Un peregrinaje t¨ªpico del siglo XIX en plena pandemia
El embajador de Italia en Espa?a se traslad¨® durante el estado de alarma en barco y coche para llegar a Madrid
La llegada del embajador de Italia en Espa?a, Riccardo Guariglia (Chicago, 59 a?os) fue en medio del estado de alarma por la pandemia. Este diplom¨¢tico con or¨ªgenes napolitanos, casado y con tres hijos, tuvo que hacer un aut¨¦ntico peregrinaje para poder llevar a la legaci¨®n de la calle de Lagasca, 98. Ahora se encarga de representar y defender los intereses de los 45.000 italianos empadronados en la regi¨®n. Uno de sus primeros dispositivos fue el montar un operativo...
La llegada del embajador de Italia en Espa?a, Riccardo Guariglia (Chicago, 59 a?os) fue en medio del estado de alarma por la pandemia. Este diplom¨¢tico con or¨ªgenes napolitanos, casado y con tres hijos, tuvo que hacer un aut¨¦ntico peregrinaje para poder llevar a la legaci¨®n de la calle de Lagasca, 98. Ahora se encarga de representar y defender los intereses de los 45.000 italianos empadronados en la regi¨®n. Uno de sus primeros dispositivos fue el montar un operativo con las autoridades espa?olas para que los estudiantes y turistas pudieran regresar a su pa¨ªs de origen, en un momento en el que todas las fronteras estaban cerradas.
Guariglia tuvo que realizar un aut¨¦ntico peregrinaje para poder llegar a la embajada de Espa?a y Andorra. Todas las conexiones con Italia estaban suspendidas a principios de mayo, cuando ten¨ªa que hacerse cargo de su nuevo puesto. Desde su ingreso en la carrera diplom¨¢tica en 1985, este licenciado en econom¨ªa y comercio, ha pasado por diversos puestos como El Cairo, Bruselas, Brasilia, Varsovia hasta recalar en Madrid. La primera parte del viaje la realiz¨® en un ferry desde Civitavecchia, cerca de Roma, hasta Barcelona: ¡°Yo era el ¨²nico pasajero de un barco de 60.000 toneladas. Despu¨¦s continu¨¦ en coche hasta Madrid en unas autopistas en las que pr¨¢cticamente no hab¨ªa ning¨²n otro coche. Parec¨ªa que era un embajador del siglo XIX yendo a su nuevo destino¡±, recuerda el diplom¨¢tico. ¡°Mi recuerdo es el de un pa¨ªs conmocionado al cual, como en el caso de Italia, le ha tocado enfrentarse a una prueba incre¨ªblemente dif¨ªcil. Al mismo tiempo recuerdo n¨ªtidamente el deseo de volver a empezar y de volver a una vida normal lo antes posible¡±, a?ade en el magn¨ªfico palacio Amboage, que acoge la legaci¨®n italiana. Un primo de su abuelo ya fue embajador en Madrid en tiempos de la 2? Rep¨²blica.
Toda su actividad diplom¨¢tica inicial estuvo condicionada por la pandemia, lo que le result¨® ¡°bastante complejo¡±. Las videoconferencias fueron la herramienta utilizada para poder comunicarse con las autoridades espa?olas. ¡°A principios de julio, tras la disminuci¨®n de las medidas restrictivas, tanto en Italia como en Espa?a, fue posible organizar algunas importantes visitas institucionales, entre las cuales en primer lugar la del presidente del Gobierno italiano Conte a Madrid, fundamental para relanzar las relaciones entre nuestros dos pa¨ªses¡±, destaca Guariglia.
La principal medida que tom¨® para ayudar a sus compatriotas fue facilitar su regreso a miles y miles de ellos, en un momento en que los vuelos directos estaban bloqueados entre los dos pa¨ªses. Tambi¨¦n se buscaba que los espa?oles que se encontraban en la posici¨®n contraria pudieran volver a sus casas. Desde mediados de marzo y hasta finales de junio se organizaron 70 vuelos especiales, con la coordinaci¨®n de la Unidad de Crisis de la Farnesina y de la red consular italiana en Espa?a. Se han beneficiado de ellos casi 11.000 connacionales, muchos de los cuales en condiciones de vulnerabilidad, a los que hay que sumar los m¨¢s de 6.000 que han regresado a Italia con las conexiones mar¨ªtimas desde Barcelona. ¡°Ha sido una operaci¨®n casi b¨ªblica, testimonio de la intensidad de relaciones entre nuestros pa¨ªses¡±, resalta con orgullo el embajador.
