La vida llega, incluso en pandemia
El servicio de neonatolog¨ªa del Hospital 12 de Octubre estren¨® 11 UCI individuales en la primera ola para salvar beb¨¦s prematuros
Zoe ocupa m¨¢s o menos el espacio de un par de manos grandes. Est¨¢ encima de la barriga de su padre, envuelta en un canguro granate. Una v¨ªa diminuta le cruza el rostro. Ella y M¨ªa, su gemela, llegaron el lunes tras la gran nevada, pero deber¨ªan haberlo hecho con la primavera, el 23 de marzo. Pesaban poco m¨¢s de dos kilos entre las dos cuando nacieron ese 11 de enero en el hospital 12 de Octubre de Madrid. Llevan all¨ª desde entonces. Zoe, en la unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (CIN); M¨ªa, a unos cuantos pasillos, en la de Intermedios. En ese ¨¢rea de este centro madrile?o la crisis sanitaria lleg¨® como lo hizo en el resto, pero con una diferencia: ah¨ª no pod¨ªa paralizarse nada. ¡°Los ni?os nacen en medio de una guerra, de un terremoto y de una pandemia. Llegan y llegan¡±, dice Carmen Pall¨¢s, la jefa de Servicio de Neonatos, un equipo que tuvo que adaptarse para que el virus no provocara en sus pacientes lo que en el resto del hospital, en todos los hospitales: el aislamiento, la soledad.
Desde el 25 de febrero de 2020, el d¨ªa que se conoci¨® oficialmente el primer paciente de covid en Madrid, la CIN ha tenido 850 beb¨¦s ingresados en un espacio que estuvo en obras justo hasta aquel mes. Alrededor de 500 metros cuadrados m¨¢s con una inversi¨®n de casi cuatro millones de euros. Se convirti¨® en la ¨²nica en Espa?a con boxes independientes para los reci¨¦n nacidos y para la familia. Ya era el ¨²nico hospital de gran complejidad en Madrid con la acreditaci¨®n iHan ¡ªIniciativa para la Humanizaci¨®n de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, otorgada por UNICEF y la OMS por promover el parto natural, la salud del reci¨¦n nacido y la lactancia materna¡ª y tambi¨¦n el ¨²nico de estas caracter¨ªsticas en Espa?a que ha recibido este reconocimiento internacional dos veces.
¡°No solo era renovar sino cambiar el concepto y el shock fue tremendo: te encuentras con un final de obra, con un equipo que se tiene que adaptar al nuevo espacio y a la nueva monitorizaci¨®n y una pandemia¡±, recuerda Pall¨¢s. 11 neonat¨®logas y tres neonat¨®logos y 170 enfermeras y t¨¦cnicas en cuidados auxiliares de Enfermer¨ªa ¡ªel 90% de esa plantilla son mujeres¡ª que se pusieron a hacer tetris para conseguir cumplir con el objetivo de aquella reforma: aumentar el tiempo que pasan juntos las familias y los beb¨¦s, la participaci¨®n en los cuidados y el aprendizaje necesario para marcharse a casa en cuanto sea posible.
En el servicio de Neonatolog¨ªa del 12 de Octubre trabajan 11 neonat¨®logas, 3 neonat¨®logos y 170 enfermeras y t¨¦cnicas en cuidados auxiliares de Enfermer¨ªa
¡°Con todas las medidas de seguridad, siempre mantuvimos que la madre o el padre estuviesen con el beb¨¦¡±, cuenta la jefa del servicio en uno de los despachos de la unidad. ?Tuvieron problemas? ¡°Ninguno¡±, afirma la neonat¨®loga: ¡°?Padres que han sido contactos de un positivo? S¨ª. ?Padres que en alg¨²n momento han dado positivo? S¨ª. Pero todo se mantuvo bajo control porque avisaban enseguida¡±. Se hac¨ªa el aislamiento y el contacto con el beb¨¦ se manten¨ªa por videollamada, ¡°y para que el ni?o no estuviese en ning¨²n momento solo, a la familia se le comunicaba que pod¨ªan buscar a quien ellos consideraran mejor para que viniese a estar con ¨¦l¡±, cuenta Pall¨¢s.
