Reyko, el fulminante flechazo musical de la enfermera y el tenista
Ella, gerundense, nunca hab¨ªa cantado. ?l, serbio, figur¨® en la clasificaci¨®n de la ATP. Sus caminos confluyeron en Londres, donde hoy ejercen como magos del electropop
La vida, ya lo dec¨ªa la canci¨®n de Diego Vasallo, lleva por caminos raros. Tanto como para que un chico de Belgrado, promesa incipiente en el circuito ten¨ªstico profesional, y una muchacha de Olot apasionada por la enfermer¨ªa acaben conoci¨¦ndose en Londres y formando, casi por casualidad, un d¨²o musical con el que no dejan de anotarse s¨²bitos e inopinados ¨¦xitos para series televisivas y anuncios comerciales. Y todo ello sin haber debutado siquiera en Madrid, una circunstancia que no se produjo hasta el s¨¢bado en una sala pe...
La vida, ya lo dec¨ªa la canci¨®n de Diego Vasallo, lleva por caminos raros. Tanto como para que un chico de Belgrado, promesa incipiente en el circuito ten¨ªstico profesional, y una muchacha de Olot apasionada por la enfermer¨ªa acaben conoci¨¦ndose en Londres y formando, casi por casualidad, un d¨²o musical con el que no dejan de anotarse s¨²bitos e inopinados ¨¦xitos para series televisivas y anuncios comerciales. Y todo ello sin haber debutado siquiera en Madrid, una circunstancia que no se produjo hasta el s¨¢bado en una sala peque?ita y emblem¨¢tica, la Siroco, ante poco m¨¢s de 150 afortunados.
Todo est¨¢ siendo muy loco, s¨ª. Y tan azaroso como las propias existencias. Pero Igor y Soleil, los art¨ªfices de Reyko, sienten que con esta alianza sobrevenida le han encontrado encaje a las piezas de sus puzles vitales. Y lo tienen tan claro como para so?ar con una idea hermosa y de dif¨ªcil materializaci¨®n: grabar juntos un disco al a?o, desde ahora y hasta que los cuerpos aguanten, para testimoniar e inmortalizar as¨ª lo experimentado y percibido cada 365 d¨ªas.
Puede que el nombre de la banda a¨²n no resulte del todo familiar, pero es muy probable que alguna de sus composiciones s¨ª. Spinning over you (2018), la canci¨®n con la que aguz¨® los o¨ªdos una legi¨®n de cazatalentos, se convirti¨® ese mismo verano en sinton¨ªa para las rebajas de unos grandes almacenes. Era solo el comienzo. Set you free servir¨ªa un a?o m¨¢s tarde como cabecera para la serie de Antena 3 Toy boy, en la que tambi¨¦n sonaba Your game. Y Hierba mala, con su t¨ªmido y travieso gui?o al reguet¨®n, acab¨® col¨¢ndose en La casa de las flores, esa loqu¨ªsima producci¨®n mexicana para Netflix. Y todo en un suspiro, de manera inveros¨ªmil, sin apenas tiempo para analizar por qu¨¦ este electropop sofisticado hace tan buenas migas con el lenguaje audiovisual.
¡°Nunca se nos ha ocurrido escribir una canci¨®n pensando: esta sonar¨ªa bonita en un anuncio¡±, recalca Igor en una Siroco a¨²n vac¨ªa, con los curiosos ya haciendo tiempo a la entrada. ¡°Pero quiz¨¢ la voz de Soleil, tan delicada y susurrante, resulta poco intrusiva y se integra bien con las im¨¢genes. Puede que ah¨ª radique la clave¡±.
Y as¨ª se llega a uno de los ingredientes fundamentales en toda esta historia: esa voz tan fr¨¢gil e impura, interferida por el aire; tan alejada de cualquier canon o academicismo, tan vaporosa y manifiestamente al¨¦rgica a la t¨¦cnica convencional. Como las de Jeanette o Jane Birkin, por hacerse una idea. Porque Soleil ni se llama Soleil ni durante lustros hab¨ªa sopesado la disparatada idea de dedicarse a la m¨²sica.
F¨¢tima Cardel¨²s, gerundense de 35 a?os reci¨¦n cumplidos el jueves, se hizo madrile?a de adopci¨®n en la preadolescencia, acab¨® el bachillerato con unas notas de esc¨¢ndalo y curs¨® Enfermer¨ªa en la Universidad Complutense. Pero quer¨ªa llegar a¨²n m¨¢s lejos y pens¨® en cruzar el Canal de la Mancha para especializarse durante cuatro a?os en osteopat¨ªa. All¨ª, en Londres, coincidi¨® con un serbio espigado, atl¨¦tico y rubiejo que hab¨ªa abandonado una prometedora trayectoria deportiva para concentrarse en la guitarra y matricularse en un m¨¢ster universitario de producci¨®n musical. Congeniaron. ?l necesitaba presentar media hora de m¨²sica propia para el trabajo de licenciatura. Era algo retra¨ªdo y le resultaba embarazoso cantar. As¨ª que le propuso a su nueva amiga que se erigiera en int¨¦rprete.
