El ¡®ranking¡¯ del ¡®gin-tonic¡¯ con vistas a la Gran V¨ªa: a pesar de la pandemia, los precios suben un 5%

Se supone que estamos en medio de una crisis econ¨®mica, pero los clientes de las terrazas en altura de Madrid est¨¢n ya inmersos en los felices a?os veinte. Hace un par de a?os, antes de la pandemia, este peri¨®dico hizo una ruta del gin-tonic por los negocios con vistas a la Gran V¨ªa y ahora, tras la debacle, ha comprobado que los precios han subido un 5% y que han abierto nuevos bares. Apenas hay turismo internacional estos d¨ªas en la capital de Espa?a, pero el p¨²blico local compensa. Hay much...

Se supone que estamos en medio de una crisis econ¨®mica, pero los clientes de las terrazas en altura de Madrid est¨¢n ya inmersos en los felices a?os veinte. Hace un par de a?os, antes de la pandemia, este peri¨®dico hizo una ruta del gin-tonic por los negocios con vistas a la Gran V¨ªa y ahora, tras la debacle, ha comprobado que los precios han subido un 5% y que han abierto nuevos bares. Apenas hay turismo internacional estos d¨ªas en la capital de Espa?a, pero el p¨²blico local compensa. Hay muchas ganas de pasarlo bien y hacerlo saber en Instagram. El de las alturas es un mundo de evasi¨®n, una burbuja alejada de los problemas a ras de suelo.

El precio medio del plan gin-tonic con vistas es 12,5 euros si se opta por los m¨¢s econ¨®micos de la carta, como Beefeater, Tanqueray o Larios. El cliente premium paga de media 17,3 euros por marcas como Monkey 47 o Hendrick¡¯s. Hace dos a?os el gasto medio por copa era de 11,9 euros y 16,3, respectivamente. Para un bolsillo corriente, sale caro ponerse contento en uno de estos lugares exclusivos.

El n¨²mero de bares de altura en el eje de la Gran V¨ªa ha aumentado en estos dos a?os. En esta nueva ruta se han a?adido cinco negocios m¨¢s con vistas a esta calle, lo que lleva la cifra de 18 a 23. Solo en el ¨²ltimo mes se han sumado tres nuevas terrazas: Pestana CR7 (el hotel de Cristiano Ronaldo), Le Tavernier (Grupo Meli¨¢) y Room Mate Macarena (de Kike Sarasola).

La incorporaci¨®n estrella desde la ruta en 2019 ha sido la terraza del Hotel Riu Plaza de Espa?a, la m¨¢s alta de todas, en una planta 27 (y un palco VIP que hace de planta 28). Es el doble de altura que la siguiente terraza m¨¢s elevada en la zona. Aqu¨ª acuden muchos a descubrir una vista in¨¦dita del centro de la capital y triunfar en redes sociales. ¡°Somos el sitio m¨¢s instagrameable de Madrid¡±, presume Gonzalo Baselga, director general de ventas del grupo Riu. Tambi¨¦n hay gente que acude por la m¨²sica de DJ Nano, que pincha una vez a la semana al atardecer. Otros van por la pasarela de cristal, no apta para personas con v¨¦rtigo. Si se mira hacia abajo son 117 metros de ca¨ªda. Los rom¨¢nticos eligen este lugar para pedidas de matrimonio. Son unas fotos de ¡°S¨ª, quiero¡± que aseguran m¨¢s ¡°me gusta¡±.

Instagram es la mejor publicidad gratuita para Riu, pero la tele sigue siendo influyente. ¡°Vimos la azotea en la ¨²ltima temporada de la serie ?lite y decidimos venir. Es un poco costoso, pero por conocer lo vale¡±, afirma Mar¨ªa ?ngeles Garc¨ªa, de 29 a?os.

La terraza del Riu es la experiencia m¨¢s cara de todas (el gin-tonic con vistas sale por 21 euros o 26, seg¨²n la marca de la ginebra), pero los clientes lo pagan satisfechos. Cada tarde se forma una cola en la puerta del hotel, en la plaza de Espa?a. Al d¨ªa suben 1.500 personas, seg¨²n Riu.

