El¨¦boros para el invierno
En mitad del invierno tambi¨¦n podemos encontrarnos salpicados los colores de las corolas en las fr¨ªas jornadas de enero
Asociamos las floraciones de las plantas principalmente a la primavera, pero nos olvidamos de que, en mitad del invierno, tambi¨¦n podemos encontrarnos salpicados los colores de las corolas en las fr¨ªas jornadas de enero. No tendremos para elegir tanta variedad como en otras estaciones, pero unas cuantas especies estar¨¢n encantadas de que se las cultive. En estos d¨ªas, muchas personas desatienden las plantas que cuidan en sus terrazas, balcones y jardines, y en parte es debido a que no disfrutan de ritmos y cambios en las semanas de mayor oscuridad del a?o.
Una visita a un vivero o a una...
Asociamos las floraciones de las plantas principalmente a la primavera, pero nos olvidamos de que, en mitad del invierno, tambi¨¦n podemos encontrarnos salpicados los colores de las corolas en las fr¨ªas jornadas de enero. No tendremos para elegir tanta variedad como en otras estaciones, pero unas cuantas especies estar¨¢n encantadas de que se las cultive. En estos d¨ªas, muchas personas desatienden las plantas que cuidan en sus terrazas, balcones y jardines, y en parte es debido a que no disfrutan de ritmos y cambios en las semanas de mayor oscuridad del a?o.
Una visita a un vivero o a una florister¨ªa nos puede deparar gratos encuentros con bellezas floridas. No hay que confundirse, o dejar que nos confundan, con plantas que provengan de invernaderos calentitos, y que, por lo tanto, est¨¦n en plena floraci¨®n, acostumbradas a la eterna primavera que procura una buena calefacci¨®n. Han de ser realmente especies que resistan las bajas temperaturas y que est¨¦n preparadas para pasar fr¨ªo en el exterior.
En el invierno, en las calles y parques de la ciudad, podemos encontrar habitualmente varios tipos de plantas muy comunes que se utilizan para alegrar los d¨ªas grises. Una ser¨ªa el ciclamen (Cyclamen spp.), que lleva en flor muchas semanas, y es perfecto para dar color a una maceta o jardinera en el alfeizar. Tambi¨¦n encontramos los omnipresentes pensamientos (Viola spp.) o los alhel¨ªes (Erysimum var.), estos ¨²ltimos de la familia de la coliflor y del br¨®coli. Al igual que esas verduras, los alhel¨ªes florecen en estos d¨ªas cortos y g¨¦lidos sin mayor problema. Los alhel¨ªes pueden llegar a cumplir varios lustros en nuestro balc¨®n, al ser muy longevos con buenos cuidados. Los cicl¨¢menes tambi¨¦n pueden acompa?arnos durante a?os, ya que, aunque suelen perder toda la parte a¨¦rea cuando llegan los calores, volver¨¢n a rebrotar de su tub¨¦rculo subterr¨¢neo en el oto?o.
Otra planta herb¨¢cea muy interesante y menos conocida es el el¨¦boro (Helleborus spp.). Es una planta id¨®nea para cultivar en el exterior en zonas ligeramente sombreadas, aunque resiste el sol, y tiene la peculiaridad de florecer precisamente en estas semanas de invierno. Justo ahora, muchas de sus especies y variedades est¨¢n comenzando su fiesta floral, y regalan colores y n¨¦ctar a los abejorros, que las buscan con ah¨ªnco. Por si fuera poco, su floraci¨®n dura meses, hasta bien entrada la primavera, y es muy atractiva. Es cierto que quiz¨¢s no muestra unas flores muy rimbombantes, pero son muy refinadas, con gamas de colores verdosos, amarillentos, blancos o rojizos. Adem¨¢s, muchas de las variedades lucen p¨¦talos moteados; si los miramos cuando les da el sol, nos quedaremos prendados de su belleza.
El fr¨ªo no las amedrenta, puesto que gran parte de los el¨¦boros aguantan temperaturas de hasta -26?C sin sufrir ning¨²n da?o en sus tejidos. Y si queremos encontrarles a¨²n m¨¢s cualidades, otra de ellas es que su anatom¨ªa es ciertamente peculiar y atractiva, con unas hojas compuestas de foliolos de colores oscuros las m¨¢s de las veces, o de distintos tonos glaucos otras muchas.
Para cultivar los el¨¦boros en una maceta es ideal un sustrato hecho a base de compost vegetal, que les recuerda a sus lugares de origen, ligados a las orlas boscosas. Aunque tampoco son muy exquisitos en cuanto a requerimientos, ya que pr¨¢cticamente cualquier mezcla comercial les puede servir, debido a que son muy adaptables. Lo que s¨ª que es importante es que el sustrato siempre cuente con un punto de humedad, al ser plantas que no soportan bien la sequ¨ªa. No obstante, hay que asegurarse de que cuenten con un drenaje excelente y que el agua no se encharque. En lo que respecta a su nutrici¨®n, como con tantas otras especies muy flor¨ªferas es necesario el aporte de un buen abonado org¨¢nico s¨®lido, lo que har¨¢ que produzca una mayor cantidad de flores.
Uno de los el¨¦boros m¨¢s utilizados en jardines, por ser muy resistente a sombras profundas, es el el¨¦boro f¨¦tido (Helleborus foetidus), una especie aut¨®ctona llamada as¨ª por el olor desagradable que desprenden sus finas hojas cuando se trituran. Sin embargo, los favoritos en cultivo en maceta suelen ser el el¨¦boro negro (Helleborus niger) y todas las numeros¨ªsimas variedades de el¨¦boros h¨ªbridos (Helleborus x hybridus), perfectas para recrearse con las delicadas notas de sus colores hiemales.
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