Golpe a la participaci¨®n ciudadana
PP y Vox promueven la eliminaci¨®n de asociaciones vecinales a base de quitarles los espacios concedidos
Primero fue en La Guindalera, luego en Moratalaz. Ahora en La Arganzuela y Chamber¨ª. As¨ª ha sucedido en ocho distritos de la capital. La actual Corporaci¨®n municipal no parece nada favorable a promocionar los espacios de participaci¨®n ciudadana. Tanto el PP como Vox, los consideran una suerte de chiringuitos que afloraron sobre todo en tiempos de la alcaldesa Manuela Carmena, a pesar de que nacieron y empezaron a desarrollarse con otros alcaldes del PP, desde ?lvarez del Manzano hasta Gallard¨®n, pasando por Botella. Las asociaciones (hay un total de 130 cesiones de espacios activas) vecinales ...
Primero fue en La Guindalera, luego en Moratalaz. Ahora en La Arganzuela y Chamber¨ª. As¨ª ha sucedido en ocho distritos de la capital. La actual Corporaci¨®n municipal no parece nada favorable a promocionar los espacios de participaci¨®n ciudadana. Tanto el PP como Vox, los consideran una suerte de chiringuitos que afloraron sobre todo en tiempos de la alcaldesa Manuela Carmena, a pesar de que nacieron y empezaron a desarrollarse con otros alcaldes del PP, desde ?lvarez del Manzano hasta Gallard¨®n, pasando por Botella. Las asociaciones (hay un total de 130 cesiones de espacios activas) vecinales se sienten atacadas por Almeida y sus protestas comienzan a inundar las redes sociales.
La t¨¢ctica municipal est¨¢ siendo insistente: no renovarles la concesi¨®n de espacios para que realicen sus actividades, algunas tan inocuas como el cuidado de huertos urbanos o la realizaci¨®n de clases de taichi para personas mayores, con la excusa de que sus locales son necesarios para centros sociales o ubicar departamentos municipales, pero, pasado el tiempo, esos lugares siguen vac¨ªos. Buena parte de estas asociaciones son las que han soportado el reparto de comida para familias vulnerables y, durante la nevada, las que m¨¢s se han movilizado para arreglar calles y aceras.
¡°Resulta incre¨ªble la falta total de empat¨ªa con proyectos que son perfectamente asumibles para cualquier administraci¨®n¡±, dice Marisa San Jos¨¦, tras relatar su experiencia como parte del tejido vecinal de La Gasolinera, el espacio anexo al Centro Cultural Buenavista del barrio de La Guindalera, de escasos 150 metros cuadrados y que, desde noviembre de 2016 y hasta junio de 2019 se multiplic¨® para hacer posible cines, conferencias, bailes, encuentros y un huerto urbano hasta que, sin previo aviso, la nueva corporaci¨®n cerr¨® la verja y no les dej¨® continuar.
En algunos casos la salida de estos colectivos de los espacios municipales les aboca a no poder llevar a cabo sus actividades o a tener graves dificultades para poder continuarlas.
¡°Lo peor fue perder el huerto. Los primeros d¨ªas nos dejaron entrar a regar, pero luego ni eso¡±. Marisa recuerda c¨®mo se hab¨ªa juntado un grupo de mayores del barrio que durante las ma?anas atend¨ªan a colegios y grupos de todo tipo. ¡°Al concejal [Jos¨¦ Fern¨¢ndez S¨¢nchez, del PP] se le hizo llegar un documento para explicarle las actividades del huerto y preguntar c¨®mo se pod¨ªa seguir con ¨¦l, pero no se dign¨® contestar¡±. Un a?o y medio despu¨¦s, el ¨²nico uso del espacio es para el alumnado del colegio Natividad de Nuestra Se?ora durante las clases de gimnasia, pero con la verja cerrada, lo que molesta a San Jos¨¦: ¡°Las dem¨¢s vecinas no podemos entrar, porque mientras dan clase lo cierran al p¨²blico¡±.
Asociaciones como La Gasolinera est¨¢n sufriendo en los ¨²ltimos meses revocaciones de uso de espacios municipales o cancelaciones de renovaci¨®n en lo que consideran una forma bastante ingrata de reconocer su trabajo. ¡°Pero sobre todo, es poco inteligente¡±, ampl¨ªa Enrique Villalobos, presidente de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales, la FRAVM, ¡°equivale a rechazar, a renunciar a uno de los principales activos que pueda tener una sociedad¡±.
En algunos casos la salida de estos colectivos de los espacios municipales les aboca a no poder llevar a cabo sus actividades o a tener graves dificultades para poder continuarlas, como es el caso de las despensas vecinales que han surgido a ra¨ªz de la pandemia. Las m¨¢s inmediatas son las del Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA) que deber¨¢ abandonar las instalaciones del antiguo Mercado de Legazpi a principios de febrero y la Casa de Cultura y Participaci¨®n ciudadana de Chamber¨ª, cuya renovaci¨®n del local de Bravo Murillo en el que est¨¢n alojados actualmente tambi¨¦n ha sido denegada, con fecha de final de marzo.
