Casado apuesta por Ayuso tambi¨¦n para presidir el PP de Madrid
La direcci¨®n popular quiere usar el triunfo de la dirigente madrile?a para favorecer el asalto a La Moncloa
El 5-M empieza otra etapa en el PP de Pablo Casado. Despu¨¦s de tres a?os de inestable y convulso liderazgo interno, tras recoger en 2018 las cenizas de un ¡°partido desfibrilado¡± y convivir casi cada cuatro meses con campa?as electorales de todo signo, el presidente del PP quiere encarar el ¨²ltimo trimestre de este a?o como el de la reactivaci¨®n de su proyecto alternativo al de Pedro S¨¢nchez. Sus...
El 5-M empieza otra etapa en el PP de Pablo Casado. Despu¨¦s de tres a?os de inestable y convulso liderazgo interno, tras recoger en 2018 las cenizas de un ¡°partido desfibrilado¡± y convivir casi cada cuatro meses con campa?as electorales de todo signo, el presidente del PP quiere encarar el ¨²ltimo trimestre de este a?o como el de la reactivaci¨®n de su proyecto alternativo al de Pedro S¨¢nchez. Sus encuestas internas sit¨²an al PP ya en empate t¨¦cnico, apenas dos puntos por debajo del PSOE. Y el arre¨®n final lo pretende recortar gracias al ¨¦xito el 4-M de su amiga Isabel D¨ªaz Ayuso en Madrid, que quiere ofrecer como el ejemplo posible de la reunificaci¨®n del centroderecha y del desgaste que vaticina para S¨¢nchez por, seg¨²n repite, la mala gesti¨®n de las vacunas, la crisis econ¨®mica y la creciente inseguridad ciudadana. Casado apuesta por otorgar incluso m¨¢s poder a Ayuso y respaldarla para la presidencia del partido en Madrid.
Pablo Casado tiene un plan para relanzar su PP. Lo ten¨ªa cuando se present¨® en julio de 2018 al congreso de las primarias en el que gan¨® a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y a¨²n no ha podido ejecutarlo por distintas razones y excusas internas y externas. El PA?S ha consultado en fuentes de su entorno m¨¢s directo cu¨¢les son sus intenciones a partir de ahora.
Madrid y el 4-M
Pablo Casado no har¨¢ campa?a diaria en Madrid, pero s¨ª media docena de actos, unos con Ayuso (apertura y cierre incluidos) y otros con el alcalde de la capital, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, su portavoz nacional. El triunfo claro de Ayuso en Madrid el 4-M es la clave de la nueva hoja de ruta de la refundaci¨®n del PP que pretende Casado. El l¨ªder popular sabe que se la juega de nuevo en las urnas, porque se le achacar¨¢ tanto la derrota si Ayuso no logra gobernar porque se fragua un pacto de izquierdas, como se le ningunear¨¢ ¡°despectivamente¡± si la victoria se atribuye solo al equipo de la presidenta madrile?a. Cuenta con ello.
El l¨ªder del PP habla a menudo con la lideresa local y ninguno de los dos olvida sus a?os de Nuevas Generaciones en los que se patearon los pueblos de la Comunidad a los que nadie acud¨ªa. Siguen siendo amigos y ¨¦l apost¨® por la candidatura de ella incluso cuando recibi¨® opiniones negativas de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Esperanza Aguirre, que ahora parecen sus mayores fans. Luego, adem¨¢s, le recomend¨® para su Gobierno a varios consejeros, como Javier Fern¨¢ndez Lasquetty o Enrique L¨®pez.
En el entorno directo de Casado reconocen, eso s¨ª, que Ayuso ya no es la misma que entonces, cuando le deb¨ªa todo. El ¡°monstruo¡± ha crecido con el asesoramiento de Miguel ?ngel Rodr¨ªguez y gracias a los ataques que la izquierda y La Moncloa concentran en ella. Pero tambi¨¦n recuerdan que en pol¨ªtica las cosas cambian a veces muy r¨¢pido.
