Las ascuas pol¨ªticas del incendio del verano en ?vila calientan las urnas

A¨²n huele a humo. Han pasado casi seis meses desde que se apagase el fuego que calcin¨® 22.000 hect¨¢reas de la sierra de ?vila ¡ªfue el tercer peor incendio en la historia de Espa?a¡ª, pero para estos pueblos sigue pareciendo que fue ayer cuando las llamas arrasaban sus picos. Las casas se libraron por la labor popular, que supli¨® con tractores y sudor la descoordinaci¨®n de las administraciones al principio del desastre, que dur¨® una semana. Peor su...

A¨²n huele a humo. Han pasado casi seis meses desde que se apagase el fuego que calcin¨® 22.000 hect¨¢reas de la sierra de ?vila ¡ªfue el tercer peor incendio en la historia de Espa?a¡ª, pero para estos pueblos sigue pareciendo que fue ayer cuando las llamas arrasaban sus picos. Las casas se libraron por la labor popular, que supli¨® con tractores y sudor la descoordinaci¨®n de las administraciones al principio del desastre, que dur¨® una semana. Peor suerte corrieron muchas instalaciones agrarias o toneladas de paja que ardieron en segundos. Las negras cenizas sobre unos terrenos de Sotalbo (200 habitantes) lo acreditan. El olfato tampoco enga?a junto a esa evidencia de que la cat¨¢strofe sigue muy vigente en ?vila en lo visual y emocional. Tambi¨¦n en lo pol¨ªtico.

El propietario de esas naves, Emilio Torrubia, de 59 a?os, mira al monte como si el fuego pudiese irrumpir de nuevo y reabrir la pesadilla. Su ganado se salv¨®, pero no as¨ª aquellos miles de pinos que, de chaval, ayud¨® a plantar por 600 pesetas diarias como jornal. Aquel legado bot¨¢nico ya es historia. El hombre mira a las elecciones del 13-F en Castilla y Le¨®n y expresa su indignaci¨®n hacia los pol¨ªticos. Sostiene que la falta de infraestructuras y el desconcierto entre entidades p¨²blicas provoc¨® que el motor recalentado de un coche acabara en cat¨¢strofe medioambiental. ¡°Yo quitaba a los pol¨ªticos y las elecciones, y que vinieran a sembrar el monte¡±, dice.

Eso mismo han pensado los partidos, pero al rev¨¦s: han sembrado sus discursos de menciones a ?vila en busca de que el fuego se convierta en argumento electoral en una zona proclive al PP. Fuentes de esta formaci¨®n temen que esta tragedia, que ha generado m¨²ltiples cr¨ªticas al papel de la Diputaci¨®n y la Junta (PP), empuje al electorado hacia Vox.

Fuentes de Vox confirman algo que los populares ya manejaban: los l¨ªderes de la formaci¨®n ultra han acudido regularmente a estos pueblos, casi a t¨ªtulo personal y sin dejar rastro en redes sociales o medios de comunicaci¨®n, para canalizar este enojo hacia su candidatura en Castilla y Le¨®n.

Agricultores y ganaderos comparan esas briznas verdes que ya cubren parte del manto tiznado de 84 kil¨®metros de per¨ªmetro con las promesas de invertir en el servicio de extinci¨®n: de poco sirven algunos brotes cuando el horror ya ha ocurrido. Dos representantes del personal antiincendios asisten a este recorrido por la sierra de ?vila, donde los ¨¢rboles negros y los prados marrones evidencian lo acontecido. Juan Carlos Prieto y Juan Ignacio Garc¨ªa, de la plataforma de bomberos profesionales de Castilla y Le¨®n, lamentan la devastaci¨®n. ¡°La gente no ve que lo primero es prevenir y tener servicios ¨²tiles¡±, explican.

Ellos no estuvieron aquellos d¨ªas de infierno, pero hablan en nombre de los compa?eros que siguen acusando el trauma. Garc¨ªa, que luce el casco y la chaqueta de su gremio, critica que la provincia no cuenta con bomberos profesionales y que la legislaci¨®n de 1985 recoge que la competencia recae en los Ayuntamientos, salvo que sean peque?os. En ese caso entra la Diputaci¨®n, que no tiene un parque profesional pese a las grandes extensiones boscosas de sus dominios.

El presidente de la Diputaci¨®n, Carlos Garc¨ªa, asegur¨® en verano, ante la denuncia de los bomberos, que no hubo ¡°dejaci¨®n de funciones¡± y que el ente lleva ¡°dos a?os trabajando en mejorar el servicio de prevenci¨®n y extinci¨®n de incendios con la construcci¨®n de nuevos parques¡±. Esas palabras, replica Prieto, ¡°son un brindis al sol¡± porque no constan tales parques: ¡°No hay nada¡±. El pasado noviembre, la Diputaci¨®n public¨® una memoria econ¨®mica que incluye 3,3 millones de euros de gasto para incorporar a 91 nuevos profesionales, entre bomberos (82) y personal administrativo.

Prieto y Garc¨ªa se?alan el punto de la carretera nacional donde comenz¨® el fuego, muy cerca de unos chorretones de agua ahora helados. ¡°Los presupuestos de la Junta para 2022 ten¨ªan 13.000 millones y solo contemplaban 30 para los servicios de extinci¨®n¡±, sostienen. La lenta administraci¨®n de ayudas y la cuant¨ªa econ¨®mica de todo lo calcinado enfada a Torralba, que calcula en m¨¢s de 500.000 euros las pacas de paja quemadas y los aperos da?ados, o a Piedad Mart¨ªn, de 55 a?os: ¡°He llamado a la Junta tres veces, dicen que est¨¢n desbordados¡±.

Caminar por el cercano Robledillo (160 habitantes) tizna las botas de ceniza, a¨²n perenne en el suelo. El ganadero Jes¨²s Baterna, de 48 a?os, rememora esa madrugada del s¨¢bado, 14 de agosto, cuando tuvo que saltar de la cama y subirse al tractor para crear cortafuegos que protegiesen el municipio. ¡°Yo ya ve¨ªa que a mi vecino le cog¨ªa¡±, cuenta Baterna, que agradece la labor de los profesionales que batallaron durante horas. Emilio Torralba valora tambi¨¦n la labor de los bomberos, pero censura la tardanza que supuso el caos. ¡°Hay que tener memoria porque se dijo mucho, pero se ha hecho poco. Hasta que no tenemos una desgracia no se act¨²a. Todo es pol¨ªtica¡±, protesta.