¡®Blume¡¯, la galga italiana que descubri¨® la supuesta sauna de un castro llamado Maradona
Una tala de ¨¢rboles sac¨® a la luz el antiguo poblado lucense y la perra localiz¨® la construcci¨®n semienterrada, de la que ya no se quiso mover
Blume corre como el viento y detecta un rastro a la velocidad del rayo. Esta galga enana italiana estudia el monte con las orejas alerta, escaneando olores, y cuando percibe un aroma interesante no consiente ya perderlo. Gracias a su don y a su tozudez, este mes la peque?a perra de un a?o de edad ha hecho su contribuci¨®n a la arqueolog¨ªa al descubrir, y marcar con insistencia, una rara edificaci¨®n abovedada que, a falta de la intervenci¨®n que ha propuesto el inspector de la Xunta, parece ser ...
Blume corre como el viento y detecta un rastro a la velocidad del rayo. Esta galga enana italiana estudia el monte con las orejas alerta, escaneando olores, y cuando percibe un aroma interesante no consiente ya perderlo. Gracias a su don y a su tozudez, este mes la peque?a perra de un a?o de edad ha hecho su contribuci¨®n a la arqueolog¨ªa al descubrir, y marcar con insistencia, una rara edificaci¨®n abovedada que, a falta de la intervenci¨®n que ha propuesto el inspector de la Xunta, parece ser una sauna de hace dos milenios. El hallazgo fortuito del can de piel marr¨®n clara y fin¨ªsima fue la guinda de otra sorpresa: el propio descubrimiento de un castro en A Maradona (San Xusto de Cabarcos, municipio lucense de Barreiros), del que nada se sab¨ªa, despu¨¦s de que los propietarios del terreno talasen los eucaliptos que ten¨ªan all¨ª plantados.
De tal manera que los que se produjeron estos d¨ªas en este lugar de la comarca de A Mari?a que se considera el origen del apellido del c¨¦lebre futbolista argentino fueron dos hallazgos sucesivos. La maquinaria pesada se llev¨® los ¨¢rboles y adem¨¢s, para acceder al enclave de A Maradona -un espol¨®n de roca que marca el lugar donde se unen las aguas del r¨ªo Masma y el arroyo Puxigo- removi¨® la tierra e hizo aflorar restos rotos de cer¨¢mica y dos ruedas de molino. Sin ¨¢rboles que lo cubriesen, los miembros del colectivo de defensa cultural Mari?a Patrimonio, que llevan a?os desvelando cientos de sitios arqueol¨®gicos ignorados, se dieron cuenta de que el relieve que hab¨ªa quedado a la luz se correspond¨ªa con la inequ¨ªvoca forma de un castro. ¡°?bamos por la carretera, precisamente a consultar documentaci¨®n a Lugo¡±, cuenta Manuel Miranda, el portavoz del grupo.
Su ojo cl¨ªnico para adivinar en los mont¨ªculos la presencia de un enterramiento megal¨ªtico, de un parapeto defensivo, de una mina romana, incluso de un asentamiento vikingo, no fall¨®: ¡°el castro se ve muy bien¡±, asegura. En la primera expedici¨®n que hicieron a esa pen¨ªnsula rocosa de A Maradona, confirmaron la existencia del poblado fortificado, ¡°con un impresionante foso excavado en la roca, en la parte del istmo, que a mitad de su trayecto se convierte en doble foso¡± a modo de defensa. El castro se extend¨ªa a continuaci¨®n por todo el espol¨®n, de unos 110 metros de largo por 50 de ancho. Aquel d¨ªa, Blume ech¨® a correr y se fue directa a un matorral de maleza que estaba situado intramuros, junto a la entrada del antiguo poblado.
Al siguiente, en una nueva visita, la galga de raza italiana volvi¨® a reaccionar igual. Se plant¨® de nuevo junto a la estructura semienterrada, formada por un muro recto de tres metros y otro curvo (como una falsa b¨®veda construida por aproximaci¨®n de las piedras), que estaba medio oculta entre la maleza. Actuaba como si hubiera descubierto una madriguera, y no se quer¨ªa mover. El grupo de defensa del patrimonio pudo hacerle a la perra un mont¨®n de fotos, sentada, recostada, olisqueando aquel preciso lugar. Pocas im¨¢genes hay de la estructura arqueol¨®gica en las que ella no aparezca vigilando con su cuerpo enjuto y sus ojos vivos. La forma abovedada (de la que se conserva el arranque) y la situaci¨®n de este recinto en las proximidades de la entrada del castro son las dos pistas que apuntan a la existencia de una sauna castre?a bajo tierra.
