?Cu¨¢nto vale el diamante de la abuela?
La Casa de las Alhajas organiza una jornada de tasaci¨®n gratuita para permitir a los madrile?os conocer el valor de sus joyas
Anillos, collares, pendientes y broches. Incluso un cuerno en coral para atraer la suerte. Entre las manos expertas de Pedro Alonso (55) pasa de todo. El tasador del Monte de Piedad de Madrid ¡ªel m¨¢s antiguo de Espa?a, donde quien lo necesite puede pedir un pr¨¦stamo a cambio de empe?ar sus joyas¡ª trabaja sin parar para analizar la pureza del oro o la calidad de las piedras preciosas. La mayor¨ªa de los madrile?os que este mi¨¦rcoles han aprovechado la jornada de ...
Anillos, collares, pendientes y broches. Incluso un cuerno en coral para atraer la suerte. Entre las manos expertas de Pedro Alonso (55) pasa de todo. El tasador del Monte de Piedad de Madrid ¡ªel m¨¢s antiguo de Espa?a, donde quien lo necesite puede pedir un pr¨¦stamo a cambio de empe?ar sus joyas¡ª trabaja sin parar para analizar la pureza del oro o la calidad de las piedras preciosas. La mayor¨ªa de los madrile?os que este mi¨¦rcoles han aprovechado la jornada de tasaci¨®n gratuita de joyas organizada por El Monte de la Fundaci¨®n Montemadrid lo han hecho por simple curiosidad. Para descubrir si lo que tienen guardado en casa es un tesoro o bisuter¨ªa sin ning¨²n valor.
Federico Valdueza (60 a?os) es uno de ellos. Entra en la Casa de las Alhajas con un pa?uelo entre las manos. Dentro tiene guardado un reloj, un anillo y una pulsera. El primero no vale nada: lo que parece oro es en realidad simple metal. El anillo tiene un diamante, pero con un tono amarillento que disminuye mucho su precio en el mercado. La pulsera, de oro blanco y con 39 brillantes, alcanza los 1.300 euros. Es un regalo que compr¨® para el 41 cumplea?os de su esposa, tard¨® meses en encontrar una joya que tuviese tantos brillantes como a?os cumpl¨ªa. ¡°La primera cosa que hizo al recibirlo fue contarlos y darse cuenta de que faltaban. Le dije que con sus dos ojos llegaban a 41¡å, recuerda. Valdueza, sin embargo, no tiene ninguna intenci¨®n de empe?arla: solo quiere saber cu¨¢nto vale.
Desconocer la tasaci¨®n de las alhajas que se poseen es muy com¨²n entre los espa?oles. Seg¨²n un informe sobre la tenencia y uso de joyas en los hogares publicado por El Monte, el 90% de las familias tienen joyas, aunque solo un 37% conoce el valor de este tesoro. En la mayor¨ªa de los casos, se trata de herencias familiares que los espa?oles suelen guardar en el caj¨®n a la espera de traspasarlos a su progenie o de venderlos cuando las modas cambien.
Juan Jos¨¦ Garc¨ªa (70) esperaba m¨¢s del anillo de diamantes que su padre le dej¨® en herencia. Pertenec¨ªa a su bisabuelo, y desde hace 150 a?os es tradici¨®n en su familia que la joya pase de padre a hijo. Un verdadero tesoro sentimental que, sin embargo, no vale m¨¢s de 800 euros. ¡°Me han dicho que el oro es m¨¢s valioso que los tres diamantes por ser muy antiguo¡±, explica Garc¨ªa al t¨¦rmino de la tasaci¨®n. ¡°Tampoco me importa, no quiero venderlo, se lo pasar¨¦ a mi hijo. Vine solo para descubrir su valor¡±.
Pensar que muy antiguo equivale a muy valioso es un error com¨²n, seg¨²n la experiencia de Alonso. Hace 30 a?os que trabaja como tasador de joyas y est¨¢ especializado en analizar diamantes: ¡°Suele ocurrir que hay gente que tiene en el caj¨®n un diamante de la abuela y piensa que es malo, y al rev¨¦s. Gente que tiene una piedra y cree que por ser del bisabuelo es buen¨ªsima. Como si los romanos ya no conocieran el vidrio¡±. Con una simple mirada puede reconocer una piedra de verdad de un fondo de botella, aunque admite que en los ¨²ltimos a?os su oficio se ha hecho m¨¢s dif¨ªcil con la entrada en el mercado de los diamantes sint¨¦ticos. ¡°Al ojo, son iguales. Y la gente valora siempre m¨¢s llevar una piedra que no ha producido ning¨²n desastre ecol¨®gico, o que no ha causado la explotaci¨®n de nadie. Pero a nivel econ¨®mico, hay un abismo entre los dos¡±, aclara.
Pilar Mart¨ªn (48) ha llevado a tasar las joyas de sus padres, reci¨¦n fallecidos. Antes de decidir si vender algo, tendr¨¢ que consultarlo con sus hermanos, para decidir con qu¨¦ piezas quedarse para conservar un recuerdo de sus progenitores. ¡°Ha sido ¨²til venir aqu¨ª hoy, sobre todo para diferenciar las joyas de las baratijas, que por suerte no eran muchas¡±, sopesa Mart¨ªn.
El joyero a subasta
El Monte de Piedad de Madrid fue fundado en 1702 por el padre Franciso Piquer Rudilla, capell¨¢n del Monasterio de las Descalzas, en cuya plaza a¨²n se encuentra la instituci¨®n. En sus 319 a?os de historia es imposible cuantificar el n¨²mero de cr¨¦ditos concedidos. En los almacenes todav¨ªa se encuentran mantas, colchones y cubiertos que la gente empe?¨® en la posguerra y que nunca consigui¨® rescatar.
Lo normal, aclara Gema Yenes, subdirectora del Monte, es que esto no pase. En el 97% de los casos los clientes saldan el pr¨¦stamo y recuperan las joyas que hab¨ªan empe?ado. Tras haber recibido el cr¨¦dito, los usuarios tienen a disposici¨®n un a?o para saldar la deuda, al t¨¦rmino del cual le siguen un ¡°mes de cortes¨ªa¡± y dos meses con un recargo del 5%. Terminado este plazo, las joyas van a subasta. ¡°Nosotros intentamos de todas las formas posibles que nuestros clientes consigan rescatar sus pertenencias, y tienen hasta el ¨²ltimo minuto antes de que empiece la subasta para recuperar sus joyas¡±, explica Yenes.
En realidad, la mayor¨ªa de los art¨ªculos que profesionales y particulares pueden adquirir durante una de las subastas que organiza El Monte de Madrid han sido puestos a la venta de manera voluntaria. Valent¨ªn Tigana (59) se lo est¨¢ pensando. Trajo consigo a la Casa de Alhajas dos relojes de oro que recibi¨® como regalo hace a?os y no utiliz¨® ni una sola vez. ¡°Al no ser de ninguna marca importante, no valdr¨ªan m¨¢s de 2.700 euros, que es el m¨¢ximo precio al que puede aspirar si vende el oro al peso. Sin embargo, en una subasta podr¨ªa ganar m¨¢s. Todo depende de si tiene necesidad inmediata de liquidez¡±, explica el tasador.
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