Los italianos en la Comunidad de Madrid son una las colonias extranjeras m¨¢s numerosas. Algunos tambi¨¦n est¨¢n sufriendo las grav¨ªsimas consecuencias de la pandemia, por lo que han requerido la asistencia del Samur y de Protecci¨®n Civil. ¡°Nos hemos beneficiado de la ayuda que nos han aportado varias asociaciones, como la Societ¨¤ Italiana di Beneficenza (SIB) que en el 2020 ha recibido m¨¢s del doble de las peticiones que el a?o anterior¡±, destaca el diplom¨¢tico. ¡°En el sector comercial seguimos, en funci¨®n de la situaci¨®n sanitaria, apoyando el conocimiento de Italia y los productos italianos, como hicimos hace pocas semanas con la campa?a Pasi¨®n por Italia en la cadena de supermercados S¨¢nchez Romero a trav¨¦s de la Agencia Italiana para el Comercio Exterior¡±, a?ade.
La industria y el comercio tambi¨¦n han tenido que hacer frente a la pandemia. En Madrid tienen su sede numerosas grandes empresas italianas que han tenido que replantearse su forma de trabajar y, en algunos casos, sus objetivos comerciales en funci¨®n de la evoluci¨®n de la pandemia, afirma Guariglia. ¡°Tras los dif¨ªciles meses de primavera, vino una fase de recuperaci¨®n clara que confiamos que se pueda mantener. Desafortunadamente, el sector de la hosteler¨ªa, con centenares de bares y restaurantes italianos de gesti¨®n familiar, ha sido el que m¨¢s ha sufrido¡±, mantiene.
Eso s¨ª tambi¨¦n ha habido imaginaci¨®n, como la campa?a ¡°Amigos de la pasta ¨C 10 platos hoy, para degustarlos ma?ana¡± a la que se han adherido diferentes restaurantes italianos de Madrid con el apoyo de la C¨¢mara de Comercio para Espa?a, ofreciendo unos bonos de 10 platos t¨ªpicos de nuestra tradici¨®n a precio rebajado. De esta forma los clientes obtienen la posibilidad de degustar platos italianos de excelente calidad a un precio menor del habitual y los restaurantes asociados tienen la oportunidad de hacer frente a los gastos para seguir con su actividad.
El embajador reconoce las similitudes entre Espa?a e Italia: ¡°En la primera fase fuimos los dos pa¨ªses m¨¢s golpeados. Por el contrario, ahora parece que la crisis est¨¢ m¨¢s generalizada en Europa y fuera de ella. Creo que todav¨ªa sabemos muy poco de este virus, algo m¨¢s que en primavera, pero todav¨ªa poco. Italianos y espa?oles tienen una manera muy parecida de vivir su vida social y el coronavirus nos ha afectado en este sentido. ?Esto es suficiente para explicar lo que pas¨®? Posiblemente no¡±, reflexiona.
La necesidad de trabajar juntos
Si hay algo que destaca Riccardo Guariglia, es la necesidad de que los pa¨ªses trabajen juntos para salir de esta crisis. ¡°Por fin lo hemos entendido¡±. Y recuerda las palabras de los presidentes Conte y S¨¢nchez en el Foro de Di¨¢logo Italia-Espa?a del pasado 20 de octubre celebrado en Roma: ¡°Debemos reforzar la acci¨®n de relanzamiento bilateral, porque los objetivos que hay que fijarse son muchos todav¨ªa (a partir de la efectiva llegada de los fondos europeos) y la intensidad de las relaciones entre nuestros dos pa¨ªses (pienso en los 300 mil italianos que viven en Espa?a permanentemente, y pienso en el intercambio comercial de 44.400 millones en el a?o 2019) nos obliga a un esfuerzo estrat¨¦gico en esa direcci¨®n¡±.
¡°Espero que, con todo esto, salgamos mejores personas. Citando una reflexi¨®n de Einstein, la crisis, en la tragedia que supone, puede ayudar a personas y naciones, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia as¨ª como el d¨ªa nace de la noche oscura. Es en la crisis donde surgen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias¡±, concluye Guariglia.
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