Tratando el colt¨¢n espa?ol
Un grupo del Centro de Investigaciones Metal¨²rgicas trata este escaso mineral, que es fundamental en la industria electr¨®nica
Dos cient¨ªficos con trajes ign¨ªfugos (llevan prendas plateadas y cascos que les cubren el rostro con una protecci¨®n de espejo) vuelcan el horno. Parecen dos astronautas o los miembros del d¨²o de m¨²sica electr¨®nica Daft Punk. A 1.200 grados cent¨ªgrados, una sustancia al rojo vivo, densa como la lava, fluye viscosamente sobre el molde. Todo se llena de humo y de chispas, parece la fragua de Vulcano, o la industria sider¨²rgica, pero es un laboratorio de Centro Nacional de Investigaciones Metal¨²rgicas (CENIM), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
No es un ...
Dos cient¨ªficos con trajes ign¨ªfugos (llevan prendas plateadas y cascos que les cubren el rostro con una protecci¨®n de espejo) vuelcan el horno. Parecen dos astronautas o los miembros del d¨²o de m¨²sica electr¨®nica Daft Punk. A 1.200 grados cent¨ªgrados, una sustancia al rojo vivo, densa como la lava, fluye viscosamente sobre el molde. Todo se llena de humo y de chispas, parece la fragua de Vulcano, o la industria sider¨²rgica, pero es un laboratorio de Centro Nacional de Investigaciones Metal¨²rgicas (CENIM), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
No es un laboratorio al uso: tiene techos altos y transl¨²cidos, y una gran puerta por donde introducir la maquinaria. Hay mucho aire, mucha luz natural. M¨¢s bien parece un hangar, un taller, un garaje, una f¨¢brica. Lo que acaban de colar es una mezcla de colt¨¢n con aditivos; ahora, al enfriarse, se formar¨¢n lingotes con dos capas: una de esta?o de alta pureza (95%) y otra de un material vidrioso que contiene niobio y t¨¢ntalo. As¨ª consiguen separar una cosa de la otra, aunque el proceso es complejo, y no acaba ah¨ª. Es la primera vez que se hace en Espa?a, dentro del proyecto ESTANNIO, que lidera el qu¨ªmico F¨¦lix A. L¨®pez, en colaboraci¨®n con las empresas Strategic Mineral y KROWN.
La mina de Penouta (Orense) era de inter¨¦s por el esta?o, pero resulta que se generaba un residuo que entonces no val¨ªa nada y ahora vale mucho: el colt¨¢n.
¡°Mira, este polvo es el colt¨¢n, se habla mucho de ¨¦l, es muy valioso, pero no brilla ni nada¡±, explica L¨®pez mientras deja que el polvo negro y mate se le escurra entre los dedos. Este mineral es tristemente c¨¦lebre, porque algunos de sus componentes, como los citados niobio y el t¨¢ntalo, son muy ¨²tiles en la industria tecnol¨®gica (por ejemplo, en la fabricaci¨®n de nuestros smartphones o nuestras consolas de videojuegos), pero se extrae sobre todo en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo: un pa¨ªs cuya riqueza natural ha sido tradicionalmente una condena, que provoca conflictos b¨¦licos y la explotaci¨®n de los que all¨ª extraen los recursos (ni?os, en muchos casos).
As¨ª que ahora podemos obtener y tratar el colt¨¢n en Espa?a: se extrae de la mina de la Penouta, en Orense, la ¨²nica donde se ha hallado este mineral en Europa. ¡°Es una mina de esta?o que se explota desde tiempos de los romanos¡±, dice L¨®pez, ¡°el ¨²ltimo en explotarla fue el Grupo Rumasa, hasta su cierre en 1982¡±. La mina era de inter¨¦s por el esta?o, pero resulta que se generaba un residuo que entonces no val¨ªa nada y ahora vale mucho: el colt¨¢n que dejaron pulverizado en balsas y escombreras (aunque tambi¨¦n queda en forma de roca dentro de la mina). Miles de millones de toneladas que hasta ahora eran puro residuo, y que pueden dar para explotar durante 35 o 40 a?os.
