El calvario judicial de una funcionaria por fisgar en la historia cl¨ªnica de su hija
Una empleada de la sanidad gallega se sienta por tercera vez en el banquillo por acceder sin permiso al expediente m¨¦dico de un miembro de su familia y afronta cuatro a?os de c¨¢rcel
Mar¨ªa Josefa O.A., empleada del Servicio Gallego de Salud (Sergas) en el departamento de admisi¨®n del Hospital Xeral C¨ªes de Vigo, accedi¨® hace una d¨¦cada en 68 ocasiones al historial cl¨ªnico de su hija presuntamente sin su consentimiento. La paciente, que arrastraba problemas de salud derivados de trastornos alimentarios y, seg¨²n su madre, sufr¨ªa malos tratos de su pareja, la denunci¨® acus¨¢ndola de estar obsesionada por controlar su vida desde que se independiz¨® y se fue a vivir con su novio a Canarias. La mujer est¨¢ inmersa desde entonces en un calvario judicial. Fue absuelta dos veces ¡ªen 2...
Mar¨ªa Josefa O.A., empleada del Servicio Gallego de Salud (Sergas) en el departamento de admisi¨®n del Hospital Xeral C¨ªes de Vigo, accedi¨® hace una d¨¦cada en 68 ocasiones al historial cl¨ªnico de su hija presuntamente sin su consentimiento. La paciente, que arrastraba problemas de salud derivados de trastornos alimentarios y, seg¨²n su madre, sufr¨ªa malos tratos de su pareja, la denunci¨® acus¨¢ndola de estar obsesionada por controlar su vida desde que se independiz¨® y se fue a vivir con su novio a Canarias. La mujer est¨¢ inmersa desde entonces en un calvario judicial. Fue absuelta dos veces ¡ªen 2019 y 2021¡ª por la Audiencia de Pontevedra de un delito de revelaci¨®n de secretos por parte de funcionario, pero esta semana ha vuelto a sentarse en el banquillo.
Los recursos de la acusaci¨®n contra los dict¨¢menes de la secci¨®n quinta de la Audiencia pontevedresa, con sede en Vigo, desembocaron en la repetici¨®n del primer juicio y, despu¨¦s, en la anulaci¨®n de la segunda sentencia. En ambos casos, tanto en 2019 como en 2021, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) apreci¨® falta de motivaci¨®n en los fallos judiciales, por lo que la acusada ha regresado al banquillo. Afronta una condena de 4 a?os de prisi¨®n, 9 de inhabilitaci¨®n y multa de 7.200 euros, adem¨¢s de una indemnizaci¨®n de 15.000 euros que solicita su hija por da?os morales.
Con un tribunal formado por magistrados de fuera de esta jurisdicci¨®n gallega para garantizar la imparcialidad de la sala, la vista volvi¨® a ce?irse a la complicada relaci¨®n entre madre e hija y una vez m¨¢s quedaron dudas sobre si la actuaci¨®n de la funcionaria fue delictiva. El fiscal mantiene que esas intromisiones en la intimidad, que se desarrollaron entre 2012 y 2014, no se pueden justificar por la preocupaci¨®n de la procesada por su hija, sino por su intento de ¡°escudri?ar¡± en su vida privada. El ministerio p¨²blico no considera cre¨ªble que la denunciante le diera permiso a su madre para acceder a su historial porque la relaci¨®n entre ambas ¡°era inexistente y patol¨®gica¡±. Sin embargo, ha reconocido que no hay pruebas de que la acusada difundiera la informaci¨®n obtenida.
La madre, viuda y con otros dos hijos, solo respondi¨® a las preguntas de su abogado. En su declaraci¨®n del pasado lunes, insisti¨® una y otra vez en que siempre actu¨® con el consentimiento de su hija porque esta atravesaba por una etapa personal muy dif¨ªcil cuando en 2007 se march¨® a Canarias con su novio, que, seg¨²n la acusada, era consumidor de coca¨ªna, y al que lleg¨® a denunciar por malos tratos. Tras la ruptura, la chica regres¨® con su madre, aunque despu¨¦s volvi¨® a convivir con su pareja, por lo que ha reconocido que la relaci¨®n entre ambas era muy dif¨ªcil. ¡°Me ped¨ªa anal¨ªticas y consultas sobre medicaci¨®n porque ten¨ªa problemas psiqui¨¢tricos y depresi¨®n, y yo solo quer¨ªa ayudarla¡±, proclam¨® la acusada.
¡°Mi madre era controladora¡±
La acusaci¨®n particular ejercida por su hija ha intentado desmentir la versi¨®n de la madre a la que lleg¨® a culpar de los trastornos psicol¨®gicos que padece la hija y que, seg¨²n esta, se agravaron a ra¨ªz de vulnerar su intimidad. ¡°Mi madre era una mujer controladora que estaba obsesionada conmigo y yo nunca le autoric¨¦ a consultar mi historial¡±, afirm¨®. Sin embargo, la denunciante admiti¨® que nunca lleg¨® a recriminarle a su madre que accediera a sus datos cl¨ªnicos porque no ten¨ªa relaci¨®n con ella, por lo que se limit¨® a denunciarla ante el Sergas.
En las precedentes sentencias se constat¨® que la acusada accedi¨® al historial de su hija pero sin poder acreditar que lo hubiera hecho sin autorizaci¨®n de su hija. Los fallos absolutorios advert¨ªan incluso de que podr¨ªa haber ¡°motivos espurios en la denuncia¡± por la mala relaci¨®n entre ambas, por lo que exculp¨® a la madre en contra del criterio de la Fiscal¨ªa. ¡°Nos remitimos al estrecho v¨ªnculo entre las partes que lleva a considerar como hip¨®tesis razonable la existencia de un consentimiento no escrito, y sin dejar de valorar el car¨¢cter disfuncional de la relaci¨®n, lo cierto es que ello no ha impedido a lo largo del tiempo que entre madre e hija se hayan vivido periodos en los que han mantenido relaci¨®n y en los que ha vivido en el domicilio familiar¡±, incid¨ªa uno de esos fallos.
En las ocasiones anteriores, la sala se top¨® ¨²nicamente con las versiones contradictorias de las partes, debiendo valorar si la declaraci¨®n de la v¨ªctima, que niega el consentimiento, ¡°puede valer por s¨ª sola para desvirtuar el principio de presunci¨®n de inocencia¡±, expuso el tribunal. El TSXG orden¨® repetir el juicio al considerar que se hab¨ªan vulnerado las reglas de distribuci¨®n de la carga de la prueba, que hubo error en la valoraci¨®n de ¨¦sta y que falt¨® una explicaci¨®n razonada. La acusada hizo uso de su derecho a la ¨²ltima palabra para desmentir todas las acusaciones: ¡°Lo siento, yo no ment¨ª pero mi hija s¨ª y les ha enga?ado a todos¡±. ¡°Adoro a mi hija¡±, concluy¨® durante el segundo juicio, tras recordar que la chica tuvo una infancia y adolescencia normales hasta que comenz¨® una relaci¨®n con un hombre que la ha sometido a malos tratos y que la tiene ¡°totalmente anulada¡±.