Esa zona del 12 de Octubre jam¨¢s se blind¨® al exterior como s¨ª ocurri¨® con el resto de servicios en todos los centros madrile?os. ¡°Poco parecida, adem¨¢s, a lo que normalmente imaginamos cuando pensamos en un hospital¡±, a?ade. Colores en el mobiliario, sof¨¢s y sillones en los que pasar cientos de horas no supone una tortura, plantas que crecen sobre los poyetes de las ventanas, habitaciones para los profesionales, para los padres, en las que pueden comer y descansar. ¡°Cuando un ni?o nace con 20, 22, 25 semanas, las familias pueden llegar a pasar meses aqu¨ª, la humanizaci¨®n no solo de los cuidados de los beb¨¦s sino de las madres y padres es esencial. Todav¨ªa m¨¢s en pandemia¡±, explica Pall¨¢s. ¡°Quienes est¨¢n aqu¨ª ya est¨¢n sufriendo el hecho de que sus beb¨¦s necesiten cuidados intensivos. La situaci¨®n que genera, acrecentada por el virus, es horrible¡±.
Para mitigarla sirven las 11 nuevas UCI individuales; adem¨¢s de otras 8 repartidas en dos salas; 22 puestos de cuidados intermedios, 3 de ellos en habitaci¨®n familiar; y un ¨¢rea de observaci¨®n de 7 plazas. Tambi¨¦n el seguimiento hasta los 7 a?os que el centro hace de cada beb¨¦ que atiende en ese servicio. La estancia media, cuenta Pall¨¢s, es de 12 d¨ªas: ¡°Hay un grupo excepcional que se va antes de los dos meses y los hay que llegan a los cuatro o a los seis¡±.
Zoe y Miranda
Zoe ser¨¢ una de las que pase algo m¨¢s de ocho semanas en el 12 de Octubre. Sus padres, Adri¨¢n ?lvarez y Lara Alejandre Berutti pasan all¨ª la mitad del d¨ªa, en esa habitaci¨®n que preside la peque?a cama, rodeada de pantallas y aparatos que registran cada constante de esa beb¨¦ que ya pesa un kilo y 700 gramos. Ambos pensaban que lo iban a llevar ¡°regular¡±. ¡°Pero aqu¨ª no es que te sientes y mires. Llevamos aqu¨ª mes y medio y desde el primer d¨ªa nos dijeron: ¡®Os pon¨¦is y lo hac¨¦is con nosotros¡±, cuenta ¨¦l sobre el aseo. ¡°La confianza que te dan, lo que te ayudan, lo que te apoyan¡¡±, contin¨²a la madre, sentada junto al sill¨®n en el que la ni?a dormita encima de su padre. Piel con piel.
Esa t¨¦cnica es ¡°la ¨²nica manera, hoy por hoy, de proteger el cerebro de los prematuros, que est¨¢ inmaduro¡±, explica Pall¨¢s, y a?ade que, por mucho que se intente replicar el ambiente intrauterino, nunca se logra de forma suficiente. Aunque se han hecho muchas pruebas con medicamentos, solo el piel con piel ¡°act¨²a de factor neuroprotector, adem¨¢s de otorgar la parte emocional y el v¨ªnculo, que afecta al proceso de crianza. Los prematuros ganan m¨¢s peso, y hacen menos pausas de apnea¡±.
Berutti aprieta los labios cuando relata que Zoe podr¨ªa no haber llegado a nacer, pero lo hizo con 770 gramos, junto a M¨ªa, que le dobl¨® el peso. Entonces, supieron que la peque?a ten¨ªa un retraso en el crecimiento. ¡°Luego, una infecci¨®n en la sangre; luego meningitis. Y ahora tiene un dispositivo en la cabeza para hacerle punciones porque no drena bien el l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo¡±, relata ?lvarez. Y Berutti a?ade: ¡°Toca esperar. Puede que acabe con una valvulita para toda la vida, pero no se sabe a¨²n, todo es incertidumbre¡±. Despu¨¦s, hace una mueca, recoge el sacaleches y se prepara para ir a ver a su otra hija: ¡°Quiz¨¢s esta semana, si todo va como hasta ahora, M¨ªa pueda irse a casa¡±.
Otro de los boxes de la unidad de neonatos lo ocupa Miranda. Su gemela, Valeria, ya hace d¨ªas que se march¨® a casa, pero a ella a¨²n le quedan unas cuantas semanas all¨ª. Igual que a Zoe. Su madre, Sara Abad, la mira mientras la enfermera Patricia Melchor trajina sobre la camita como una orfebre para aspirarle las secreciones nasales. ¡°Nacieron el 24 de diciembre, de regalo de Nochebuena, sin avisar y sin que les tocara¡±, cuenta Abad. Ten¨ªan que haberse mantenido dentro de su cuerpo hasta el 25 de febrero y entonces podr¨ªan haber venido al mundo en Soria, donde las esperaba su familia. Pero se adelantaron dos meses, y el hospital castellanoleon¨¦s que las recibi¨® no cuenta con UCI neonatal. Nada m¨¢s nacer, fueron derivadas junto a su madre al 12 de Octubre, en Madrid.