El pasado 22 de septiembre, Ayuso fue entrevistada en Onda Cero por Carlos Alsina unos d¨ªas despu¨¦s de la famosa reuni¨®n y fotograf¨ªa de las banderas con Pedro S¨¢nchez en la Puerta del Sol y se qued¨® casi muda cuando el periodista le espet¨® si no cre¨ªa que el cargo le pod¨ªa venir ¡°muy grande¡±. Tras unos segundos respondi¨®: ¡°No es que me venga grande, yo solo pienso que es una situaci¨®n dificil¨ªsima que cualquier gobernante que est¨¢ gobernando conoce bien. Solo pienso en poder solucionarlo, en c¨®mo solucionarlo: cu¨¢l es la siguiente medida, de d¨®nde puedo extraer un recurso nuevo¡±.
En G¨¦nova 13, la sede central del PP, a¨²n desconf¨ªan de Rodr¨ªguez y sus influencias, sostienen que se lo han hecho saber, pero entienden que ahora ser¨ªa mucho peor perder la joya de la corona del poder popular y, sobre todo, ¡°el escaparate¡± a exponer de la concentraci¨®n del voto de centroderecha.
Si Ayuso gana y gobierna tras el 4-M, Casado est¨¢ dispuesto a apoyarla si decide hacerse tambi¨¦n con el mando de la organizaci¨®n del PP en Madrid, seg¨²n fuentes directas de la c¨²pula popular. El PP de Madrid es un partido hace tiempo descabezado. Y el alcalde de la capital tambi¨¦n ha mostrado alg¨²n inter¨¦s por ese cargo. El congreso para renovar esa organizaci¨®n en Madrid est¨¢ pendiente y podr¨ªa convocarse para finales de a?o.
La traici¨®n y relaci¨®n con Arrimadas
A Casado le cuesta un mundo arremeter contra la l¨ªder de Cs. Incluso despu¨¦s de lo sucedido en Murcia, donde Cs pact¨® una moci¨®n de censura contra el presidente popular sin avisarle hasta que ya era p¨²blica. Arrimadas le llam¨® primero sobre hechos consumados y luego, cuando la moci¨®n se frustr¨® gracias al fichaje por el PP de tres tr¨¢nsfugas de Cs, para reprocharle esa actitud. Casado no dio cr¨¦dito a ese ¨²ltimo contacto y ha recordado estos d¨ªas los intentos a la desesperada en el verano de 2020 por pactar una fusi¨®n de ambas formaciones con varias cesiones de relevancia.
En el PP de Casado aseguran que ofrecieron a Arrimadas la integraci¨®n total de ambas formaciones hasta el punto de estar dispuestos a renunciar al m¨ªtico logo popular de la gaviota azul, a la sede de G¨¦nova 13, a la portavoc¨ªa en el Congreso y a varias vicesecretar¨ªas generales en la ejecutiva. Solo exigieron quedarse con la marca PP y con la secretar¨ªa general del nuevo partido. Arrimadas lo niega, pero sin entrar muy a fondo en los detalles. Esa oferta ya decay¨®. Creen que la integraci¨®n se empezar¨¢ a plasmar el 4-M en Madrid desde las urnas.
Gobernar sin Vox
La direcci¨®n nacional del PP querr¨ªa que Ayuso obtuviese, como pronostican la mayor¨ªa de los sondeos, unos resultados que le permitiesen gobernar en solitario y con el apoyo de Vox desde fuera. Algo que ya ha sucedido en otras comunidades aut¨®nomas o en la capital. Ayuso es menos tajante en esos vetos, aunque ahora en campa?a repite que le gustar¨ªa disfrutar de la mayor¨ªa suficiente para imponer sin condicionantes externos su criterio. Casado rompi¨® abruptamente con Santiago Abascal en la moci¨®n de censura de octubre y esa ruptura no se ha reparado. Siguen sin hablarse. En su equipo defienden que esa fue una decisi¨®n no emocional, sino muy reflexionada. Su objetivo a nivel nacional es subsumir al votante de Cs, gran parte del de Vox y provocar menos erupciones que ahora en el electorado nacionalista tanto catal¨¢n como vasco. As¨ª habr¨ªa que entender algunas intervenciones p¨²blicas que tuvo en la reciente campa?a catalana y los intentos de aproximaci¨®n para despejar recelos con la c¨²pula del PNV.
