La participaci¨®n cae hasta seis puntos en zonas independentistas en Catalu?a
Es la tercera comunidad con la menor participaci¨®n en estas elecciones y los partidos secesionistas pierden m¨¢s de 700.000 votos respecto a 2019
Una de las grandes cuestiones de la noche electoral empez¨® a resolverse a media tarde con los avances de participaci¨®n. Catalu?a volvi¨® a quedarse en casa, como ya ocurri¨® en las pasadas elecciones municipales. Esta vez votaron 3,4 millones de personas, un 65,4% del censo; cuatro porcentuales menos que en 2019, cuando vot¨® el 69,4%. Solo en Canarias y Baleares se vot¨® menos en unos comicios marcados por ...
Una de las grandes cuestiones de la noche electoral empez¨® a resolverse a media tarde con los avances de participaci¨®n. Catalu?a volvi¨® a quedarse en casa, como ya ocurri¨® en las pasadas elecciones municipales. Esta vez votaron 3,4 millones de personas, un 65,4% del censo; cuatro porcentuales menos que en 2019, cuando vot¨® el 69,4%. Solo en Canarias y Baleares se vot¨® menos en unos comicios marcados por una participaci¨®n que creci¨® en la mayor parte del Estado. La media nacional fue del 70,5%. La baja movilizaci¨®n en Catalu?a afect¨® especialmente en aquellas zonas tradicionalmente m¨¢s independentistas y lastr¨® sus resultados.
El descenso de la participaci¨®n fue mayor en la provincia de Girona, donde la reducci¨®n fue de 6 puntos. Con un 99,4% de los votos escrutados, la provincia de Barcelona perdi¨® 3,8 puntos, Tarragona 3, y Lleida; 4,4. Algunas ciudades representativas del movimiento, como Olot, Vic, Berga y Ripoll registraron descensos de entre 11 y 12 puntos. En Amer, localidad del expresidente de la Generalitat de Catalu?a Carles Puigdemont, el descenso supera los 13,5 puntos.
Los resultados independentistas tambi¨¦n caen en todo el territorio: Junts pierde dos puntos porcentuales (cae del 13,6% al 11,16%), la CUP, casi cuatro (6,37% a 2,81%); y ERC m¨¢s de nueve (22,56% a 13,15%). En total, el bloque pierde m¨¢s de 700.000 votos respecto a 2019.
El descenso en la movilizaci¨®n se explica en partes por tres factores: la abstenci¨®n activa promovida por parte del independentismo, el cansancio del electorado detectado en las municipales y la gran movilizaci¨®n de 2019, pocas semanas despu¨¦s de conocerse la sentencia del proc¨¦s.
El fantasma de la abstenci¨®n apareci¨® poco despu¨¦s de convocarse las elecciones. La Assemblea Nacional de Catalu?a (ANC), una de las entidades que junto a ?mnium lideraron el movimiento la ¨²ltima d¨¦cada, plante¨® un apag¨®n electoral para exhibir su desacuerdo con la tibieza de los partidos independentistas en la ¡°confrontaci¨®n¡± con el Estado. A pesar de que la militancia rechaz¨® el planteamiento, el mensaje cal¨® entre la parte m¨¢s entregada al secesionismo con una doble mirada: castigo al bloque independentista y rechazo al sistema electoral espa?ol.
El contexto tampoco parece el mismo. Las elecciones de 2019 se celebraron en un clima de tensi¨®n en las calles catalanas tras la sentencia del proc¨¦s que llev¨® a la comunidad a liderar la participaci¨®n electoral con cuatro puntos por encima de la media nacional. Ahora ocurre lo contrario. Los s¨ªntomas de cansancio ya se dieron en las pasadas municipales. Catalu?a alcanz¨® ¨²nicamente un 55% de participaci¨®n y la ca¨ªda tambi¨¦n se dio mayoritariamente en zonas independentistas.
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