Un revolucionario que se hizo defensor de los derechos humanos

Hassan Ghashghavi tiene un semblante serio. Al principio, al embajador de Ir¨¢n en Espa?a le cuesta sonre¨ªr e incluso hablar de si mismo y de su pa¨ªs, pero es simple fachada. Detr¨¢s de este semblante de persona trajeada, se halla un pasado revolucionario por el que fue detenido hasta en tres ocasiones y un firme defensor de los derechos humanos. Este 11 de febrero se celebra la fiesta nacional de Ir¨¢n, que conmemora la victoria del ayatol¨¢ Ruhollah Jomeini sobr...

Hassan Ghashghavi tiene un semblante serio. Al principio, al embajador de Ir¨¢n en Espa?a le cuesta sonre¨ªr e incluso hablar de si mismo y de su pa¨ªs, pero es simple fachada. Detr¨¢s de este semblante de persona trajeada, se halla un pasado revolucionario por el que fue detenido hasta en tres ocasiones y un firme defensor de los derechos humanos. Este 11 de febrero se celebra la fiesta nacional de Ir¨¢n, que conmemora la victoria del ayatol¨¢ Ruhollah Jomeini sobre el Sha Mohammad Reza Pahlavi en 1979.

La primera vez que Ghashghavi (Babol, norte de Ir¨¢n; 64 a?os) fue detenido ten¨ªa tan solo 17 a?os. Acudi¨® a Teher¨¢n y pronunci¨® un discurso a favor de una democracia parlamentaria. ¡°Sha significa rey, pero no era una monarqu¨ªa como la espa?ola. Era un r¨¦gimen dictatorial en el que el Sha ten¨ªa todo el poder. Luch¨¢bamos contra esa opresi¨®n para conseguir mayor libertad e independencia¡±, describe. Los arrestos por los agentes de la Organizaci¨®n de Seguridad e Inteligencia no duraban m¨¢s de 24 horas ¡°a lo mejor por no haber alcanzado la mayor¨ªa de edad en ese entonces¡±, afirma el diplom¨¢tico. Nunca ingres¨® en la c¨¢rcel. ¡°Jam¨¢s fui torturado, pero tengo amigos que lo pasaron muy mal. Algunos fueron incluso ejecutados¡±, recuerda con cierta tristeza. A esa primera detenci¨®n, le siguieron otras dos m¨¢s.

Ghashghavi inici¨® los estudios de Geograf¨ªa, pero los dej¨® para cursar Derecho y especializarse en Derechos Humanos. En 1988 ingres¨® en la diplomacia de su pa¨ªs. Comenz¨® encarg¨¢ndose de las relaciones con el Reino Unido, pero justo dos a?os despu¨¦s fue diputado por Teher¨¢n en el Parlamento iran¨ª y fue miembro del grupo parlamentario en el pro de los derechos humanos. El cargo del diputado lo ejerci¨® en una segunda ocasi¨®n, tras alternarlo con su puesto en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Tras ser embajador en Kazajist¨¢n y en Suecia, fue portavoz de la Canciller¨ªa y viceministro - similar al secretario de estado espa?ol-, lo que le permiti¨® un contacto directo con los periodistas. A finales de 2018, recal¨® en su puesto actual en Madrid.

El embajador habla persa, ¨¢rabe, ingl¨¦s y entiende el ruso. Ahora est¨¢ estudiando castellano, cuyo aprendizaje reconoce que es dif¨ªcil. ¡°Sobre todo, los art¨ªculos y el que los sustantivos tengan g¨¦nero¡±, confiesa con una sonrisa. La colonia iran¨ª en Espa?a es de unas 14.000 personas, de las que 3.000 residen en la Comunidad de Madrid. Su perfil es de ¡°residentes adinerados y profesores universitarios que se interesan por Espa?a¡±, adem¨¢s de inversores en inmuebles, hoteles y restaurantes, sobre todo en la zona sur de la pen¨ªnsula.

Las relaciones diplom¨¢ticas entre Espa?a e Ir¨¢n son de las m¨¢s antiguas de las que est¨¢n documentadas. Datan de m¨¢s de 400 a?os, seg¨²n Ghashghavi. Existen testimonios de intercambio de embajadores entre el rey Felipe III y el Sh¨¢ Abbas el Grande. Hace unos a?os fueron exhibidos en sendas exposiciones en Madrid y Alicante. ¡°Es un orgullo poder desempe?ar este cargo que ha tenido tanta historia entre ambos pa¨ªses¡±, afirma el diplom¨¢tico en persa, traducido despu¨¦s por su asesor de prensa.

Detr¨¢s de estas relaciones est¨¢ la carrera nuclear de Ir¨¢n y las sanciones impuestas por Estados Unidos (EEUU). Ghashghavi se queja de que los intercambios comerciales de su pa¨ªs con Espa?a se han hundido. Si con el acuerdo nuclear la balanza comercial entre los dos pa¨ªses alcanz¨® la cifra de 2.600 millones de euros, la salida unilateral de la administraci¨®n Trump del acuerdo nuclear ha hecho que ahora no llegue a los 200 millones. Se trataba sobre todo de importar, desde Espa?a, tecnolog¨ªas agr¨ªcolas, como invernaderos; de tuber¨ªas para gaseoductos, equipos m¨¦dicos y transporte de sistemas de riego. Por el lado contrario, Espa?a importa alimentos como pistachos y azafr¨¢n. Lejos queda ya la llegada de petr¨®leo iran¨ª. Ahora, el embajador espera que la llegada de Joe Biden a la presidencia de EEUU pueda acabar con las sanciones y su pa¨ªs retome el comercio internacional.

¡°La pandemia nos ha golpeado muy fuerte en nuestro pa¨ªs y se ha agravado a¨²n m¨¢s porque esas sanciones han supuesto que muchos pa¨ªses no nos vendieran material sanitario. No llegaban las importaciones¡±, protesta el diplom¨¢tico. En Espa?a, la covid no ha provocado ning¨²n muerto en la colonia iran¨ª. Se fletaron cuatro vuelos para repatriar a parte de esos visitantes, gracias a la coordinaci¨®n con las autoridades espa?olas.

La embajada y el consulado de Ir¨¢n se encuentran en la calle de J¨¦rez, en Chamart¨ªn, junto a otras legaciones. Eso s¨ª, la residencia oficial de Ghashghavi se halla en La Moraleja (Alcobendas), que destaca que ambos lugares son extraordinarios y que le permiten disfrutar de un Madrid ¡°extraordinario¡± y practicar sus deportes favoritos -la nataci¨®n y el voleibol-. ¡°Con la reciente nevada, se cayeron el 30% de los ¨¢rboles de la embajada. Era como si nos rompiera una parte de nuestro coraz¨®n porque esos ejemplares llevaban mucho tiempo ah¨ª como los guardianes de la Embajada¡±, a?ade. Ghashghavi acostumbra a recorrer la capital, en especial el centro, pero donde afirma que se siente ¡°como en casa¡± es en los pueblos peque?os de la zona norte de la regi¨®n. ¡°Son m¨¢s o menos parecidos al norte de Ir¨¢n, de donde provengo, y me encantan¡±, afirma. ¡°He de reconocer que la ciudad ya me encant¨® cuando la visit¨¦ hace unos cinco a?os como viceministro de Asuntos Exteriores¡±.