Tirando de calendario, a La Gasolinera le sigui¨® La Salamandra. Gracias a un acuerdo verbal con el mandato anterior, en el antiguo colegio Antonio Gil Alberdi de Moratalaz se daban talleres, clases de taichi, encuentros literarios y se cultivaba un huerto. Sus vecinos fueron desalojados en diciembre del mismo a?o 2019. Lleg¨® el caso de la Asociaci¨®n Vecinal de Las Tablas, que utilizaba El Palomar, espacio que disfrutaban en cesi¨®n demanial desde 2013, para ubicar la despensa vecinal de emergencia y alimentar as¨ª a una media de sesenta familias del distrito de Fuencarral. El concejal Javier Ram¨ªrez (PP) utiliz¨® este argumento para ordenar el desalojo en julio del pasado a?o, alegando que no ten¨ªan autorizaci¨®n para repartir alimentos, tampoco para otras actividades como conferencias o talleres de zumba o yoga. Lorenzo ?lvarez, presidente de la entidad, relata que han encontrado un local de alquiler. ¡°Sufragamos los costes con las cuotas de socias y socios, y las tarifas de las clases y talleres que impartimos¡±. Mientras tanto, el edificio municipal permanece cerrado.
Otros murieron antes de empezar, como es el caso del Mercado Municipal San Enrique de Tetu¨¢n, o como la Casa de Asociaciones, en Hortaleza, que no ha llegado a ver la luz. Los seis colectivos que conforman el proyecto esperaban el decreto de convocatoria de cesi¨®n para optar a gestionar los 1.000 metros cuadrados en la parcela del antiguo colegio Rub¨¦n Dar¨ªo.
Caso aparte es la llamada Casa del Cura en la castiza Plaza del 2 de Mayo en Malasa?a. Su permiso de uso est¨¢ asegurado, de momento, gracias a unas medidas cautelares interpuestas por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo n?10 de Madrid en junio de 2020, a petici¨®n de la Asociaci¨®n Vecinal de Malasa?a, Universidad y Centro, adjudicataria del edificio hasta 2023 tras una convocatoria abierta.
La crisis se desat¨® cuando el concejal del distrito Centro, Jos¨¦ Ferm¨¢ndez S¨¢nchez (PP), el mismo de Salamanca, quiso repetir la mec¨¢nica utilizada en La Gasolinera un a?o antes cambiando la cerradura del edificio tras revocar la autorizaci¨®n para asignar el edificio a servicios sociales. La diferencia con el espacio del barrio de La Guindalera es que en este caso, s¨ª exist¨ªa documento de cesi¨®n vinculante m¨¢s all¨¢ de acuerdos verbales o correos electr¨®nicos. Adem¨¢s, las m¨¢s de diez asociaciones vecinales que llevaban meses utilizando el espacio se negaron a irse. La esperp¨¦ntica jornada del jueves 30 de julio del 2020 termin¨® con efectivos de la polic¨ªa nacional protegiendo a vecinos frente al ayuntamiento de la ciudad.
El tejido asociativo de la capital lleva d¨¦cadas implantado en los 21 distritos y son reconocidos como agentes culturales, de integraci¨®n, convivencia, religiosas o deportivas de sus barrios por sus habitantes, y tambi¨¦n por el ayuntamiento, que las censa y con las que se mantiene una relaci¨®n a trav¨¦s de las juntas municipales de distritos.
Concesiones
Coros de barrio, asociaciones de b¨¢dminton, el Gobierno de M¨¦xico, parroquias, la Fundaci¨®n ABC, la Universidad Carlos III, clubs de scouts, de mayores, de ajedrez, de lectura¡ y as¨ª hasta ochenta y cuatro cesiones de espacios de las juntas municipales de distrito est¨¢n registradas como cedidas en diciembre de 2019, fecha de la ¨²ltima actualizaci¨®n, y alrededor de otros cuarenta que son titularidad del Ayuntamiento de Madrid .
La primera cesi¨®n del que el municipio tiene registrada su fecha de inicio data de junio de 1994, hace casi 27 a?os, siendo entonces alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, cuando se cedi¨® a la Asociaci¨®n El Despertar un edificio de 1.700 metros cuadrados, donde hasta la fecha se encuentra ubicado un centro asistencial y atenci¨®n a ni?os y j¨®venes con par¨¢lisis cerebral en el distrito de Latina. En 2010 y bajo el mando de Alberto Ruiz Gallard¨®n, se rubric¨® la cesi¨®n de un local comercial en Moratalaz a la Asociaci¨®n de V¨ªctimas contra el Terrorismo ampliada hasta el 2030. En 2017, Manuela Carmena cedi¨® al Gobierno de M¨¦xico el edificio de m¨¢s de 2.600 metros cuadrados sito en Alberto Aguilera 20 por diez a?os, prorrogables a 50. La propia sede de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales, FRAVM, fue ubicada en un edificio municipal cedido en el mismo distrito en mayo de 2013.
Durante el mandato de Carmena fueron entregados treinta y un espacios a diversas entidades vecinales, tambi¨¦n parroquias como Santa Cecilia o Nuestra Se?ora de Loreto en Barajas, la Asociaci¨®n Confraternidad Carcelaria de Espa?a (CONCAES) en Ciudad Lineal, grupos scouts en Moratalaz o asociaciones fotogr¨¢ficas en Villaverde. El actual regidor, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, ha autorizado cuatro: tres en Vic¨¢lvaro a un club musical de batucada y a las Asociaciones de Artrogriposis m¨²ltiple cong¨¦nita, la Asociaci¨®n hist¨®rica Vicus Albus, y a la Asociaci¨®n Madrile?a contra la fibrosis qu¨ªstica en Hortaleza.