La situaci¨®n interna
Casado lidera el PP desde julio de 2018, pero siente que no ha tenido a¨²n tiempo ni oportunidad para afianzar su proyecto. En su entorno se?alan que recogi¨® la formaci¨®n ¡°muerta¡± y ¡°desfibrilada¡±, con una previsi¨®n de votos inferior a los 66 esca?os en los que se hundi¨® el PP en abril de 2019. Que luego tuvo que encarar un segundo a?o de consolidaci¨®n interna y que en el tercero ha tenido que lidiar con la crisis de la pandemia, que ha reforzado y dirigido todas las miradas hacia los gobiernos, central y auton¨®micos, que han sido responsables de la gesti¨®n del virus.
Muchos barones regionales populares han tenido en este periodo m¨¢s papel y proyecci¨®n que el presidente nacional del PP. En esa fase, adem¨¢s, ha coincidido la organizaci¨®n pendiente y la renovaci¨®n premeditada de los congresos provinciales del partido, que siempre son m¨¢s conflictivos que los auton¨®micos. En oto?o est¨¢ prevista la Convenci¨®n Nacional, que Casado dise?a como el colof¨®n en el que demostrar que ya domina la organizaci¨®n, que tiene un proyecto y programa alternativo al sanchismo, que la refundaci¨®n no es ninguna quimera. Para este, adem¨¢s, se baraja que pueda producirse el ansiado cambio de sede a una m¨¢s peque?a, con menos despachos y m¨¢s espacios abiertos que la actual, que se quiere alquilar y no vender.
Casado ha confiado todo ese proceso interno, que ha tenido algunos episodios de confrontaci¨®n en provincias de Castilla y Le¨®n y Andaluc¨ªa, a su mano derecha, Teodoro Garc¨ªa Egea, cuyas formas han sido cuestionadas por varios barones. Casado no solo mantiene, sino que ha acrecentado en estos meses su convicci¨®n en las capacidades de trabajo de Egea.
Ante las cr¨ªticas a la falta de peso, canas, veteran¨ªa y nivel en su ejecutiva, Casado recuerda a los que las profieren que tiene a su alrededor a varias exministras y ex altos cargos de varios gobiernos de la derecha; que conform¨® ese equipo tras el congreso del partido con varias componendas y, sobre todo, que ha cosechado reiterados rechazos de responsables del ¨¢rea econ¨®mica o de trabajo que no ha podido mantener, como los exministros Ram¨®n Escolano o F¨¢tima B¨¢?ez, porque han preferido pasarse al sector privado.
Empate t¨¦cnico con S¨¢nchez
El PP dispone desde hace un par de semanas de una encuesta encargada a nivel nacional que les retrata en una situaci¨®n de empate t¨¦cnico con el PSOE, con una horquilla del 27% al 25% de los votos, y una franja de diputados que oscilar¨ªa entre los 115 y los 110 esca?os, por ahora siempre a favor de los socialistas. No hay elecciones generales a la vista, aunque los expertos internos que aconsejan a la c¨²pula popular no se f¨ªan de lo que pueda pasar a final de a?o si se produce un mal resultado del PSOE y de Podemos en Madrid; si contin¨²a la compleja gesti¨®n de las vacunas; si se empiezan a registrar las consecuencias econ¨®micas y en desempleo de esta crisis; y si se acrecienta una cierta sensaci¨®n de inseguridad ciudadana, que los populares vaticinan.
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