico regalo. ¡°Est¨¢ planteando un plebiscito, justo lo que quer¨ªamos. Nosotros necesitamos una movilizaci¨®n extraordinaria y nada unifica tanto a los votantes de PP, Vox y Ciudadanos como el antisanchismo. Tenemos muy buenas vibraciones¡±, se?ala un dirigente metido en la campa?a. No hay dudas de la estrategia del PP: todo est¨¢ volcado en ¡°derogar el sanchismo¡± y el salto de Bildu con terroristas en sus listas no ha hecho sino reforzarlo.
Mientras, en el PSOE dos barones, los mismos de siempre ¡ªel aragon¨¦s Javier Lamb¨¢n y el castellanomanchego Emiliano Garc¨ªa Page¡ª han optado por distanciarse claramente del l¨ªder para buscar el voto lim¨ªtrofe con el PP y evitar el efecto antisanchismo. Pero los dem¨¢s, seg¨²n coinciden varios de ellos, est¨¢n tranquilos con esta omnipresencia de S¨¢nchez porque creen que tiene el efecto positivo de que se habla de gesti¨®n y de temas relevantes, y no tanto de las batallas pol¨ªticas madrile?as que s¨ª les perjudican. Los socialistas creen que la campa?a del PP se agota r¨¢pido, mientras ellos tienen fuelle para dos semanas con anuncios constantes. A¨²n as¨ª, nadie tiene certezas porque hay varios resultados que penden de un hilo muy fino, y por eso, de nuevo, todas las miradas, al menos en la izquierda, vuelven a Podemos y la necesidad de que resista.
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