Los d¨ªas m¨¢s duros de los geriatras de Madrid
Los 22 encargados de filtrar los traslados de residencias a hospitales protestaron porque el 061 no recogi¨® a mayores autorizados
A finales de marzo los mayores de residencias que recib¨ªan la luz verde del hospital se encontraban a los pocos minutos con otra luz roja. El 061 no acud¨ªa a recogerlos a pesar de que los geriatras de enlace hab¨ªan autorizado el traslado. Estos encargados de filtrar las entradas desde residencias para evitar el colapso protestaron a la Comunidad de Madrid porque se supon¨ªa que esas personas cumpl¨ªan con los requisitos de hospitalizaci¨®n del protocolo dise?ado para la crisis del coronavirus.
Frustrado, un geriatra de este grupo expresaba su disgusto con el Summa (las urgencias madrile?as...
A finales de marzo los mayores de residencias que recib¨ªan la luz verde del hospital se encontraban a los pocos minutos con otra luz roja. El 061 no acud¨ªa a recogerlos a pesar de que los geriatras de enlace hab¨ªan autorizado el traslado. Estos encargados de filtrar las entradas desde residencias para evitar el colapso protestaron a la Comunidad de Madrid porque se supon¨ªa que esas personas cumpl¨ªan con los requisitos de hospitalizaci¨®n del protocolo dise?ado para la crisis del coronavirus.
Frustrado, un geriatra de este grupo expresaba su disgusto con el Summa (las urgencias madrile?as) con un juego de palabras que evoca a un viejo lema de la Comunidad: ¡°M¨¢s que la summa de todos hay gente que parece que resta¡±.
Era una de muchas quejas a la consejer¨ªa de Sanidad de este grupo de 22 geriatras de enlace que ahora est¨¢ bajo lupa por su papel en el dise?o de la pol¨ªtica de triaje en las residencias de mayores, el principal foco de muerte en la pandemia. Cuando surgi¨® el problema de las ambulancias, ya se hab¨ªan enfrentado a la dif¨ªcil tarea de elaborar los protocolos, un documento extraordinario inspirado en la medicina de cat¨¢strofes, que en su versi¨®n final recomend¨® no admitir en hospitales a enfermos terminales ni grandes dependientes. Tuvieron que decidir a gran escala qui¨¦nes se beneficiar¨ªan de recursos m¨¦dicos escasos, quiz¨¢s el mayor dilema ¨¦tico de toda su carrera. A algunos les record¨® a los ejercicios te¨®ricos de la Facultad de Medicina, como cuando dos trenes chocaban y ten¨ªan que poner pegatinas verdes y rojas a las v¨ªctimas.
Anticipando que los hospitales de Madrid pod¨ªan colapsarse, la Consejer¨ªa de Sanidad cre¨® este grupo el 13 de marzo. A las residencias les sorprendi¨® porque antes de ese d¨ªa no ten¨ªan que conseguir el visto bueno de ning¨²n intermediario para derivar al hospital a sus enfermos. Era un filtro que seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa solo se instaur¨® en la Comunidad de Madrid.
La direcci¨®n de coordinaci¨®n sociosanitaria asign¨® esta labor inicialmente a 10 geriatras distribuidos en un n¨²mero igual de hospitales de todo el territorio de la regi¨®n. El d¨ªa 16 se ampli¨® el grupo a 22 hospitales, seg¨²n detallan fuentes m¨¦dicas a este peri¨®dico. Cada geriatra de enlace tuvo asignadas decenas de residencias de mayores de la Comunidad, donde hay en total 475 centros de ese tipo.
Adem¨¢s de responder a las derivaciones, hasta 200 consultas al d¨ªa desde residencias de mayores, y continuar con su trabajo habitual, tuvieron la orden de elaborar el documento de triaje. Redactaron hasta siete versiones, seg¨²n la consejer¨ªa de Sanidad. Las consensuaban telem¨¢ticamente y las firmaba el director de coordinaci¨®n sociosanitaria, Carlos Mur de V¨ªu.
Las primeras versiones eran m¨¢s restrictivas. Dejaban fuera del hospital a personas con dependencia moderada y en uno de los documentos se rechazaba a personas con discapacidad de cualquier edad. Los geriatras rebajaron esos requisitos y tambi¨¦n modificaron el lenguaje m¨¢s crudo. Sustituyeron ¡°criterios de exclusi¨®n" por ¡°criterios de derivaci¨®n hospitalaria".
¡°Nunca se pretendi¨® excluir a nadie, pero tampoco caer en el encarnizamiento terap¨¦utico. Cuando a un residente se le ha intentado manejar en su residencia ha sido porque la derivaci¨®n al hospital no le iba a proporcionar un beneficio en su pron¨®stico vital¡±, dice Mur de V¨ªu a este peri¨®dico.
Sin embargo, las familias y residencias denuncian que se rechaz¨® a cientos de personas que se hubieran beneficiado de un tratamiento en el hospital, incluidas personas aptas seg¨²n los protocolos.
El triaje es habitual en la profesi¨®n m¨¦dica, por ejemplo a la hora de decidir preferencias de trasplantes o la atenci¨®n en la UCI tras un accidente m¨²ltiple. Lo novedoso es que los geriatras denegaron el acceso a una cama de hospital, un recurso m¨¢s amplio.
Seg¨²n expertos en bio¨¦tica, el riesgo de estas situaciones de escasez es que se d¨¦ prioridad a un criterio utilitarista, por el cual el bien colectivo se impone a las necesidades del individuo. Lo usual cuando sobran recursos es que predomine la equidad en el reparto, es decir, que los colectivos m¨¢s necesitados deben tener prioridad, justo al contrario de lo que las familias denuncian que sucedi¨®.