De momento solo se conocen seis de estos edificios termales en Galicia: en Santa Mari?a de Augas Santas (Allariz); Borneiro (Berganti?os); Espasante (Ortigueira); O Sarridal (Cedeira); Casta?oso (A Fonsagrada); y A Atalaia (Cervo). Si se confirma, la sauna da Maradona ser¨ªa la s¨¦ptima en la comunidad y se sumar¨ªa a las que tambi¨¦n se conservan en Portugal y Asturias. Ser¨ªa, adem¨¢s, la tercera sacada a la luz por este grupo, Mari?a Patrimonio, que va dando cuenta de todos sus hallazgos a la Conseller¨ªa de Cultura sin que la Administraci¨®n -lamentan sus miembros- llegue a catalogar y dar protecci¨®n a todos estos descubrimientos amenazados por la maquinaria forestal en una comarca invadida por las plantaciones de eucalipto.
Por eso, ante la importancia del yacimiento, las asociaciones Mari?a Patrimonio e Irmandade Santo Estevo recurrieron en esta ocasi¨®n a la alcaldesa de Barreiros, Ana Ermida (BNG), para hacerse o¨ªr ante una Direcci¨®n Xeral de Patrimonio de la Xunta que, tal y como explica Miranda, lleva al menos ¡°tres a?os sin visitar ni catalogar" decenas de elementos arqueol¨®gicos que ellos descubren y documentan. ¡°Esta desatenci¨®n sistem¨¢tica de las solicitudes en las que figura Mari?a Patrimonio" es ¡°grave¡±, porque "provoca la desprotecci¨®n y destrucci¨®n de los yacimientos¡±, advierte el portavoz del colectivo cultural. En el caso del castro de A Maradona ya ¡°se hab¨ªan realizado movimientos de tierras para ampliar las pistas forestales¡± y se corr¨ªa el riesgo de que volvieran a repoblar el terreno con la especie invasora.
Los pueblos ¡°civarcos¡± que citaba Plinio
Y todo esto pasa en un lugar cuyo top¨®nimo es A Maradona, el paraje del ayuntamiento de Barreiros (al norte de Lugo) que supuestamente dio lugar a un apellido, presente en la comarca de A Mari?a, que emigr¨® a Argentina en 1845. En ese a?o march¨® en busca de mejor vida un nativo de San Pedro de Arante (Ribadeo) llamado Francisco Fern¨¢ndez de Maradona, que se afinc¨® y fund¨® familia en San Juan de Cuyo. Hoy, pr¨¢cticamente todos los Maradona que viven en Espa?a son vecinos A Mari?a.
El antiguo poblado reci¨¦n descubierto, como imaginaban las dos asociaciones, no figuraba en el Cat¨¢logo de Bienes Patrimoniales. En esta zona de Barreiros, San Xusto de Cabarcos, se conocen de momento cuatro castros. Se cree que el nombre procede de los civarcos, unos pobladores citados por Plinio que habitar¨ªan el territorio entre la desembocadura del Masma y la del Eo, en un entorno en el que tambi¨¦n posaron sus ojos los romanos, que explotaron varias minas de oro.
Las dos asociaciones implicadas en el hallazgo del castro da Maradona atribuyen a ¡°las gestiones realizadas por Ana Ermida¡± el hecho de que el d¨ªa 11 un funcionario del Servizo de Arqueolox¨ªa de la Xunta en Santiago acudiese a Barreiros para inspeccionar el yacimiento. ¡°Tras la visita, el t¨¦cnico de Patrimonio confirm¨® la existencia del castro y se?al¨® que la edificaci¨®n [abovedada de la entrada], por su morfolog¨ªa y ubicaci¨®n, podr¨ªa tratarse de una sauna¡±, dicen en su comunicado de prensa. ¡°Para asegurarlo, el arque¨®logo propuso en su informe hacer una excavaci¨®n¡±, a?ade Manuel Miranda.
Otro nuevo castro en Ma?¨®n
Todav¨ªa en la resaca del hallazgo de A Maradona, Mari?a Patrimonio inform¨® hoy de que acaba de documentar otro nuevo castro en el municipio coru?¨¦s de Ma?¨®n, lim¨ªtrofe con el ayuntamiento lucense de O Vicedo. El yacimiento se halla en la r¨ªa do Barqueiro, en Punta Preguntoiro (Mogor), y tiene forma ovalada, de unos 110 metros de di¨¢metro en su parte m¨¢s ancha y 85 en la m¨¢s estrecha. Se encuentra plantado de eucaliptos y cubierto de ¡°espeso matorral¡± pero ¡°se observan claramente el foso y el parapeto¡± que lo defend¨ªan.
Este bien tampoco figura ¡°ni en el Cat¨¢logo do Patrimonio Cultural de Galicia ni en el del PXOM de Ma?¨®n¡±, asegura el colectivo en una nota. As¨ª que ya ha solicitado a la direcci¨®n general responsable de velar por los yacimientos gallegos, adem¨¢s de al Ayuntamiento, que registre el sitio arqueol¨®gico.