¡°Vinimos a todas las revisiones a Madrid; hasta la ¨²ltima, el 22 de diciembre. Ese d¨ªa, todo parec¨ªa normal, as¨ª que nos volvimos a casa¡±, cuenta Sara, que, adem¨¢s de las gemelas, es madre de un ni?o de dos a?os. Toda la familia est¨¢ desplazada en la capital desde Navidad, junto al padre, Goyo Encabo. A las pocas semanas de embarazo, a Miranda no le encontraron latido. ¡°En la semana 13 ya no le ve¨ªan bien las cuatro c¨¢maras del coraz¨®n, y supimos que ten¨ªa una malformaci¨®n cardiaca¡±, recuerda Abad, que solo re¨²ne fuerzas al ¡°ver que la ni?a va mejor¡±. En casa, dice, est¨¢ la otra gemela y su hijo: ¡°Aunque tenga la cabeza aqu¨ª, el rato que paso en casa consigo respirar un poco¡±.
Dice Pall¨¢s, la jefa de servicio, que esta familia ¡°hace magia¡±. Saben que a la beb¨¦ le quedan dos intervenciones complicadas ¡ªuna de ellas una hendidura, la comunicaci¨®n de la tr¨¢quea con el es¨®fago que requerir¨¢ cirug¨ªa de v¨ªa a¨¦rea compleja¡ª y que a¨²n tiene que coger peso para que la puedan operar. Los padres han llegado a pasar hasta 17 horas en el hospital y hacen malabares para poder pasar tiempo tambi¨¦n con su otro hijo, ¡°que ni est¨¢ en su casa ni en su guarder¨ªa ni en su rutina. Es dif¨ªcil, dif¨ªcil de verdad¡±, respira hondo Abad.
La enfermera intenta hacer sonre¨ªr a la madre record¨¢ndole las sonrisas de Miranda. Y asegura que no querr¨ªa trabajar en ning¨²n otro sitio que no fuese ese lugar: ¡°Es tremendamente gratificante y bonito. Son seres muy vulnerables y todos los cuidados y el cari?o que les puedas aportar es algo que te llevas: un pellizquito de eso se va todos los d¨ªas contigo a casa, m¨¢s en esta ¨¦poca tan complicada¡±.
Ingresos que pueden llegar a los seis meses
En ese espacio reformado repleto de pantallas, puertas autom¨¢ticas con sensores, aparatos complejos y pitidos constantes, la apariencia del personal sanitario y de los padres es la de una suerte de familia gigante escondida tras los EPI: guantes, mascarillas y batas de colores. ¡°Lo habl¨¢bamos hace un rato. Ella [la madre] sabe que sola no puede; nosotras solas no podemos ni el beb¨¦. Todas nos necesitamos. Van a pasar mucho tiempo aqu¨ª y,desde el momento que ingresan, esta es su casa¡±, dice Melchor.
A esa ¡°casa¡± llegan tres grupos de pacientes. Los beb¨¦s que pesan menos de kilo y medio o nacen con menos de 32 semanas de gestaci¨®n, ¡°cuando no se regula adecuadamente la respiraci¨®n y hay que ayudar y monitorizar¡±, explica Pall¨¢s. Aquellos beb¨¦s con malformaciones graves que necesitar¨¢n una cirug¨ªa posterior al periodo neonatal, como Miranda; ¡°son ni?os que no tienen continuidad en el intestino o el es¨®fago o que nacen sin ano, son relativamente frecuentes y necesitan cirug¨ªas importantes que requieren UCI¡±, detalla la jefa de servicio. Y, por ¨²ltimo, los que sufren alg¨²n problema en el parto. A veces, tambi¨¦n, hay despedidas. 12 desde que comenz¨® la pandemia.
En Neonatolog¨ªa ingresan tres grandes grupos de pacientes: los beb¨¦s que pesan menos de kilo y medio o tienen menos de 32 semanas de gestaci¨®n, los que presentan malformaciones graves o cuando hay alg¨²n problema en el parto
¡°Todas son terribles¡±, recuerda Pall¨¢s, y para ello cuentan con el equipo de Psiquiatr¨ªa y Psicolog¨ªa: ¡°?Lo m¨¢s duro? Tener a las familias separadas cuando hab¨ªa una madre positiva; el beb¨¦ en la UCI y la madre sin poder entrar aqu¨ª. Y los fallecimientos, sobre todo en la primera ola¡±. La voz de la neonat¨®loga es otra cuando recuerda aquellos meses de la pasada primavera, entre la confusi¨®n, la incertidumbre y el miedo, con protocolos que cambiaban a veces hasta tres veces por d¨ªa, sin equipos de protecci¨®n ni para los propios m¨¦dicos.