El esta?o obtenido, por cierto, tambi¨¦n es de utilidad en la industria, como soldadura en la electr¨®nica y como c¨¢psula en las mejores botellas de vino. ¡°Hay materiales que no valoramos en nuestra vida cotidiana, pero que son complicados de obtener. Para obtener un gramo de oro (que s¨ª es valorado) hay que remover una tonelada de tierra¡±, ejemplifica Francisco Alguacil, otro de los investigadores.
El grupo TecnoEco, liderado por L¨®pez, se dedica a obtener valor de los residuos. No solo de este colt¨¢n abandonado, tambi¨¦n de otros de la industria y de cosas muy curiosas: investigan c¨®mo obtener polifenoles (valiosos por sus propiedades antioxidantes) de los posos del caf¨¦ (que no solo sirven para adivinar el futuro) o c¨®mo obtener el elemento indio de las pantallas planas de televisor que descartamos, entre otros proyecto en curso. Todo ello dentro del paradigma del reciclaje y la Econom¨ªa Circular: imitar los ciclos de la naturaleza, donde todo residuo se aprovecha, donde no se tira nada.
Una vez separado el esta?o del material donde queda el niobio y el t¨¢ntalo, vienen algunos procesos qu¨ªmicos para separar, a su vez, estos dos elementos. En un laboratorio adyacente, ya m¨¢s parecido a un laboratorio qu¨ªmico, el proceso requiere cacharrear con matraces, disoluciones y procesos como la lixivaci¨®n o la extracci¨®n l¨ªquido-l¨ªquido. Al final, resultan sales comerciales de niobio y t¨¢ntalo, lo que buscaban, con calidades del 97 y el 99%, respectivamente.
¡°Utilizamos un proceso que ya fue inventado por el qu¨ªmico franc¨¦s Eug¨¨ne-Melchior P¨¦ligot en 1841¡±, dice Alguacil. Este proceso se qued¨® en el olvido durante unos cien a?os hasta que, en el contexto de la fabricaci¨®n de la bomba at¨®mica, el Proyecto Manhattan, se recuper¨® para purificar el uranio. ¡°Esta historia es importante porque ejemplifica c¨®mo algunas investigaciones que, en principio, no tienen aplicaci¨®n directa, puede servir de mucho en el futuro¡±, a?ade Alguacil, ¡°pone en valor la ciencia¡±.
Estos procesos de tratamiento del colt¨¢n s¨ª que tienen aplicaci¨®n directa. ¡°Nuestro trabajo ya est¨¢ finalizado, el de obtenci¨®n de niobio y t¨¢ntalo comercial. Hasta aqu¨ª llega nuestro cometido como parte del CSIC: ahora hace falta financiaci¨®n, que la empresa privada apueste por esto y lo lleve a una escala industrial¡±, dice L¨®pez. Seg¨²n explican, m¨¢s all¨¢ de los vaivenes de los precios de los metales, puede ser muy rentable. Y es muy interesante disponer de reservas estrat¨¦gicas de este oro negro en Europa.
Colt¨¢n, el mineral maldito
Seg¨²n Unicef hay 40.000 ni?os trabajando en las minas de colt¨¢n de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, en condiciones precarias, jornadas extenuantes y con salarios de miseria. Sobre todo, en explotaciones artesanales, no industriales. Un pa¨ªs donde se encuentran el 70% de las reservas de este material, ya calificado como el nuevo oro negro, adem¨¢s de la mitad de las de cobalto y gran cantidad de oro y diamantes. Decenas de grupos armados se enfrentan en la regi¨®n, en una guerra brutal que involucra a la poblaci¨®n civil. La conocida como Guerra del Colt¨¢n, o Guerra Mundial Africana, tuvo lugar en el cambio de siglo y una de sus causas fue el control las materias primas, junto con los conflictos ¨¦tnicos: murieron 3,8 millones de personas.