Moda importada

El ¨¦xito de las terrazas contrasta con los apuros de los comercios a pie de esta calle de 1,4 kil¨®metros. Muchos locales permanecen cerrados desde el inicio de la pandemia de coronavirus, pero arriba todo est¨¢ abierto. De hecho, a muchos otros empresarios les gustar¨ªa tener un bar en su terraza de la Gran V¨ªa, pero las normas urban¨ªsticas impiden en algunos casos su apertura, seg¨²n Baselga, de Riu. La cadena hotelera invirti¨® casi 400 millones de euros por hacerse con este edificio que llevaba a?os cerrado y se hab¨ªa convertido en un emblema de la crisis inmobiliaria de 2008. La terraza en altura fue clave para tomar la decisi¨®n de comprar el edificio, en 2017.

Por entonces ya se notaba el bum de las terrazas en altura en Madrid, aunque esta es una moda muy reciente. La primera de la Gran V¨ªa fue en 2011 la del C¨ªrculo de Bellas Artes, seg¨²n la empresa que la gestiona, el grupo Azotea. En el sector se dieron cuenta de que Madrid ten¨ªa en sus alturas unos activos desaprovechados. En ciudades m¨¢s fr¨ªas o lluviosas como Nueva York, Londres o Par¨ªs ya llevaban tiempo explotando estas azoteas durante los meses de verano.

Hasta entonces, las terrazas de la Gran V¨ªa hab¨ªan sido lugares para disfrutar a escondidas, uno de los secretos mejor guardados de Madrid. Cuando acababan los actos culturales en el C¨ªrculo de Bellas Artes, muchos sub¨ªan a la terraza a hurtadillas y montaban fiestas ilegales, seg¨²n la directora comercial de Azotea, Mercedes Casanova: ¡°Si hablas con gente con m¨¢s de 50 a?os te cuentan que se colaban aqu¨ª con unas birras y se pillaban un pedo¡±.

Otros atractivos de estas terrazas es la oportunidad para cruzarse con celebridades. Al actor Mario Casas o la influencer Dulceida se les puede ver a veces tomando c¨®cteles en Picalagartos. Al expresidente Mariano Rajoy le gusta el ambiente cl¨¢sico del Principal, donde suelen ir otros pol¨ªticos del PP, y a la cantante Alaska el beach club con camas balinesas y champ¨¢n Mo?t del Hotel Emperador. Sus fotos en redes son una promoci¨®n que no tiene precio. ¡°No pagamos por publicidad, se hace sola¡±, afirma Baselga.

Las terrazas m¨¢s asequibles (de 10 o 12 euros) atraen a un p¨²blico juvenil. En Aloft tienen una m¨¢quina recreativa t¨ªpica de los bares de los a?os ochenta con videojuegos como el Street Fighter.

A pesar de que la media de los precios ha subido, algunas terrazas tienen una carta ligeramente m¨¢s econ¨®mica que en 2019. A¨²n est¨¢n saliendo del hoyo, como el Emperador, que ha estado cerrado 15 meses hasta que reabri¨® hace dos semanas. Es la primera vez que este hotel cierra desde su inauguraci¨®n en 1948. La mitad de la plantilla sigue en ERTE.

La apertura del Riu ha empeque?ecido al resto, pero los negocios m¨¢s bajitos presumen de otros encantos, como tener a mano estampas ic¨®nicas del edificio Metr¨®polis, las estatuas de Diana Cazadora y la Diosa Minerva o una piscina con hilo musical subacu¨¢tico. El Emperador ofrecer¨¢ desde la semana que viene la opci¨®n de teletrabajar desde su terraza. Lo han llamado un ¡°pool coworking¡±, con acceso a caf¨¦, almuerzo, tumbona y piscina, todo por 85 euros al d¨ªa.

¡°Cada azotea tiene un p¨²blico diferente¡±, afirma la directora comercial del Emperador, Pilar Lancha. ¡°En el Riu se enfocan en vender cantidad; nosotros en ofrecer una experiencia de beach club en el centro de Madrid¡±. Un cliente que pase el d¨ªa en la tumbona tomando mojitos puede ser la gallina de los huevos de oro, seg¨²n Lanchas. Y es que, en esta competici¨®n de negocios en el cielo de Madrid, el n¨²mero de plantas no lo es todo.

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