Madrid vuelve al cole conteniendo la respiraci¨®n: ¡°No tengo otra que traer a mi hijo¡±

F¨¢tima Siss¨¦, de 31 a?os, ha vuelto a dejar a su hijo de dos en la escuela infantil p¨²blica Roger de Flor, en el distrito de Carabanchel de Madrid, uno de los m¨¢s castigados de la capital por el repunte de la covid-19, junto con Usera y Vallecas. Esta joven guineana perdi¨® su trabajo precisamente porque, con el cierre de las escuelas en marzo, tuvo que hacerse cargo de ¨¦l. Ahora ha conseguido empleo de limpiadora. ¡°No tengo otra op...

F¨¢tima Siss¨¦, de 31 a?os, ha vuelto a dejar a su hijo de dos en la escuela infantil p¨²blica Roger de Flor, en el distrito de Carabanchel de Madrid, uno de los m¨¢s castigados de la capital por el repunte de la covid-19, junto con Usera y Vallecas. Esta joven guineana perdi¨® su trabajo precisamente porque, con el cierre de las escuelas en marzo, tuvo que hacerse cargo de ¨¦l. Ahora ha conseguido empleo de limpiadora. ¡°No tengo otra opci¨®n que traerlo aqu¨ª, mi sueldo no da para m¨¢s¡±, cuenta. Es uno de los 94.758 ni?os de entre 0 y 3 a?os que han inaugurado este viernes la vuelta al cole en Madrid, de los que 45.813 lo har¨¢n en la p¨²blica. Otros 3.490 acudir¨¢n a centros privados concertados y 45.455 m¨¢s, a guarder¨ªas privadas. Madrid estrena as¨ª, con los m¨¢s peque?os y en una etapa no obligatoria, un curso rodeado de dudas e incertidumbres y en m¨¢xima alerta por los posibles brotes de covid. El martes les seguir¨¢n los ni?os de segundo ciclo de Infantil y los de 1?, 2?, 3? de Primaria. Los sindicatos educativos han coincidido en considerar este arranque ¡°prematuro¡± y han pedido que se retrase para garantizar la seguridad de los alumnos y docentes.

M¨ªriam Ruiz, de 34 a?os y que est¨¢ en ERTE en su empleo en un hotel, es otra de las madres que ha acudido esta ma?ana con su hijo a las escuelas Roger de Flor con el coraz¨®n en un pu?o. Lo que m¨¢s pena le da es la limitaci¨®n en el f¨ªsico, aunque asume que ser¨¢ muy dif¨ªcil evitarlo por completo: ¡°Mi hijo Nico es muy cari?oso, a ver c¨®mo se toma no poder abrazar a su cuidadora¡±. ¡°El otro d¨ªa mi ni?o se junt¨® con algunos compa?eros suyos a los que no ve¨ªa desde hac¨ªa meses y al final se abrazaron, qu¨¦ van a hacer¡±, relata.

La directora, Mar¨ªa Dolores Mu?oz, explica que el lunes ya estar¨¢n todos los ni?os, 86, pero que hoy esperan solo a 40. Algunos padres han decidido retrasar la vuelta de sus hijos a las aulas. ¡°Hay inquietud por ver qu¨¦ pasar¨¢, nos llaman bastantes padres preocupados por la situaci¨®n y preguntando si por retrasar la vuelta pueden perder la plaza¡±, cuenta. El 80% de sus familias son migrantes.

En esta escuela, de gesti¨®n regional directa, trabajan 14 cuidadoras, contando con la directora y la secretaria, con cuatro personas m¨¢s para limpieza y dos cocineros. Tienen 20 alumnos por aula. ¡°Estamos en el l¨ªmite¡±, subraya. El Gobierno regional anunci¨® que reforzar¨ªa esta etapa contratando a 350 educadores pero, como ocurre en este centro, muchos no han llegado. Solicitaron una cuidadora m¨¢s, que esperan que se incorpore el lunes: ¡°Sabemos que lo han aprobado, pero nada m¨¢s¡±. Llega de refuerzo y tiene contrato para cuatro meses, por lo que Mu?oz opina que es m¨¢s un parche que una soluci¨®n: ¡°Deber¨ªan hacer un contrato de obra y servicio, que los refuerzos se queden hasta que esta situaci¨®n pase, que no creo que sea en cuatro meses¡±.

Mu?oz ha solicitado a una persona m¨¢s para las labores de limpieza, que se realizan cinco veces al d¨ªa. Sin embargo, a¨²n no tiene noticia de si podr¨¢ contar con ese refuerzo. El centro carece de una persona encargada de mantenimiento, porque la que estaba al cargo ya se jubil¨®. Tampoco saben cu¨¢ndo se suplir¨¢ esa vacante.

