C¨®mo preparar las plantas para el invierno
El fr¨ªo no perjudicar¨¢ a nuestras plantas si las ayudamos con un empujoncito nutricional en oto?o. Todo sea por tener una primavera exuberante
En jardiner¨ªa, los trabajos se cuentan por estaciones. ¡°Hay que podar la parra en el invierno¡±; ¡°preparar¨¦ el semillero de tagetes en primavera¡±; ¡°recogeremos los frutos del manzano en el oto?o¡±. Y, como en la industria de la moda, se trabaja con antelaci¨®n, a veces con mucha, a ojos ajenos a este mundo verde. En estos d¨ªas que anticipan un oto?o cada vez m¨¢s real y tangible, donde la bajada de la temperatura y el aumento de las lluvias son un hecho, debemos ir preparando a las plantas para la invernada. O, mejor dicho, debe...
En jardiner¨ªa, los trabajos se cuentan por estaciones. ¡°Hay que podar la parra en el invierno¡±; ¡°preparar¨¦ el semillero de tagetes en primavera¡±; ¡°recogeremos los frutos del manzano en el oto?o¡±. Y, como en la industria de la moda, se trabaja con antelaci¨®n, a veces con mucha, a ojos ajenos a este mundo verde. En estos d¨ªas que anticipan un oto?o cada vez m¨¢s real y tangible, donde la bajada de la temperatura y el aumento de las lluvias son un hecho, debemos ir preparando a las plantas para la invernada. O, mejor dicho, debemos acompa?arlas, porque ellas bien que saben que el oto?o est¨¢ aqu¨ª. Sensibles como son a la temperatura y a la luz, sienten c¨®mo los d¨ªas son m¨¢s frescos, especialmente las noches. Asimismo, la reducci¨®n progresiva de minutos de luz, cada semana que pasa, hace que sus ritmos se encaminen a un momento crucial en sus vidas. El oto?o marcar¨¢ c¨®mo afrontar¨¢n el invierno, especialmente en zonas del interior de la Pen¨ªnsula, donde el fr¨ªo puede llegar a ser muy intenso.
En estas jornadas es cuando muchas plantas hacen acopio de las ganancias del a?o. Es decir, los gl¨²cidos emigran desde las hojas y los brotes hacia los ¨®rganos de reserva del vegetal. Estos ¨®rganos pueden ser las partes le?osas, los tallos m¨¢s envejecidos, las ra¨ªces y la base de la planta u otros ¨®rganos especializados en este almacenaje, como los bulbos, por ejemplo.
Pero, en esta recta final en la que estamos y que deriva en el invierno, en la que muchas plantas entrar¨¢n en un letargo m¨¢s o menos pronunciado, todav¨ªa quedan d¨ªas benignos para desarrollar la tarea diaria de la fotos¨ªntesis. Incluso, muchas especies retoman en el oto?o la floraci¨®n que detuvieron por las altas temperaturas del verano, o quiz¨¢ comienzan ahora a florecer. Sea como fuere, hay una tarea que beneficia a casi todas las plantas que cuidemos en nuestras terrazas y jardines: el abonado oto?al.
Al contrario que otros abonados en el resto del a?o, este persigue fortalecer a nuestras compa?eras de cara a los rigores invernales. Por ello, debemos acertar en la elecci¨®n del abono. Lo primero, ha de ser org¨¢nico, para alimentar no solo a la planta, sino tambi¨¦n a los microorganismos de la tierra o del sustrato. Lo segundo, tiene que tener una mayor riqueza en f¨®sforo y potasio que en nitr¨®geno. Esto es debido a que el nitr¨®geno es el macroelemento que interviene, en gran medida, en la formaci¨®n de la parte a¨¦rea de la planta.
Ahora, en el oto?o, este crecimiento de hojas y tallos no es tan vigoroso como lo fue en la primavera, por lo que la planta no necesita nitr¨®geno en tanta cantidad. Pero lo que s¨ª que les va a venir de perlas a la mayor¨ªa de especies es un abono rico en f¨®sforo y potasio, que son dos macroelementos que aportan una mayor resistencia a los tejidos vegetales frente a diferentes tipos de estr¨¦s ambientales, como el fr¨ªo y la sequ¨ªa. Tambi¨¦n hace que sean m¨¢s fuertes a las enfermedades.
Si conseguimos que la planta tenga una nutrici¨®n m¨¢s elevada en f¨®sforo y potasio durante estas semanas, el estr¨¦s que puedan sufrir por la bajada de temperatura se ver¨¢ amortiguado, y su renacer en primavera ser¨¢ m¨¢s vital y sano. Esto es especialmente importante en aquellas plantas cultivadas en maceta, ya que sus ra¨ªces est¨¢n muy expuestas a la intemperie y los cambios de temperatura, al estar separadas del fr¨ªo helador por solo unos pocos mil¨ªmetros de pl¨¢stico o de terracota de la pared del contenedor.
Mar Alonso, especialista en sanidad vegetal y que desempe?a su trabajo en Semillas y Plantas Escolar, recomienda aplicar humus de lombriz, guano, algas¡ o los abonos completamente org¨¢nicos de algunas casas comerciales especializadas en productos ecol¨®gicos. ¡°Siempre lo incorporaremos a la tierra o al sustrato en los primeros 10 cent¨ªmetros de profundidad, para que la planta lo absorba mejor¡±. Mar tambi¨¦n aconseja, como complemento a este abonado, realizar un acolchado de la superficie de cultivo con las hojas que comiencen a caer, siempre y cuando est¨¦n sanas y libres de enfermedades causadas por hongos. Eso mantendr¨¢ las ra¨ªces abrigadas frente al fr¨ªo.
Una planta que tambi¨¦n puede cumplir con esa funci¨®n de acolchado natural es el lir¨ªope (Liriope muscari). Esta herb¨¢cea perenne asi¨¢tica es una amante de los lugares umbr¨ªos, y es perfecta para tapizar en un buen macet¨®n la parte baja de un arbusto o ¨¢rbol vigoroso, o para lucir ella sola en alg¨²n rinc¨®n en sombra de la terraza o del jard¨ªn. Es, adem¨¢s, una especie que disfruta sobremanera de la llegada del oto?o, y estos d¨ªas exhibe sus inflorescencias viol¨¢ceas o blancas, a la que seguir¨¢n unos frutos de color negro brillante. R¨²stica como pocas, el fr¨ªo no la perjudicar¨¢, como tampoco a nuestras otras plantas si las ayudamos con este empujoncito nutricional en oto?o. Todo sea por tener una primavera exuberante.
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