¡°Nunca, jam¨¢s, dejamos que un beb¨¦ muriera solo, pero ha habido momentos en los que no pudimos hacer lo que quer¨ªamos porque no nos lo permit¨ªan los recursos¡±, dice, antes de un silencio breve. Y cuenta que los contagios y el virus lo complican todo. ¡°Llegamos a estar malos a la vez 14 m¨¦dicos. Pero nada se compara con las muertes. Ahora es raro porque ves a los abuelos con ese mono puesto, entrando a conocer y a decir adi¨®s a la vez a su nieto, a su nieta, a los hijos de sus hijos. Si la muerte es dura, la de un hijo, un nieto, en un momento como este, se convierte en una distorsi¨®n absoluta¡±.
Ellos existen para que eso no exista. Nunca. Ni con pandemia ni sin ella. Pall¨¢s exhala fuerte y resume: ¡°La pasada primavera todo se vaci¨®, parec¨ªa que no hubiese ni infartos. Pero ni?os, s¨ª. En medio de este tiempo dif¨ªcil, las mujeres siguen pariendo. La vida sigue llegando¡±.
Conseguir leche materna en mitad de una pandemia
Varios frigor¨ªficos ocupan la ¨²ltima habitaci¨®n de una amplia estancia en la que trabajan varias profesionales sanitarias con carritos, matraces y neveras port¨¢tiles. Dentro, decenas de botes etiquetados llenan los estantes. Es el almac¨¦n del Banco Regional de Leche Materna, ubicado dentro de la unidad de Neonatolog¨ªa del hospital 12 de octubre, en el que se procesa toda la que se dona y se reparte en la regi¨®n, tanto la de sus madres como la de las que lo hacen en el resto de centros sat¨¦lites: La Paz, Severo Ochoa, Puerta de Hierro y Pr¨ªncipe de Asturias.All¨ª, en medio de un tintineo constante de esos recipientes donde se procesa la leche, la jefa del servicio de neonatos Carmen Pall¨¢s explica que cuando lleg¨® la pandemia, all¨ª tambi¨¦n hubo que redoblar esfuerzos: ¡°En un principio no sab¨ªamos qui¨¦n pod¨ªa donar y qui¨¦n no, no quer¨ªamos dejar sin leche a los beb¨¦s, establecimos recomendaciones, pero fue complicado¡±.
Hasta que lograron reorganizarse, durante las primeras semanas, hubo una bajada de donaciones. ¡°Aquellos d¨ªas se les explic¨® a las mam¨¢s que ten¨ªamos que eran m¨¢s importantes que nunca, porque con la pandemia no sab¨ªamos si ¨ªbamos a tener reposici¨®n¡±, explica la m¨¦dica. En un contexto normal, a las mujeres que van dejando de donar, por consecuci¨®n natural, las suplen nuevas mujeres que acaban de dar a luz.
El esfuerzo y la solidaridad en los primeros meses de la crisis se multiplicaron y 2020 acab¨® con 2.400 litros recogidos de alrededor de 300 donantes. Esa leche, dice Pall¨¢s, ¡°va dirigida a casi todos los ni?os que ingresan en la UCI cuando por circunstancias la de sus madres no puede ser¡±. Protege de la enterocolitis necrotizante [una inflamaci¨®n del tejido del intestino grueso], que sobre todo afecta a prematuros¡±.
Ahora, el hospital cuenta con un sistema patentado que cambia la forma de procesar la leche. Diana Escuder, tecn¨®loga de los alimentos, es la principal art¨ªfice de ese aparato met¨¢lico que pasteuriza la leche en 15 segundos. ¡°La otra forma son los ba?os t¨¦rmicos, a 72 grados durante 30 minutos m¨¢s otros 10 de enfriamiento, m¨¢s o menos¡±, explica Escuder.
La calidad de la leche mejora, ¡°porque se ve menos afectada sobre todo en los compuestos con actividad biol¨®gica, como las hormonas o las inmunoglobulinas¡±, a?ade la especialista. Con la leche que se procesa en ese nuevo sistema y la que se trata con el tradicional, el 12 de Octubre y La Paz est¨¢n llevando a cabo un estudio: ¡°Ya sabemos que mantiene mejor las propiedades, pero queremos ver si tiene beneficios cl¨ªnicos, en la pr¨¢ctica, para los lactantes¡±, concluye Escuder.
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