Javier y Patricia son otros de los padres que han decidido empezar hoy. Afirman que los ni?os ¡°deben estar en la escuela¡± y que, adem¨¢s, los dos trabajan y no les queda otra. ¡°La otra opci¨®n es dejarlos con los abuelos y esa s¨ª que no se puede ni contemplar¡±. Al llegar al centro, se han encontrado con un riguroso protocolo: los ni?os deben desinfectarse las manos cada vez que entren y usar un calzado solo para el centro. Adem¨¢s, se han reducido al m¨¢ximo los juguetes, decoraciones y otros elementos susceptibles de ser manoseados por los ni?os. Tambi¨¦n han habilitado las salidas de emergencia para que sirvan de entrada al centro. Los ni?os de este centro no tendr¨¢n patio mientras dure la pandemia: est¨¢ en los bajos de un edificio de vecinos y los ni?os sol¨ªan salir a un patio com¨²n del vecindario donde ten¨ªan un espacio habilitado.

Basilica Andrisan ha sido de las primeras en dejar a su hija. Aunque ha tratado de explicarle la situaci¨®n, cree que se le har¨¢ raro: ¡°Es muy dif¨ªcil que lleguen a entender lo que est¨¢ pasando y por qu¨¦ se tienen que tomar tantas precauciones¡±. Madre de otro ni?o de 6 a?os, trabajaba de azafata pero perdi¨® su empleo. Ahora, despu¨¦s de dejar a su hija en la escuela, se va a cuidar ni?os para ganarse la vida.

Entre tanto, en la escuela infantil El Madro?al, en Puente de Vallecas, el ambiente est¨¢ tranquilo a medida que llegan las profesoras. ¡°Esperamos pocos estudiantes, unos seis por aula, pero pueden ser incluso menos. Estamos probando porque, aunque tenemos 100 ni?os, hoy solo vendr¨¢n los antiguos¡±, comenta una. Al llegar la primera familia, con una hija de un a?o, se activa el protocolo sanitario. ¡°35,8, est¨¢s perfectamente¡±, dice la encargada del colegio tras tomarle la temperatura.

G¨¦nesis Gallegos, madre de L¨²a, de un a?o y medio, espera a la entrada del colegio para poder dejar a su hija. ¡°No me gusta mucho la idea de dejarla sola con todo lo que est¨¢ pasando del covid, pero es lo que me toca. Durante todos estos meses la he dejado con familiares, pero ya no puedo m¨¢s¡±, dice G¨¦nesis, que trabaja de limpiadora.

Los ni?os llegan a cuenta gotas. Mayte, educadora de dos a?os y encargada de tomar la temperatura a ni?os y padres, explica por qu¨¦. ¡°Nos hemos organizado con franjas horarias de un cuarto de hora para controlar el acceso. La medida la hemos tomado nosotros, no queremos que se nos agrupen demasiados ni?os juntos porque a nosotros no nos han bajado los ratios como a los ni?os mayores¡±. En esta etapa, las clases se organizar¨¢n conforme a grupos estable de convivencia ¨Dpueden socializar sin mantener la distancia de 1,5 metros¨D, pero con los n¨²meros del curso pasado: ocho ni?os para 0 a?os, 14 para un a?o y 20 para dos a?os. Los educadores deber¨¢n permanecer con un grupo, mientras que los de apoyo deber¨¢n extremar al m¨¢ximo las medidas de prevenci¨®n sanitaria.

¡°Este d¨ªa es dif¨ªcil para ellos y para los padres; tienen que separarse despu¨¦s de tantos meses y volver a acostumbrarse a nosotros tambi¨¦n¡±, resume sobre lo que espera encontrarse cuando cierren las puertas. ¡°Hoy no esperamos a muchos ni?os, el lunes ser¨¢ cuando esto empiece de verdad¡±. ¡°Cada colegio ha hecho lo que ha podido con las pocas directrices que nos han dado, supongo que cada caso ser¨¢ distinto. Aunque nos entregaron gel y mascarillas, no hay ning¨²n protocolo, nosotros lo hicimos¡±, se lamenta.

El miedo al contagio se palpa en el ambiente. El Gobierno regional est¨¢ realizando test a 1.327 educadores y personal de servicio de las escuelas infantiles, pero muchos se han incorporado hoy sin saber el resultado. La presidenta de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha anunciado que ya ascienden a 40.000 las pruebas serol¨®gicas realizadas a personal docente y no docente y ha vuelto a pedir perd¨®n por los ¡°errores¡± en la organizaci¨®n de la prueba, al tiempo que ha reclamado al Gobierno que extienda al a?o que viene el fondo extraordinario no reembolsable porque si no, ha advertido, parte de los profesores contratados por la covid se ir¨¢n a mitad de curso. Preguntada sobre cu¨¢ndo llegar¨¢n los que faltan, ha explicado que se ir¨¢n incorporando seg¨²n vayan empezando las distintas etapas.

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