¡°Todo el mundo puede entender que no se traslade a un enfermo terminal agonizante porque no se va a beneficiar de otra cosa que no sean cuidados paliativos, pero los mayores dependientes son otra cosa. No puedo negarles una cama disponible solo porque una persona m¨¢s joven puede necesitarla en cuesti¨®n de horas¡±, valora Aurelio Luna, catedr¨¢tico de medicina legal en la Universidad de Murcia.
Protestas
Los geriatras se dieron cuenta con el paso de los d¨ªas de que la medicalizaci¨®n de las residencias anunciada por la Comunidad de Madrid no era realidad y protestaron por ello. Era la otra pata del plan de atenci¨®n a las residencias. Si ellos estaban negando atenci¨®n a mayores en hospital era porque se supon¨ªa que iban a ser atendidos in situ.
Muy al principio, el 14 de marzo, hab¨ªan pactado con la consejer¨ªa de Sanidad un incremento del soporte m¨¦dico en las residencias porque estaban limitadas y no pod¨ªan ofrecer tratamientos tan b¨¢sicos como oxigenoterapia o terapia intravenosa. Pero el 10 de abril tuvieron que reiterar esas demandas. Pidieron a la Comunidad un refuerzo m¨¦dico en las residencias a trav¨¦s de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y de la Sociedad Espa?ola de Medicina Geri¨¢trica.
Tambi¨¦n se quejaron a la consejer¨ªa de que en las residencias no se hab¨ªa separado adecuadamente a los enfermos. ¡°Existe un elevado porcentaje de residencias (alrededor del 50%) en las cuales las medidas de aislamiento propuestas o no se han realizado correctamente o no han resultado eficaces", dice un borrador de los geriatras de enlace visto por este peri¨®dico.
La presi¨®n, el drama en las residencias y los obst¨¢culos del Summa minaron la moral de los geriatras. Durante lo peor de la crisis estuvieron disponibles 14 horas al d¨ªa, de 08:00 a 22:00, de lunes a domingo. El 11 de abril se organizaron para tirar la toalla. Le pidieron a Mur de Vi¨² acabar con su papel, ya que no ten¨ªa sentido en los t¨¦rminos que estaba dise?ado.
¡°Esta actividad carece del apoyo de las consejer¨ªas correspondientes, est¨¢ siendo interpretada de una manera equ¨ªvoca y en el momento actual no es ya m¨¢s que una traba burocr¨¢tica m¨¢s que enlentece los traslados. Se deber¨ªa volver al sistema anterior al 13 de marzo en el que el m¨¦dico de la residencia solicita el traslado directamente sin intermediarios, cuando lo cree oportuno¡±, dice el borrador visto por este peri¨®dico.
Los hospitales madrile?os aliviaron su situaci¨®n a mediados de abril y los geriatras pudieron dar entrada a m¨¢s enfermos de residencias. Por entonces, m¨¢s de 5.200 personas hab¨ªan muerto en los geri¨¢tricos madrile?os por covid-19 o con s¨ªntomas, casi un 90% del total hasta hoy.
Los autores de la pol¨ªtica selectiva y sus defensores defienden hoy que la hospitalizaci¨®n no hubiera salvado esas vidas. Mur de Vi¨², que fue destituido el mes pasado, dice que el plan de choque de su consejer¨ªa contuvo la tragedia. Defiende su actuaci¨®n que le llev¨® incluso a ¨¦l, un psiquiatra, a contribuir como voluntario en las residencias m¨¢s apuradas. ¡°Me apena much¨ªsimo que no se relate todo lo conseguido para que, al menos, el drama no fuese a¨²n mayor¡±. Pero reconoce que la medicalizaci¨®n no funcion¨®, en buena parte por la gran cantidad de bajas del personal que cay¨® infectado. Destaca que su consejer¨ªa envi¨® cantidades masivas de medicamentos y ox¨ªgeno a los geri¨¢tricos, pero para las familias de los fallecidos eso es una prueba de una pol¨ªtica insuficiente e injusta.
Otras gu¨ªas ¨¦ticas cuestionadas
En los primeros d¨ªas de la pandemia proliferaron los documentos ¨¦ticos de distintas sociedades cient¨ªficas y administraciones. Algunos documentos han sido muy criticados por inmorales y posiblemente ilegales. Como ha revelado este peri¨®dico, la Comunidad de Madrid tambi¨¦n distribuy¨® en marzo un protocolo a los m¨¦dicos de los centros de salud que atienden pacientes en domicilios en los que tambi¨¦n se establec¨ªan criterios de exclusi¨®n para el ingreso en hospitales de los pacientes que estuvieran en sus casas. ¡°Tener m¨¢s de 80 a?os¡± era un motivo de rechazo. El Comit¨¦ Espa?ol de Bio¨¦tica, un ¨®rgano independiente del Gobierno, y el Ministerio de Sanidad, publicaron documentos advirtiendo que los m¨¦dicos deben prevenir la extensi¨®n de una mentalidad utilitarista o, peor a¨²n, de prejuicios contrarios hacia las personas mayores o con discapacidad.
?Conoces casos de discriminaci¨®n o irregularidades en una residencia de la Comunidad de Madrid? Contacta con los reporteros de la secci¨®n de Madrid fpeinado@elpais.es o jdquesada@elpais.es o m¨¢ndales un mensaje por Twitter a @FernandoPeinado o @jdquesada
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