El tel¨¦fono como animal de compa?¨ªa
Los ratos de charla, el compartir y las noticias de los m¨¢s cercanos llegan, estos d¨ªas de cuarentena, a trav¨¦s del tel¨¦fono, tambi¨¦n las quejas y los miedos. El Ayuntamiento de Madrid ha creado una plataforma que une a las personas mayores con voluntarios que les atienden por v¨ªa telef¨®nica
Hay quien salva vidas, pero tambi¨¦n hay quien salva ratos que dan la vida. La vida a Antonio P¨¦rez, de 77 a?os, se la da el ¡°whiskycito¡± de la tarde, su tel¨¦fono y la m¨²sica. ¡°Antonio de C¨®rdoba o Antonio el Cordob¨¦s¡±, as¨ª le conocen en Madrid, dice. Le llamaban El Cordob¨¦s cuando ven¨ªa a la ciudad de joven, era ¡°viajante de joyer¨ªas¡± y recorr¨ªa toda Espa?a, pero en Madrid se sol¨ªa quedar una temporadita. Se alojaba en el barrio de Salamanca, ¡°en la calle del Doctor Esquerdo¡±, especifica. ¡°No me cuidaba yo mal, ?eh! Por el d¨ªa trabajaba y por la noche iba a bares y cabar¨¦s, al Pasapoga, al Cor...
Hay quien salva vidas, pero tambi¨¦n hay quien salva ratos que dan la vida. La vida a Antonio P¨¦rez, de 77 a?os, se la da el ¡°whiskycito¡± de la tarde, su tel¨¦fono y la m¨²sica. ¡°Antonio de C¨®rdoba o Antonio el Cordob¨¦s¡±, as¨ª le conocen en Madrid, dice. Le llamaban El Cordob¨¦s cuando ven¨ªa a la ciudad de joven, era ¡°viajante de joyer¨ªas¡± y recorr¨ªa toda Espa?a, pero en Madrid se sol¨ªa quedar una temporadita. Se alojaba en el barrio de Salamanca, ¡°en la calle del Doctor Esquerdo¡±, especifica. ¡°No me cuidaba yo mal, ?eh! Por el d¨ªa trabajaba y por la noche iba a bares y cabar¨¦s, al Pasapoga, al Corral de la morer¨ªa En todos me conoc¨ªan, dec¨ªa: ¡®Ah¨ª viene El Cordob¨¦s¡±.
Los voluntarios de Minutos en compa?¨ªa ¨Duna iniciativa organizada por el Ayuntamiento de la capital y la ONG Adopta un abuelo que consiste en facilitar un n¨²mero de tel¨¦fono a personas mayores para que estos d¨ªas, en los que no pueden salir de casa y tampoco reciben visitas, lo marquen y pasen, como su nombre indica, unos minutos en compa?¨ªa¨D conocen a Antonio P¨¦rez como Antonio de C¨®rdoba. Es una de las llamadas recurrentes, normalmente no saben quien se pone en contacto con ellos por la protecci¨®n de datos. ¡°Este se?or no es lo general, lo normal son llamadas que no se repiten¡±, comenta Eduardo Guerrero, uno de los voluntarios. Pero Antonio llama y canta. As¨ª pasa un rato de su d¨ªa.
El caso de este hombre es particular porque ¨¦l llama para compartir su alegr¨ªa y su m¨²sica. No recuerdo muchas conversaciones telef¨®nicas tan salpicadas de coplas, boleros y tangos. Dice que Radio Armon¨ªa le hace mucha compa?¨ªa. El d¨ªa que hablamos por tel¨¦fono ¨¦l se transform¨® en mi radio en una llamada que fue una entrevista-musical. ¡°Se te nota en la mirada, que vives enamorada, te acompa?ado la suerte¡¡±, me cantaba. ¡°Antonio, si no ve usted mi mirada, no sabe c¨®mo la tengo¡±, repliqu¨¦. ¡°Como me sigas llamando de usted no voy a parar de cantar¡±, amenaz¨®. Y s¨ª, me salt¨¦ el Libro de estilo y comenc¨¦ a tutearle. Pero claro, el manual no dice nada de las entrevistas cantadas.
