Jeringas, heces y campamentos nocturnos en los urinarios que usan los conductores de autobuses de Madrid

Plaza de Tirso de Molina, por la ma?ana. Los floristas abren sus puestos entre el bullicio de los turistas m¨¢s madrugadores, en pleno centro de Madrid y a pocos pasos de la Puerta del Sol. Un conductor de autob¨²s aprovecha los cinco minutos de descanso en la ¨²ltima parada de la l¨ªnea para utilizar los aseos p¨²blicos situados en la calle, antes de volver a recorrer el camino habitual. Abre la puerta y encuentra una imagen desagradable: el suelo est¨¢ lleno de excrementos y su olor traspasa el filtro de la mascarilla. A pocos metros, una mascarilla obstruye el desag¨¹e del v¨¢ter. ¡°Todos los d¨ªas e...

Plaza de Tirso de Molina, por la ma?ana. Los floristas abren sus puestos entre el bullicio de los turistas m¨¢s madrugadores, en pleno centro de Madrid y a pocos pasos de la Puerta del Sol. Un conductor de autob¨²s aprovecha los cinco minutos de descanso en la ¨²ltima parada de la l¨ªnea para utilizar los aseos p¨²blicos situados en la calle, antes de volver a recorrer el camino habitual. Abre la puerta y encuentra una imagen desagradable: el suelo est¨¢ lleno de excrementos y su olor traspasa el filtro de la mascarilla. A pocos metros, una mascarilla obstruye el desag¨¹e del v¨¢ter. ¡°Todos los d¨ªas es as¨ª. Encontramos jeringas, gente que duerme en el suelo, v¨®mito y meados. Es deplorable entrar en estos ba?os¡±, reconoce Manuel Vallejo con tono de resignaci¨®n, conductor de autob¨²s de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT).

Vallejo y el resto de conductores se ven obligados a usar estas instalaciones durante el horario de trabajo. ¡°Tenemos turnos de siete horas y el ¨²nico momento que tenemos para acudir a los servicios es durante las pausas entre una carrera y otra¡±, explica. Hace cinco a?os los conductores de la EMT dispon¨ªan de unos aseos privados, colocados en las cabeceras de las l¨ªneas de autob¨²s, a los que pod¨ªan acceder con la tarjeta de empleado. En 2017, sin embargo, el Ayuntamiento tom¨® la decisi¨®n de no instalar ba?os para sus empleados en aquellas zonas donde ya existiera un ba?o p¨²blico.

Javier Cantil es empleado de la empresa municipal y miembro de S.I.C.A.M, el sindicato de conductores de autobuses de Madrid. Recorre la l¨ªnea 116, que conecta Embajadores con el intercambiador del Cruce de Villaverde. A diario encuentra las instalaciones en condiciones higi¨¦nicas insalubres. ¡°No criticamos el hecho de no tener ba?os de uso privado¡±, afirma. ¡°Los nuevos ba?os son incluso mejores de los que hab¨ªa antes, que eran m¨¢s chicos. Es la falta de limpieza lo que nos hace la vida imposible¡±.

Al d¨ªa de hoy, la EMT cuenta con una red propia de 54 aseos, a la cual se suman los 130 ba?os municipales, que desde el pasado a?o son de acceso gratuito. Es ah¨ª donde los conductores encuentran m¨¢s incidencias, seg¨²n reconoce un portavoz de la empresa p¨²blica. Adem¨¢s, la entidad asegura que su centro de control informa a la empresa responsable del mantenimiento de los ba?os de ¡°cualquier circunstancia an¨®mala¡±. No obstante, el abandono persiste.

Los conductores se las apa?an para utilizar los aseos de bares y restaurantes. En algunos, la empresa incluso tiene un acuerdo con los due?os de los comercios. Sin embargo, estos establecimientos tienen horarios limitados y, cuando est¨¢n cerrados, los conductores tienen que recurrir a los ba?os p¨²blicos. ¡°Algunos est¨¢n en tan mal estado que habr¨ªa que ponerlos nuevos para que vuelvan a ser utilizables¡±, reprocha Vallejo. Por esta raz¨®n, el grupo municipal socialista pedir¨¢ al Ayuntamiento que se lleve a cabo un estudio de las incidencias l¨ªnea por l¨ªnea. ¡°Est¨¢ en riesgo la salud de los trabajadores¡±, destaca Ignacio Benito, concejal y portavoz de Medio Ambiente y Movilidad del PSOE.

Junto a los ba?os en las plazas c¨¦ntricas en el sur de la capital ¡ªcomo por ejemplo Tirso de Molina, Jacinto Benavente y Embajadores¡ª, son sobre todo las instalaciones en la periferia las que se encuentran en peores condiciones. De hecho, la situaci¨®n es tan precaria que incluso las personas sin hogar que se encuentran en los alrededores desaniman a los transe¨²ntes de utilizarlos por la insoportable pestilencia.

Los conductores han registrado su estado precario durante los turnos de trabajo a lo largo de los ¨²ltimos meses. La situaci¨®n es tan cr¨ªtica que en algunas de las im¨¢genes incluso se pueden observar restos de jeringas y pa?uelos recubiertos de sangre en la mesa para cambiar pa?ales. En otras, cartones del campamento nocturno de alguna persona que aprovech¨® para pasar ah¨ª la noche. ¡°A veces las puertas no cierran, o no hay luz al entrar. Solo pedimos hacer uso de un ba?o con dignidad¡±, insiste Cantil.

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