Arrancan las vacunas a los mayores de 80 en el Zendal: Victorina, 100 a?os, republicana y vacunada

Victorina Legaz cumpli¨® el pasado 11 de noviembre un siglo sin poder celebrarlo. Asume el chaparr¨®n con m¨¢s humor que otra cosa. La pandemia, el confinamiento y el virus no han doblegado la vitalidad de esta funcionaria jubilada nacida en Medina del Campo (Valladolid). En la tarde de este mi¨¦rcoles ha recibido la primera dosis de la vacuna. En cuanto le han sacado la aguja del brazo izquierdo ella ha seguido a lo suyo. ¡°Mi ¨ªdolo es Benzema. C¨®mo jug¨® anoche¡±, l...

Victorina Legaz cumpli¨® el pasado 11 de noviembre un siglo sin poder celebrarlo. Asume el chaparr¨®n con m¨¢s humor que otra cosa. La pandemia, el confinamiento y el virus no han doblegado la vitalidad de esta funcionaria jubilada nacida en Medina del Campo (Valladolid). En la tarde de este mi¨¦rcoles ha recibido la primera dosis de la vacuna. En cuanto le han sacado la aguja del brazo izquierdo ella ha seguido a lo suyo. ¡°Mi ¨ªdolo es Benzema. C¨®mo jug¨® anoche¡±, lanza, detr¨¢s de su mascarilla negra con el escudo madridista. Y de inmediato hila con una r¨¢pida cr¨®nica del partido de Champions que la noche anterior jugaron los merengues frente al Atalanta.

Victorina Legaz y otros 20.500 madrile?os de m¨¢s de 80 a?os de diferentes mutuas sanitarias han sido citados entre este mi¨¦rcoles y el domingo para recibir la primera dosis en el hospital Enfermera Isabel Zendal. La mujer no puede acudir al estadio a ver los partidos, pero ha tenido que ir hasta Valdebebas, junto a la ciudad deportiva del Real Madrid. No es ning¨²n consuelo para alguien que es socia desde hace 50 a?os con el n¨²mero 5.355 y acud¨ªa cada tarde al Santiago Bernab¨¦u hasta que la covid-19 lo cerr¨®. ¡°Me compr¨¦ el piso en el paseo de la Habana para poder ir andando¡±.

Aunque no se sacara el carn¨¦ de socia hasta los 50 a?os, la cosa viene de largo. Empez¨® a jugar al f¨²tbol cuando muchas mujeres casi no sab¨ªan lo que era un bal¨®n. ¡°En el instituto de segunda ense?anza de ?vila ten¨ªamos un profesor de educaci¨®n f¨ªsica que era militar¡±, recuerda.

¡°Pas¨¦ all¨ª la guerra. Zona nacional. Maldito Franco. Puede usted publicarlo, eh¡±. En ese momento de la conversaci¨®n, recuerda a dos hermanos suyos. ¡°Me los mataron. Fue horroroso¡±. Al instante aparece por all¨ª con un documento Borja, el sobrino nieto de 22 a?os que la ha llevado en su coche. Trae un papel con la cita de la segunda dosis, dentro de 28 d¨ªas. Ella echa cuentas en un periquete y se fija que es el 14 de abril. Celebra la casualidad como una peque?a victoria. ¡°A ver si antes no me he muerto, que a saber lo que me han metido¡±. Risas de Borja, que gira la cabeza en plan ¡®v¨¢monos ya¡¯. ¡°El 14 de abril de 1931, con 10 a?itos, estaba yo gritando ?Viva la rep¨²blica!¡±.

¡°Esa se?ora de ah¨ª tiene 100 a?os¡±. Incr¨¦dulos se asoman algunas enfermeras y enfermeros. ¡°100 a?os, cuatro meses y seis d¨ªas. Y nac¨ª a las cuatro y cuarto de la ma?ana¡±, puntualiza ella. ¡°?Y todo esto lo va a publicar? Pues s¨ª que va a gastar libreta¡±, le pregunta al reportero. ¡°Lo que me voy a re¨ªr¡±. Consciente de que es en parte el centro de atenci¨®n, lanza una nueva pregunta. ¡°?Aqu¨ª no dais champ¨¢n ni nada?¡±. Los 15 minutos de relax que le piden tras el pinchazo son un no parar. ¡°Vivo sola, siempre soltera, gracias a dios, y yo me lo hago todo¡±.

Victorina cuenta con cierta sorna que sigue adelante con la fiesta de cumplea?os que hab¨ªa preparado para sus 100 a?os con 100 invitados. ?Para el pr¨®ximo 11 de noviembre con los 101? ¡°No, hombre, para los 200. All¨ª estaremos todos¡±, bromea.

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