Que hay entrevistados pa¡¯to es tan cierto como que hay gente pa¡¯to y como que el 919 490 111 (para Madrid) y el 951 128 027 (para Andaluc¨ªa) los marcan gente pa¡¯to. Otra voluntaria, Davinia M¨¢rquez, cuenta que se rio mucho cuando recibi¨® una llamada de una se?ora que solo ten¨ªa 20 euros en casa y estaba preocupada porque le iban a hacer la compra y no se fiaba de nadie para dejarle la tarjeta. Tampoco quer¨ªa pedirle prestado dinero a la vecina por si llegaba la enfermedad y no le daba tiempo a devolv¨¦rselo. No quer¨ªa dejar deudas. ¡°Tengo que tenerlo contemplado por si acaso¡±. M¨¢rquez le explicaba posibilidades y cuenta que la se?ora era maj¨ªsima y divertida. Esa llamada resume algunos de los problemas importantes a los que siempre se enfrentan las personas mayores, ahora agudizados por la presencia del coronavirus que, adem¨¢s, se ha cebado especialmente con los ancianos. La brecha digital: en tiempos en los que hay quien cree que no tener Bizum (para pagar a trav¨¦s del m¨®vil) es ser una antigualla; otras personas ni siquiera tienen interiorizado el uso de la tarjeta. De una manera nada dram¨¢tica, m¨¢s bien previsora, esta mujer mostraba el miedo a enfermar de covid-19, y no solo a enfermar, tambi¨¦n a morir. ?C¨®mo se trabaja ese miedo si se ha bombardeado con la especial virulencia de la enfermedad con las personas de avanzada edad? Esta es una tarea pendiente.
Miedo y soledad
A otros se les ve el miedo y la soledad en la primera s¨ªlaba que pronuncian. No pod¨ªa ser de otra manera en una de las llamadas que atendi¨® la voluntaria Carmen Ascaso Ciria, era una se?ora que acababa de perder a su marido. M¨¢rquez lo tuvo algo m¨¢s f¨¢cil cuando habl¨® con Concha, a quien se le acababa de morir una amiga que viv¨ªa en Barcelona y a la que le encantaba ir a visitar. La voluntaria es de all¨ª y ambas hablaron de sus vivencias en la capital catalana.
Vivencias son lo que cuentan, los que cogen el tel¨¦fono y se atreven a marcar. Los voluntarios coinciden en que la mayor¨ªa son personas que viven solas y aunque tienen familiares a veces no quieren molestarles con sus preocupaciones o se sienten incomprendidos. ¡°Mis hermanas ya no me hacen caso¡±, le dec¨ªa una mujer a Ascaso. Bastante parecido es lo que cuenta Antonio P¨¦rez, a pesar de su guasa, hay un poso de soledad cuando dice: ¡°Mis hijos son despegaitos, como yo no les llame, ellos no me llaman¡±. As¨ª que estos minutos, que son bastantes ¨Dlos voluntarios confirman que las llamadas suelen superar la media hora¨D, son realmente ratitos de vida y de lo que se podr¨ªa denominar la aut¨¦ntica compa?¨ªa telef¨®nica.
Cifras y letras
Las frases.
¡°Me encanta aprender y de los abuelos se aprende¡±, Davinia M¨¢rquez (voluntaria).
¡°?Qu¨¦ si tengo miedo? S¨ª, por qu¨¦ te crees que no salgo a la calle, porque estoy cagado. Esto es como una plaga, como en la Biblia: las plagas de Egipto, el arca de No¨¦. Es m¨¢s o menos como eso¡±, Antonio P¨¦rez.
¡°Debemos desescalarnos tambi¨¦n mentalmente, por nuestra salud mental¡±, Carmen Ascaso Ciria (voluntaria).
En n¨²meros.
En la ciudad de Madrid hay unas 650.000 personas mayores de 65 a?os de las que una de cada cuatro viven solas.
El programa Minutos en compa?¨ªa se lanz¨® el 26 de marzo, en pleno estado de alarma, y ya ha recibido m¨¢s de 6.500 llamadas, lo que se traduce en m¨¢s de 100.000 minutos en comp¨¢?¨ªa.
Los n¨²meros de tel¨¦fonos son el 919 490 111 y el 951 128 027.