La realidad de Vox se impone al PP

La escena ser¨ªa impensable hace un mes, cuando Pedro S¨¢nchez solo quer¨ªa hablar de econom¨ªa y Alberto N¨²?ez Feij¨®o solo quer¨ªa hablar de alg¨²n otro asunto que no fuese la econom¨ªa: las listas electorales de EH Bildu, los ya olvidados episodios de compra de votos o cualquier cosa que sirviese para coloca...

La escena ser¨ªa impensable hace un mes, cuando Pedro S¨¢nchez solo quer¨ªa hablar de econom¨ªa y Alberto N¨²?ez Feij¨®o solo quer¨ªa hablar de alg¨²n otro asunto que no fuese la econom¨ªa: las listas electorales de EH Bildu, los ya olvidados episodios de compra de votos o cualquier cosa que sirviese para colocar bajo la vasta bandera de ¡°derogar el sanchismo¡±. Ahora, cuatro semanas y un triunfo electoral despu¨¦s, el l¨ªder del PP acudi¨® el lunes a Barcelona y, cuando los periodistas le inquirieron por sus pactos pol¨ªticos ¡ªeso con lo que ¨¦l tanto incomodaba antes al presidente del Gobierno¡ª, Feij¨®o aleg¨® que ¨¦l solo hab¨ªa ido all¨ª a hablar de econom¨ªa.

Isabel D¨ªaz Ayuso, al contrario que su jefe de filas, no rehuy¨® el lunes comentar los pactos del PP con Vox, aunque sus palabras fueron igualmente esclarecedoras de las ganas que tienen los populares de enterrar cuanto antes ese enojoso asunto. ¡°Que pasen ya¡±, fue el primer deseo expresado por la presidenta madrile?a para referirse a los acuerdos entre su formaci¨®n y la extrema derecha.

La victoria del 28-M ha tenido un efecto no deseado para los empe?ados en ¡°derogar el sanchismo¡±. Hasta entonces, ellos impon¨ªan la agenda, centrada sobre todo en la demolici¨®n del arco pol¨ªtico que se ha entendido estos a?os con S¨¢nchez. Tras las elecciones municipales y auton¨®micas, ha sido el PP quien ha tenido que buscar acuerdos con otra compa?¨ªa poco deseada, en su caso la de Vox. Y de repente ya no es la derecha, sino la izquierda quien impone la conversaci¨®n. Y de lo que se habla estos d¨ªas no es de independentistas ni de antiguos etarras, sino de se?ores que niegan las vacunas o el cambio clim¨¢tico y a los que les pirra el franquismo. Todo ha dado la vuelta tan r¨¢pido y tan bruscamente que el lunes se escuch¨® a la portavoz del PSOE y ministra de Educaci¨®n, Pilar Alegr¨ªa, decir que el PP ¡°no tiene principios¡± y solo piensa en los ¡°sillones¡±, exactamente lo mismo que los populares dec¨ªan de S¨¢nchez hasta antes de ayer. Si no hace ni dos d¨ªas que el presidente del Gobierno era, seg¨²n sus detractores, el candidato de ETA, ahora ¡°toda Espa?a sabe que el PP ha formado un ticket electoral con la extrema derecha¡±, como afirm¨® este lunes Ernest Urtasun, portavoz de la campa?a de Sumar.

Ante este panorama, Feij¨®o hab¨ªa adoptado una estrategia que podr¨ªa definirse como cu¨¢ntica: el PP, igual que el famoso gato de la f¨ªsica, pactaba y no pactaba al mismo tiempo con la extrema derecha. El l¨ªder popular tanto ensalzaba los acuerdos de Valencia que har¨¢n vicepresidente y consejero de Cultura a un extorero que sostiene que ¡°el franquismo trajo la democracia¡± como daba todo su apoyo a la l¨ªder del partido en Extremadura, Mar¨ªa Guardiola, cuando proclamaba que ella jam¨¢s se prestar¨¢ a gobernar con gente de ese pelaje. En su larga trayectoria, el pol¨ªtico gallego ha dado grandes ejemplos de habilidad para el equilibrismo, pero en este caso la misi¨®n parec¨ªa tit¨¢nica. Y la realidad ha ido resquebrajando esa estrategia.

Criticada desde diferentes ¨¢mbitos de su partido, Guardiola ha dado un cierto paso atr¨¢s. Aun sin bajarse de su pretensi¨®n de no meter a Vox en el Gobierno, la l¨ªder de los populares extreme?os ha escrito a sus militantes expresando su ¡°respeto¡± por el partido de Santiago Abascal y constatando lo que siempre pareci¨® obvio: que su apoyo resulta ¡°imprescindible¡± para arrebatar el poder a los socialistas. Al tiempo que Guardiola bajaba el tono, segu¨ªan sucedi¨¦ndose los acuerdos, aun con diferentes dimensiones, entre el PP y Vox. El lunes se inici¨® el relevo de poder en la Comunidad Valenciana con la presencia de un Abascal muy diplom¨¢tico al hablar de los populares. El acuerdo entre las dos fuerzas de la derecha ha colocado en la presidencia de las Cortes a la miembro de Vox Llanos Mass¨® quien, como los que ocupar¨¢n el mismo cargo en Baleares y Arag¨®n, tiene un extenso curr¨ªculo de declaraciones pol¨¦micas, en su caso sobre al aborto y la educaci¨®n sexual en la escuela.

Los acuerdos con Vox se suceden y tambi¨¦n las declaraciones de dirigentes populares que desde?an las sutilezas cu¨¢nticas y abogan por tirar adelante con la derecha extrema. Ayuso lo expres¨® con mucha claridad y reclam¨® que los suyos no sucumban a ¡°los mantras de la izquierda¡± para cuestionar los pactos.

Algunas encuestas conocidas el lunes apuntan a que todo el barullo de los ¨²ltimos d¨ªas ha erosionado ligeramente al PP. No es nada de un tama?o suficiente como para invertir la tendencia que se?alan un¨¢nimemente todos los sondeos ¡ªbueno, todos menos la irreductible aldea gala de Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos en el CIS¡ª, pero los ¨²ltimos estudios publicados por El Mundo y La Raz¨®n apuntan a un leve retroceso de los populares por primera vez desde el 28-M. Responsables de otros institutos de opini¨®n se?alan la misma tendencia, acompa?ada de una cierta recuperaci¨®n del PSOE. Son todav¨ªa peque?os movimientos que las pr¨®ximas semanas confirmar¨¢n o desmentir¨¢n.

S¨¢nchez, mientras, se ha enfrascado en una extensa gira por radios y televisiones, donde intenta romper esa imagen de frialdad que le atribuyen hasta sus cercanos. La baza de la campa?a socialista que ha logrado mayor repercusi¨®n hasta ahora ha sido la de un entusiasta e hiperactivo Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que incluso le ha marcado el discurso a S¨¢nchez. El domingo con Jordi ?vole el presidente calc¨® palabras de Zapatero y, como este, proclam¨® que su prop¨®sito es ¡°pinchar la burbuja del sanchismo¡±.

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