¡ª?Est¨¢s loco? ?Si yo no s¨¦ una sola nota de m¨²sica!
¡ªPero coincidimos mucho en gustos. Vamos a hacer la prueba.
Result¨® ser una premonici¨®n memorable. La primera canci¨®n que compusieron juntos, I can feel your heartbeat (2015), resultaba todav¨ªa un poco dubitativa, pero ya encierra ese componente contagioso y adictivo con el que han hecho fortuna. ¡°No sab¨ªamos bien ni lo que est¨¢bamos haciendo, pero tiene su encanto¡±, se divierten al recordarla. Nunca la han editado de manera oficial, pero puede escucharse, junto a las otras cinco composiciones para aquel trabajo de fin de m¨¢ster, en la plataforma Soundcloud.
Aquel chico alto, afable y un poco t¨ªmido responde al nombre de Igor Fejzula y naci¨® en Belgrado en septiembre de 1981, pero el azar le llev¨® a Barcelona desde muy ni?o. Su padre, Petrit Fejzula, era el p¨ªvot titular en la selecci¨®n yugoslava de balonmano y el Bar?a decidi¨® contratarlo como su primer gran fichaje for¨¢neo de la historia. Igor hered¨® ese amor por el deporte y al finalizar el instituto prefiri¨® dedicarse durante dos a?os a recorrer las canchas de tenis de medio planeta. Alcanz¨® el puesto 711 de la clasificaci¨®n mundial en la Asociaci¨®n de Tenistas Profesionales (ATP). Podr¨ªa haber escalado muchas posiciones m¨¢s, pero lleg¨® a la conclusi¨®n de que le apasionaba m¨¢s empu?ar una guitarra que una raqueta. ¡°Lo dej¨¦ justo cuando todo el mundo empezaba a hablar de un chavalito jovenc¨ªsimo, un tal Rafa Nadal, que iba a ser un crack¡±.
Los caminos raros de la vida a veces llevan a buen puerto. Nadal ha hecho historia en pista y tierra batida, Fejzula lleva camino de hacerla sobre los escenarios, Cardel¨²s ha relegado la osteopat¨ªa hasta mejor ocasi¨®n. Nunca imagin¨® colocarse ante los focos, pero ahora le ha pillado el gusto. ¡°Al principio ten¨ªa s¨ªndrome de intrusa¡±, se carcajea. ¡°Como cantaba raro, le suger¨ª a una amiga islandesa que me impartiese unas cuantas clases. Lo dej¨¦ a la primera: me ense?aba a hacerlo todo mucho mejor, pero mi voz, sin ese toque a¨¦reo, perd¨ªa toda la gracia¡±.
¡ª?Y los primeros conciertos?
¡ª?Me sent¨ªa como en Matrix! Era una sensaci¨®n extracorporal, como si flotara. ?Si yo solo sab¨ªa de enfermer¨ªa! Pero ahora me noto segura, feliz, en mi sitio. Las canciones me gu¨ªan. No soy perfeccionista, no sufro. Ese t¨ªpico ego de la voz cantante no va conmigo.
No se sabe cu¨¢ntos ¨¢lbumes llegar¨¢n a publicar Reyko, pero de momento llevan dos en a?os consecutivos, como se propusieron: Reyko, en 2020, y Pulse, reci¨¦n nacido en este 2021. El primero les sali¨® m¨¢s hipn¨®tico y reflexivo; el segundo es exc¨¦ntrico, fr¨ªvolo, tarareable, inmediato. Un puntito gamberro, si se quiere llamarlo as¨ª. ¡°Lo escribimos en pleno confinamiento¡±, confirma Igor, ¡°y nos apetec¨ªa un disco ansioso, urgente, un poco atacado de los nervios. M¨¢s para saltar que para bailar¡±.
Una de sus escasas piezas en castellano, La verdad, acaba de escogerse como melod¨ªa para la nueva campa?a de marca de EL PA?S, Porque si somos m¨¢s, la oscuridad es menos. ¡°Como siempre¡±, se sonr¨ªe Igor, ¡°no naci¨® para ponerle m¨²sica a nada. En origen se refer¨ªa al l¨ªo legal en que nos meti¨® nuestro primer sello discogr¨¢fico, que nos tuvo un a?o entero sin poder publicar ni actuar. No paraban de decir mentiras, fue nuestra p¨¦rdida de la inocencia. Cualquier otro habr¨ªa abandonado el proyecto, pero a nosotros nos sirvi¨® para creer a¨²n m¨¢s en ¨¦l¡±. Y concluye, esperanzado: ¡°Al final, en m¨²sica, pol¨ªtica o periodismo, queremos pensar que la verdad prevalece¡¡±.
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